El proyecto que busca que no se pueda fumar en los parques de Bogotá

Son muchas las iniciativas que se han hecho para reducir el consumo de tabaco. Se ha subido el precio de los cigarrillos, se han puesto imágenes perturbadoras en las cajetillas y además parte de los impuestos de estos productos se destina a campañas preventivas. Sin embargo, el tabaco sigue matando a cerca de 7 millones de personas al año en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud. Un millón del total es fumador pasivo.

En Colombia ha habido avances importantes. Según el Ministerio de Salud, en el año 2000, el 19 por ciento de la población fumaba. En 2018 la cifra ya va en 9 por ciento, del cual el 15 por ciento está en Bogotá, según cifras de esa cartera. Pero todavía es necesario invertir cerca de 4 billones de pesos en enfermedades respiratorias asociadas al consumo de tabaco.

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Frente a esta situación ha surgido una iniciativa que seguramente será muy polémica. El concejal de Bogotá Jorge Durán, quien en 2012 promovió la prohibición del consumo de cigarrillo en espacios privados abiertos al público como restaurantes, estadios y otros establecimientos comerciales, quiere llevar la prohibición a los parques de Bogotá.

“La idea es que estos lugares, donde generalmente hay niños y adultos mayores, esté libre de humo y se garantice el derecho a un ambiente sano y el derecho a la salud”, dijo a SEMANA.

Esta iniciativa ya ha sido aprobada en la municipalidad de Los Condes de Chile donde se prohibió fumar cigarrillo en más de 500 plazas y parques. En Nueva York tampoco es posible consumir tabaco en playas o parques. Esta misma iniciativa se acogió en algunas ciudades de Francia y España, donde no se puede fumar en parques infantiles.

Los ponentes del proyecto son Roberto Hinestrosa y Edward Árias. El primero le dijo a SEMANA que la ponencia es positiva y que está de acuerdo con la iniciativa. Hinestrosa aseguró que la medida no solo impactará en la salud de los bogotanos sino también del ambiente. “Según Ocean, en el planeta se fuman 6.000 millones de cigarrillos al año y 4.000 millones de colillas terminan afectando la flora y la fauna. En Bogotá se hablan de 95 millones de colillas por año”.

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El proyecto estaría amparado por el Código Nacional de Policía y Convivencia de 2016. En su artículo 140 establece que está prohibido consumir alcohol o sustancias psicoactivas en estadios, coliseos, centros deportivos, en centros de salud y en general en el espacio público. A este artículo, en caso de ser aprobado el proyecto, se le agregaría la prohibición del consumo de tabaco. “Además, también reduciría el consumo de drogas. Los parques en muchos casos se han convertido en los lugares de encuentro de amigos para consumir”.

Para Julián Quintero, experto en activista y experto en políticas de drogas, el prohibicionismo no ha dado resultados en la lucha contra ninguna droga. Asegura que una una medida así podría estar segregando a los consumidores de tabaco. Agregó que es más dañino y riesgoso para la salud de los que ya consumen tabaco fumar en espacios cerrados. Quintero piensa que se podrían hacer esfuerzos más bien en promover el uso de cigarrillos electrónicos, vaporizadores y otros elementos que reducen el consumo del tabaco.

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Al proyecto todavía le falta la presentación en la de comisión de gobierno y luego iría a la plenaria. La iniciativa se ha presentado en múltiples oportunidades, pero esta es la primera vez que llegará con ponencia positiva. Todavía no se sabe nada de las posibles sanciones, pero podrían ser similares a las que se reciben por consumir licor en vía pública.