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Director ejecutivo de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco. | Foto: Archivo Semana

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“El socialismo del siglo XXI, desesperado por los secretos de un ‘empresario’ colombiano”, José Miguel Vivanco

La extradición de Álex Saab hacia Estados Unidos generó una reacción airada del Gobierno de Venezuela.

17 de octubre de 2021

Álex Saab, el empresario colombiano en poder de las autoridades de Estados Unidos, tendría la llave sobre varias triquiñuelas del presidente Nicolás Maduro. Saab se habría convertido en su testaferro y conocería varios secretos oscuros del llamado régimen.

Precisamente quien reaccionó en las últimas horas sobre los efectos de la extradición de Saab a Estados Unidos fue José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, quien hizo una fuerte crítica al Gobierno venezolano por las decisiones que tomó luego de que se conociera que Saab estaba en poder de las autoridades norteamericanas. Con el siguiente trino, Vivanco se refirió a la situación del empresario colombiano:

“Las retaliaciones mafiosas de Maduro por la extradición de Saab: 1. Suspensión de diálogos en México. 2. Persecución de Roberto Deniz. 3. Encarcelamiento de seis ejecutivos petroleros americanos. El socialismo del siglo XXI, desesperado por los secretos de un ’empresario’ colombiano”.

El envío de Saab por parte de las autoridades de Cabo Verde a los Estados Unidos generó la reacción del presidente Iván Duque, quien señaló que la “extradición de Álex Saab es un triunfo en la lucha contra el narcotráfico, el lavado de activos y la corrupción que ha propiciado la dictadura de Nicolás Maduro. Colombia ha apoyado y seguirá apoyando a los EE. UU. en investigación contra red de crimen trasnacional liderada por Saab”.

Este pronunciamiento del jefe de Estado no cayó bien en Caracas y generó la reacción de Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, quien apuntó contra Duque. “La justicia internacional se redimiría si el jefe del narcoestado, principal productor de cocaína del mundo, @IvanDuque se entregara. ¡El paramilitarismo colombiano, el narcotráfico y las bandas criminales forman parte del entramado que sostiene este emporio de la droga!”, dijo.

En otro trino, Rodríguez señaló que, “a diferencia de quienes promueven la producción y el tráfico de drogas como sustento del Estado colombiano y de su economía, Álex Saab es un diplomático venezolano inocente, víctima de secuestro y violación de sus derechos humanos que ha servido a nuestro país frente al inmoral bloqueo imperial”.

¿Quién es Álex Saab?

Álex Saab, el empresario barranquillero, se habría convertido en un estratégico socio de Nicolás Maduro para cometer múltiples irregularidades con el plan nacional de alimentación de Venezuela.

El triángulo de este entramado de corrupción pasa por los países de México, Colombia y Venezuela. Recientemente, las autoridades mexicanas indicaron que se había confiscado un importante cargamento de alimentos.

“De acuerdo con la investigación, un grupo de personas y empresas obtienen recursos públicos venezolanos, los desvían de sus fines humanitarios y a cambio adquieren alimentos con los que especulan aprovechándose del desabastecimiento y la carestía que aqueja a Venezuela”, dijo Alonso Israel Lira, vicefiscal de México.

El funcionario explicó que la trama funcionaba en tres pasos: 1) comprar toneladas de alimentos de baja calidad; 2) exportarlos a Venezuela con sobreprecio, y 3) revenderlos al Estado venezolano (e indirectamente a la población) por medio de los CLAP, por un precio 112 % mayor al costo real.

Lo que se sabe del caso es que el andamiaje de corrupción estatal involucra a decenas de intermediarios menores en cada país, una treintena de empresas (la mayoría de papel) y a un puñado de ‘cerebros’, que se benefician de un millonario negocio que hace del hambre una mina de oro.

Para las autoridades de los países involucrados el asunto presenta, por un lado, el desafío de develar la red de corrupción que lidera el propio Maduro y, por otro, no agravar la hambruna que azota a la población venezolana, cuyo éxodo ya se estima en cuatro millones de personas que deambulan por el continente en busca de un futuro.