¿EL PODER PARA QUIEN?

Forcejeo verbal entre dos altos directivos de la CTC

16 de enero de 1984

Cuando más arduas eran las negociaciones en el Consejo Nacional de Salarios entre el gobierno, los empresarios privados y las centrales obreras, sobre el monto del salario mínimo para el campo y la ciudad, estalló en la CTC un enfrentamiento entre Manuel Felipe Hurtado -conservador alvarista y presidente de dicha confederacion sindical- y Pedro Julio Caro independiente y segundo vicepresidente de la misma. Muy pronto en varios noticieros aparecieron declaraciones de Hurtado contra Caro, lo que llevó a que algunos afirmaran que se estaba gestando una "lucha por el poder" en la CTC.
Tal temor fue alimentado también por el aplazamiento del congreso de la central de enero a mayo o junio próximos. Se sugirió que el sector de Manuel Felipe Hurtado había trasladado la fecha del evento pues tal fecha no le era favorable ya que en el congreso se elegirá una nueva dirección y en estos momentos el grupo de Manuel Felipe está recibiendo críticas por la forma como manejó la pasada negociación, sí trataría de aprovechar ese clima -según esas fuentes- para desplazar a Hurtado de la presidencia, ilusionado con la idea de que tal movida le depararía a la CTC una vida democrática interna "más amplia".
El conflicto entre Caro y Hurtado, que viene larvándose desde hace casi seis meses, cobró una dimensión pública cuando Caro dio a conocer los resultados de un estudio aparentemente elaborado por "una comisión de líderes de 7 sectores de la CTC", según dijo él a SEMANA. Caro explicó que tal estudio, concluído el 21 de octubre, detecto "11 desviaciones, 12 vicios de los falsos dirigentes y 13 fallas estructurales" en la CTC. Manuel Felipe Hurtado, tan pronto conoció esa evaluación se sintió aludido, aunque Caro no formuló sus críticas directamente contra él. "Nunca he hecho ataques personales a nadie", dijo Caro a SEMANA. "Lo que digo es que hay líderes sindicales que se encumbran en puestos de dirección y pierden el contacto con las bases obreras y como tal abandonan los principios que juraron defender".
Para Hurtado, en cambio, se trata de una "rabieta" de Caro contra él. "Al compañero se le fue la chispa", dice Hurtado, después de sugerir que con tales desplantes lo que busca Caro es llegar a la presidencia de la central. "Es falso que yo me haya alejado de las bases. No hay departamento ni comisaría que no me conozca" dice, refiriéndose a los sindicatos de la CTC.
¿Aplazó usted el congreso pues se siente débil en este momento? le preguntó SEMANA a Hurtado. No, responde. "Fue trasladado porque hoy no tenemos los 8 millones de pesos que cuesta un evento como ese, que reúne delegados de todas partes del país". Otro gasto que ha hecho la dirigencia de la CTC en los últimos meses fue el de la nueva sede, en la cual han invertido 24 millones, según Hurtado.
¿Quién prevalecerá? Todo indica que Hurtado, jefe máximo de la CTC desde enero de 1978, tiene las de ganar. Aparentemente cuenta con el apoyo de los 35 miembros del comité ejecutivo de la central y del primer vicepresidente, Hugo Becerra. "Lo del compañero Caro es una posición aislada", dijo a SEMANA Raúl Velandia, secretario de prensa de la CTC. "La gestión de Manuel Felipe ha sido muy buena. Sacó de la crisis financiera a la central, que iba a perder la sede central por una hipoteca vencida de 8 millones de pesos. También a unificado la confederación que para el congreso de Cali (de 1978) tenía problemas en ese sentido". agregó.
El respaldo sindical de Caro estaría en Santander, donde él es visto como uno de los artífices de Usitras, novedoso frente sindical que integra a las cuatro centrales en ese departamento.
Lo que no queda del todo claro es sí existen diferencias de fondo entre los dos contendientes. Ambos tienen opiniones semejantes sobre los temas claves del sindicalismo actual: unidad sindical, reforma laboral, salario mínimo y reestructuración del Seguro Social. También dicen que lo de Colpuertos fue un triunfo. Pero las bases, sobre esto último, no piensan igual. SEMANA habló con dos trabajadoras de Colpuertos de Bogotá y ambas coincidieron en decir que la negociación fue una derrota, "por la pérdida de varias conquistas". "El único éxito fue que no pudieron destruir el sindicato", agregaron.
Aunque Hurtado asegura que la polémica terminó "pues el compañero Caro me llamó para decirme que no estaba interesado en continuarla", -lo que fue negado por Caro- todo indica que el próximo congreso de la CTC -que será en Ibagué- la revivirá. Por ahora los contendientes se han replegado para reorganizar sus fuerzas, dejando intacta la unidad de la confederación la cual, según su presidente, es la primera central obrera del país, con un millón 600 mil afiliados encuadrados en 1.800 organizaciones sindicales.