POLÍTICA
“El proceso de elección del candidato fue adelantado con total transparencia”: Centro Democrático
Ante la polémica generada, la colectividad anunció que dará a conocer los resultados de las encuestas una vez finalice la auditoría.
El partido Centro Democrático le salió el paso esta tarde a la polémica que se ha generado alrededor de la elección del candidato presidencial de la colectividad para las elecciones del próximo año.
Desde el momento en que se conocieron los resultados de las encuestas, un sector que respalda a la senadora María Fernanda Cabal ha expresado dudas sobre la rigurosidad del proceso y ha puesto a correr la versión extraoficial de un supuesto fraude.
El tema de las pruebas y soportes de los sondeos que convirtieron en ganador a Zuluaga ya está pasando de castaño oscuro y tiene a los militantes en medio de agudas divisiones.
Frente a esta situación, el partido emitió un comunicado en el que asegura que el proceso fue “adelantado con total transparencia”.
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“Las firmas que realizaron la encuesta son YanHaas y el Centro Nacional de Consultoría. Tempo Group realizó la auditoría sobre el 100 % de la muestra, tanto telefónica como presencial. Los compromisarios, en representación de cada precandidato, revisaron y aprobaron por consenso todos los elementos del proceso, como los lugares de encuesta, las muestras, las preguntas filtro, la auditoría, etc.”, indica la comunicación revelada por la colectividad.
La colectividad agrega que todas las encuestas están grabadas en archivos inmodificables.
En aras de la transparencia, según el partido, cada uno de los precandidatos podrá autorizar a quien considere para que pueda tener acceso a las encuestas, salvo al nombre del encuestado por prohibición de la Ley de habeas data.
“El informe preliminar indica que el número de encuestas descartadas por proceso de calidad interno de las encuestadoras es bajo y no produciría cambio alguno en el resultado. Esa cifra se dará una vez termine el proceso de auditoría extendida”, manifiesta el partido.
Si bien el pasado fin de semana, antes de conocerse los resultados, los precandidatos presidenciales acordaron en una universidad en el norte de Bogotá que solo darían a conocer el nombre del ganador, ante la polémica generada la colectividad anunció que dará a conocer los resultados.
“El resultado final de las encuestas, avalado por la auditoría extendida, se publicará inmediatamente esta firma concluya su labor y las personas autorizadas revisen la información solicitada”, concluye el comunicado.
La polémica se empezó a encender desde principios de esta semana, cuando se reveló el ganador de la candidatura. El asunto llegó a tal punto que, según confirmó el congresista del Centro Democrático Gabriel Vallejo en Vicky en SEMANA, la senadora María Fernanda Cabal se salió del grupo de WhatsApp del uribismo y por eso no supo de un desayuno con el candidato Óscar Iván Zuluaga, quien le ganó la nominación a la Presidencia de Colombia por el Centro Democrático. El asunto resultaría menor de no ser por la tensión que hay en esa colectividad desde que el exministro de Hacienda quedó como el candidato oficial de esa colectividad con miras a 2022.
“En el desayuno del día de ayer, que dice la doctora María Fernanda Cabal que no la invitaron, es la realidad y la verdad, fue convocado por la bancada de congresistas del Centro Democrático, se programa martes en horas de la mañana y la invitación se envía al chat del grupo de congresistas. Al chat que tenemos tanto senadores como representantes. La doctora María Fernanda Cabal, infortunadamente, hace unos 15 días se salió del grupo y realmente no la habíamos vuelto a agregar al grupo de chat de la bancada”, aseguró Vallejo.
El reto para Zuluaga
Al margen de esta polémica, Zuluaga tiene muchos retos en su carrera hacia la Presidencia. El inmediato es encontrar aliados para meterse en una consulta interpartidista, en marzo próximo, que le permita ganar más espacio político.
La campaña presidencial de Zuluaga tiene que luchar contra la corriente. Hoy el viento no está enteramente a su favor, como sí lo estuvo para el uribismo durante casi dos décadas.
Tendrá que caminar como ‘un gato sobre porcelanas’ para no apostatar de un gobierno de su partido que tiene los más bajos índices de aprobación, pero del cual no podrá tomar tampoco toda la distancia que quisiera, porque entre otras cosas no es su talante.
