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“El trato que usted nos dio a Clara y a mí fue diferente”: el doloroso reclamo de Ingrid Betancourt a Joaquín Gómez
“Es inexacto pintar esto como si fuera algo idílico, nosotras íbamos a la rancha y no había carne, nunca la hubo (…). Había dos gallinas y olíamos el huevo frito por las mañanas, pero eso nunca fue para nosotras”, dijo la excandidata.
Apenas tres minutos tuvo cada exsecuestrado para enfrentar a sus verdugos en la audiencia de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). Ingrid Betancourt aprovechó ese tiempo para hacer algunos reclamos y dejar algunas claridades. El más doloroso: el trato diferente e indigno que recibían tanto ella como Clara Rojas, incluso ante las condiciones precarias del secuestro de sus compañeros.
“El trato que usted nos dio a Clara y a mí fue diferente”, le dijo al excomandante Joaquín Gómez, presente en la diligencia. “A nosotros no nos trataban igual”, recalcó.
La excandidata mostró su dolor por esas diferencias y humillaciones que han querido ser presentadas por los exmiembros de las Farc de manera diferente en los últimos meses. Sin mencionarlo, reaccionó a la narrativa que han querido imponer afirmaciones como la de Sandra Ramírez, que dijo que los secuestrados tenían “su camita” y “su cambuche”, cuando era evidente para el mundo entero que vivían amarrados con pesadas cadenas y sufrían todo tipo de vejámenes.
“Es inexacto pintar esto como si fuera algo idílico, nosotras íbamos a la rancha y no había carne, nunca la hubo (…). Había dos gallinas y olíamos el huevo frito por las mañanas, pero eso nunca fue para nosotras, era para sus hombres, entonces a nosotras (en referencia a Clara Rojas) nunca nos trataron igual”.
Ingrid narró que agradecía un gesto: el excomandante les hizo un “espacio diferente” con un entablado y puerta cerrada a Betancourt y Rojas, prohibiéndoles a los guerrilleros entrar ahí, puesto que ese espacio era “como una embajada y eso se lo agradezco porque antes de eso sufrimos abuso y maltrato”.
Betancourt quiso aclarar varios detalles sobre los hechos que rodearon su secuestro de parte de la guerrilla de las Farc en febrero de 2002, cuando se movilizaba por San Vicente del Caguán, en Caquetá.
En medio de la diligencia de reconocimiento de la verdad en la que participan siete exintegrantes del Secretariado de las Farc, Betancourt manifestó que hay muchos hechos que deben ser aclarados por los excomandantes guerrilleros.
“Yo no pedí que me llevaran en helicóptero a San Vicente, me ofrecieron llevarme, esa fue una estrategia para retrasar mi salida del aeropuerto para que yo llegara después del presidente (Andrés) Pastrana”, recordó.
Betancourt recalcó que jamás tuvo conversación con el jefe de Estado, citando que existen evidencias que demuestran que él jamás le dirigió la palabra en esa oportunidad.
En medio del cautiverio, los guerrilleros de las Farc le narraron a Ingrid Betancourt que una persona del aeropuerto les informó que ella iba a tomar la carretera rumbo a San Vicente del Caguán. “Por esa razón me estaban esperando a mí y no a otra persona”.
“Personas antes de mí llegaron a San Vicente, personas que cogieron la carretera después llegaron, yo fui la única secuestrada, eso fue alguien que les avisó a ustedes”, precisó.
Betancourt le reconoció al excomandante guerrillero Milton de Jesús Toncel el trato diferencial que le dio durante el cautiverio, sin embargo, lo cuestionó por presentar el acto como una muestra de humanidad.
Para la excandidata presidencial, “cada palabra que ustedes dicen es como una daga en el corazón, no son simplemente comentarios o narrativas neutras”.
Las preguntas de las otras víctimas
Sigifredo López les pidió a los excomandantes de las Farc que aclaren quién dio información sobre los doce diputados del Valle del Cauca que fueron secuestrados en la Asamblea el 11 de abril de 2002. Igualmente, que entreguen toda la información sobre la forma en que se planeó y ejecutó el secuestro masivo.
Durante su intervención, López –quien fue el único sobreviviente- manifestó que es necesario que se aclare quién ordenó el secuestro, si recibió colaboración de civiles y cómo se ordenó el fusilamiento de sus compañeros. Frente a este caso, el exjefe guerrillero Pablo Catatumbo reconoció que Alfonso Cano junto a JJ y Franco Benavides ordenaron el secuestro de los diputados.
Catatumbo aseguró que ellos mismos le enviaron información a la Fiscalía General para desmentir las acusaciones que existían en contra de Sigifredo López, indicando que nunca tuvo participación o conocimiento en el secuestro de los diputados.
Igualmente, el excongresista Orlando Beltrán pidió aclarar sobre el asesinato de los concejales en el municipio de Rivera (Huila) el 26 de febrero de 2006. “¿Quién hizo el negocio?”, preguntó. “En Neiva asaltaron el edificio de Miraflores, sabemos que hubo la presencia de muchos civiles que contribuyeron, ¿por qué se queda usted callado? En Neiva secuestraron un avión, que no es cualquier evento, pues secuestraron al senador Jorge Géchem Turbay, usted se queda callado”.