El sueño incumplido de Carlos Holmes Trujillo

Alcalde, ministro de cuatro carteras, diplomático y candidato presidencial, así fue la carrera política de Carlos Holmes Trujillo, quien falleció en la madrugada de este martes en una unidad de cuidado intensivo del Hospital Militar, en Bogotá, tras sufrir complicaciones a causa de covid-19.

En un breve comunicado, la Casa de Nariño reveló que el ministro, de 69 años, murió a la 1:53 de la madrugada de este 26 de enero. El alto funcionario estaba hospitalizado desde el pasado 11 de enero, en la ciudad de Barranquilla, e ingresó al Hospital Militar Central el miércoles 13 de enero.

El día 15 de enero fue trasladado a la unidad de cuidado intensivo por deterioro agudo de su función pulmonar, señala el reporte, que explica el deceso debido a una “patología neumonía viral grave por Sars-CoV2″.

Carlos Holmes Trujillo nació en Cartago, Valle del Cauca, y fue el mayor de dos hijos del matrimonio entre Genoveva García y Carlos Holmes Trujillo Miranda, de quien aprendió su entrega al servicio público, pues su padre fue congresista, diplomático, alcalde de Cali y gobernador del Valle.

Trujillo estuvo casado con Alba Lucía Anaya, fue padre de cuatro hijos y se definía a sí mismo como un “politécnico”. Su trayectoria pública lo llevó a ocupar varios cargos, como cónsul en Tokio, secretario de Hacienda de Cali, presidente de Fedemetal, codirector del Partido Liberal, alcalde de Cali, miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, jefe de las carteras de Educación, Interior, Relaciones Exteriores y Defensa, y en dos ocasiones candidato a la Presidencia de la República.

En una entrevista con SEMANA publicada en septiembre de 1994, cuando fue nombrado alto consejero de paz por el entonces presidente Ernesto Samper, Trujillo consideraba que la paz era responsabilidad “de toda la sociedad colombiana”, uno de los compromisos indeclinables que asumió el fallecido ministro, de quien el presidente Duque destacó que “estaba siempre en el territorio, cercano a la gente, amando a nuestras Fuerzas Militares y sus familiares”.

“Carlos Holmes Trujillo nos deja, parte de este mundo terrenal en cumplimiento del deber, enfrentando a un enemigo invisible como es esta dolorosa pandemia. Murió lleno de logros y de proyectos, de honores y de sencillez. Su vida fue la encarnación del patriotismo”, dijo en un emotivo mensaje el primer mandatario al confirmar la noticia del deceso.

Esa importancia de la búsqueda de la paz lo retrató en un libro publicado en 2002, titulado Al Oído de Uribe: Cómo iniciar un nuevo proceso de paz en Colombia, texto en que él y otros exconsejeros de paz daban al entonces presidente Álvaro Uribe sus recomendaciones sobre cómo veían el conflicto y cómo iniciar un nuevo proceso de paz en el país.

Junto a su hermano, el exsenador José Renán Trujillo, Carlos Holmes heredó de su padre capital político y llegó a convertirse en uno de los estandartes del Centro Democrático.

Fue también uno de los funcionarios más visibles del gobierno del presidente Duque, en el que inició como ministro de Relaciones Exteriores, en 2018, teniendo un reconocida y crítica gestión contra el vecino gobierno de Venezuela y, luego, tras la salida del ministro de Defensa Guillermo Botero, asumió este cargo en noviembre de 2019.

Trujillo entregó su vida al país, pero tuvo un sueño incumplido. En varias ocasiones intentó llegar a la Casa de Nariño, primero participó en la consulta que realizaron con el exministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga y con el hoy embajador en Estados Unidos Francisco Santos.

Los tres con la intención de arrebatarle el poder al entonces presidente Juan Manuel Santos, que era considerado un traidor para el uribismo. Holmes perdió, pero se sumó a la campaña de Zuluaga como fórmula a la vicepresidencia. Perdieron en la segunda vuelta cuando, en 2014, Santos fue reelegido.

Trujillo insistió con su intención de ser presidente. Cuatro años después se presentó nuevamente como precandidato. En esta ocasión los candidatos eran el senador Iván Duque y la también exministra de Defensa Marta Lucía Ramírez. Nuevamente fue derrotado en las urnas, pero fiel a la construcción del uribismo, aceptó la derrota y se convirtió en uno de los altos funcionarios más importantes del Gobierno Duque, en el que hasta hoy estuvo al frente de uno de los temas más espinosos: la seguridad y la defensa del país.

El presidente Duque, al recordar al ministro, resaltó su figura como un “gran colombiano” y prometió honrar su memoria actuando “conforme a sus virtudes, inspirado por su esfuerzo y abnegación, y motivado por su entrega indeclinable al servicio público. Gracias amigo, gracias compañeros, gracias ministro, gracias inigualable ser humano”.