Nación
El presidente de China, Xi Jinping, tiene poder sobre decisiones del Metro de Bogotá
La empresa encargada de la construcción del metro, China Construction Communications Company, pertenece a China y cuenta con la inversión del Gobierno de ese país, por lo que cualquier cambio significativo en el contrato del proyecto debe ser aprobado por el mandatario.
El ambicioso proyecto del Metro de Bogotá continúa siendo motivo de discordia entre el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la alcaldesa de la ciudad, Claudia López. Los desacuerdos se centran en las modificaciones propuestas para la primera línea del metro, especialmente con relación a la opción de construir un tramo subterráneo.
Lo que ha complicado aún más la situación es que la empresa encargada de la construcción del metro, China Construction Communications Company, pertenece a China y cuenta con la inversión del Gobierno de ese país. Por lo tanto, cualquier cambio significativo en el contrato del proyecto debe ser aprobado por el presidente de China, Xi Jinping.
El presidente Petro ha propuesto la construcción de un tramo subterráneo en la primera línea del metro, lo que implicaría que la compañía china renuncie a aproximadamente la mitad del contrato inicial. Esto se debe a que la empresa contratada no cuenta con experiencia en la construcción de metros subterráneos y tendría que subcontratar a otro consorcio para llevar a cabo esta parte del proyecto. Como resultado, se pasaría de construir 24 kilómetros de la línea a tan solo 12 kilómetros.
Ante esta situación, la Sociedad Colombiana de Ingenieros ha expresado su preocupación por el alto costo que implicaría la construcción del tramo subterráneo propuesto por el presidente Petro. La complejidad técnica y los cambios estructurales necesarios podrían elevar significativamente los costos del proyecto, lo que ha generado dudas y debates sobre la viabilidad de esta opción.
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Mientras tanto, la alcaldesa Claudia López ha manifestado su respaldo a la propuesta original de la empresa china, argumentando que la opción de un tramo subterráneo es más costosa y no sería la mejor alternativa para la ciudad. Sin embargo, el presidente Petro insiste en la importancia de la opción subterránea, argumentando que sería más eficiente y permitiría una mejor movilidad en la ciudad.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha manifestado su disposición de viajar a China para tratar el asunto directamente, pero aún no se ha establecido una fecha para esa reunión crucial. La situación es tensa debido a las implicaciones políticas y disputas legales sobre la posibilidad de cambiar el trazado del metro para que sea subterráneo. Aunque hay un contrato firmado que sigue su curso y no puede ser modificado en la actualidad, persisten debates sobre la viabilidad técnica y financiera de la opción preferida por el Gobierno.
Diversos funcionarios gubernamentales, incluyendo al entonces ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, han expresado sus preocupaciones al presidente Petro con relación al elevado costo del proyecto y los posibles riesgos financieros asociados. Han advertido sobre la desfinanciación de la segunda línea del metro y otros proyectos de movilidad, generando un ambiente de incertidumbre en torno al desarrollo de esta importante infraestructura.
En medio de estas tensiones y debates, el futuro del Metro de Bogotá sigue en el limbo, a la espera de una decisión trascendental que redefinirá su curso. Mientras tanto, el presidente Petro y su equipo continúan buscando soluciones viables para avanzar en este emblemático proyecto que busca mejorar la movilidad en la capital colombiana.