Nación
Él es el diseñador que le hace los vestidos de colores a Francia Márquez y que está de moda
La conmovedora historia del joven desplazado por el conflicto, que narra el territorio.
Esteban Sinisterra es un joven diseñador de 23 años de edad, apasionado por la moda. Nacido en Santa Bárbara de Iscuandé, municipio de Nariño, es el autor intelectual y material de las fantásticas prendas que ha lucido la aspirante a la Vicepresidencia del Pacto Histórico, Francia Márquez.
El muchacho fue desplazado por la violencia que azotó fuertemente al país, a la edad de 6 años y contó a SEMANA: “Llegué con mi familia a Guapi (Cauca) y luego a Buenaventura (Valle del Cauca) con 7 años más o menos”. Allí creció, en la Comuna 12 del barrio Cabal Pombo y terminó sus estudios como bachiller en el colegio.
En la institución educativa Liceo del Pacifico Técnicos Comerciales, “líderes del comercio colombiano”, la idea se gestó dada la formación que allí recibía y el proyecto de la marca de ropa Esteban African, a sus 15 años, “nació por la necesidad de aportar recursos a mi casa y mejorar la calidad de vida en mi familia en 2015″, asegura.
“Yo considero que hay que narrar el territorio, cuando narra voces silenciadas, es una forma de protesta y decir ‘esto tenemos, esto somos’, es lo que nos caracteriza como pueblo con identidad, y es forma de visibilizar el territorio, por medio del diseño étnico de la diáspora africana”, afirma.
Actualmente es estudiante de la Universidad Santiago de Cali, al igual que la líder social que modela sus diseños en los eventos públicos. Va en 6.° semestre de trabajo social (no de diseño, como se esperaría). “Debido al contexto del Pacífico en el territorio, pues ver a un hombre haciendo vestidos rompe con el marco de cómo se conciben los roles del hombre”, manifiesta el talentoso estudiante.
El diseñador comentó cómo conoció a Márquez: “Francia me llama y me dice: ‘vea, es que me lo recomendaron, porque hace unos vestidos muy lindos y queremos que usted me vista’. Yo sabía que ella era una líder social del territorio y referente de la mujer negra. Estaba impactado de tenerla en mi casa. Mas, tuve que decirle que no podía atenderla. A la semana ella me llamó y le digo que no puedo recibirla porque tenía unos clientes antes y ella me dice: ‘ya me le metí al rancho’, entonces me devolví”.
Afirma que siempre ha admirado a Francia, independientemente del resultado del 13 de marzo. En ese momento, ella no había anunciado su candidatura a la Presidencia, pero había rumores. Dice: “Quienes la conocemos y sabemos de su lucha, Francia es esperanza para el territorio del Pacífico”.
“Cuando la vi, dije yo: ¡no lo puedo creer, vino para que le tome las medidas! Me dio un abrazo y un beso. Fue un momento muy emotivo para mí, porque ella fue una de las líderes sociales que expuso las condiciones en las que han destruido el río que nos pertenece”, añade.
Esteban ratifica que cuando Márquez anunció su candidatura a la Presidencia y volvió y lo contactó, se volvió grandioso, después se dijo a sí mismo: “es poderoso lo que está pasando, tanto para mí como para mi comunidad, lo que está pasando con Francia es muy emotivo”.
“Por temas de estudio y querer mejorar, vivo en Cali y para poder posicionar la marca. Uno tiene que salir del territorio porque no hay garantías, para poder forjarse y cumplir sus objetivos. Hay quienes sí logran cumplirlos, pero se hace más difícil cuando no hay una educación superior en el territorio”, comentó con tristeza.
“Me daban 30 mil para la semana, de ahí sacaba para los pasajes, copias y el desayuno, además que estudiaba en ambas jornadas; yo guardaba 20 mil, compraba dulces para venderlos y poder comprar lo que necesitaba, es decir, dejaba de comprar cosas de necesidades básicas para apostarle a mi marca, Esteban African, como hilos, agujas, botones, una serie de cosas para hacer una buena costura”, expresó el nariñense.
El diseñador resaltó que en Buenaventura se necesita espacio para desarrollar las habilidades que tienen los jóvenes cuando deciden “yo quiero esto para mi vida y necesitan un empujoncito, una mano amiga que diga tengo estos materiales”.
Cuenta también que empezó vendiéndoles a sus amigos, primos. “Yo me vestía y causaba ese impacto, yo me vendía, y luego me preguntaban si podía hacer esto o lo otro, así fui adquiriendo la habilidad, interiorizando los cuerpos de las personas, para transmitir el medio de la moda”.
“Con Francia esto continúa interiorizando su cuerpo, narrando el territorio; más que vestidos bonitos, son la muestra de un pueblo que existe y resiste. Tuve que meterme al clóset de Francia y ver sus gustos, conocerla, jugar con ella desde lo que ella me podía ofrecer a mí para poder crear”, manifestó.
El vestido que tenía el 13 de marzo es un estampado africano, contó que “es uno de sus favoritos y como significado tiene las canastas con las cuales las mujeres de Ghana, África, recogen las piñas en el mercado, y ella lo usó porque recogían esos resultados que esperaban, recoger esos frutos del trabajo de campaña”.