NACIÓN

Andrés Felipe Arias, la otra cruzada del uribismo

Seis congresistas del Centro Democrático viajan a Europa y a Estados Unidos para denunciar lo que consideran una “persecución política” contra el exministro de Agricultura. ¿Servirá de algo?

1 de mayo de 2017
| Foto: Presidencia de la República

Andrés Felipe Arias nunca ha estado solo. A pesar del fallo que profirió en su contra la Corte Suprema de Justicia (el 16 de julio del 2014 cuando lo condenó a 17 años de prisión por el caso Agro Ingreso Seguro), el exministro ha contado con un grupo de personalidades, en especial de la derecha que han abogado por su causa. Muchos de ellos lo han acompañado en las audiencias del proceso de extradición que enfrenta en los Estados Unidos, pero ahora, cuando la decisión de la justicia puede estar cerca el uribismo ha comenzado una nueva etapa en su defensa.

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El pasado 3 de marzo, el Centro Democrático designó una comisión conformada por los senadores Jaime Amín, Alfredo Ramos y Daniel Cabrales; y los representantes a la Cámara María Fernanda Cabal, Pierre García y Ciro Ramírez “para que entren en contacto de inmediato con congresistas de Estados Unidos, con la Embajada de los Estados Unidos en Colombia, con la administración del Presidente Trump y con la delegación de Naciones Unidas en Colombia, con el propósito de hacer visibles las injusticias que se comenten contra Andrés Felipe Arias y demás compañeros de Gobierno injustamente perseguidos”, decía el comunicado emitido por ese partido.

A la semana siguiente, Cabrales y Ramos ya estaban montados en un avión rumbo a Estados Unidos con el fin de solicitarle al Departamento de Justicia de ese país permiso para que el exministro Arias pudiera argumentar su solicitud de asilo político. Además de las citas oficiales, los congresistas se pasearon por diferentes medios de comunicación para hacer pública la supuesta persecución política en este proceso.

Estas gestiones en el exterior no son nuevas, pero sí llegan en un momento distinto. Desde hace unos años el expresidente Álvaro Uribe y varios escuderos suyos han viajado a diferentes países para exponer sus tesis del proceso de paz. Y la defensa del exministro Arias está en el marco de esas reuniones “diplomáticas” que el Centro Democrático ha adelantado -especialmente desde inicios de este año- a EU, España, Italia y Alemania con el fin de exponerle a actores políticos y medios de comunicación sus reparos frente al gobierno Santos.  

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Uribismo, “marchando” por Arias

Esta ‘cruzada’ apenas comienza y tiene varios puntos de estrategia política y mediática que el Centro Democrático ha definido para defender a Arias en el exterior.  

El senador antioqueño Alfredo Ramos le dijo a Semana.com que el primer punto que definieron fue hablar con la Embajada de Estados Unidos en Colombia, especialmente con la Oficina de Asuntos Políticos. Allí ya han tenido algunos acercamientos con el fin de llegarle al jefe de ese edificio, el embajador Kevin Whitaker.

"Sabemos que el embajador no se va a sentar de primerazo con nosotros, porque él finalmente tiene un tema diplomático complejo. No pudimos hacer esa reunión el jueves de la semana pasada porque nos la dieron de un día para otro. Entonces, la reunión quedó reprogramada para después de Semana Santa", explicó el congresista.

A nivel internacional tienen varias reuniones fechadas. Alfredo Ramos sostuvo que tenía programada una reunión en Tirana, Albania, la primera semana de abril, para representar al Centro Democrático en el congreso internacional de la ACRE, la Alianza de los Conservadores y Reformistas Europeos, en la que están, además, el Partido Republicano de Estados Unidos, el Partido Liberal de Australia, el Partido Conservador de Canadá, entre otros. Sin embargo, no pudo asistir porque debía estar presente en el Senado el domingo 9 de abril, en el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas.

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En esa convención internacional el senador tenía pensado exponer los motivos que el partido tiene para calificar de persecución el caso de Andrés Felipe Arias y las inconsistencias, según ellos, por parte de la justicia colombiana. Además, iba a hablar del resultado del plebiscito y del desconocimiento del resultado, como en varias ocasiones lo ha expresado la bancada uribista. Pero tendrá que ser en otro escenario que aún está por definir.

En materia de apoyo legislativo estadounidense, ya cuenta con una comisión accidental que conoce su petición y les está ayudando en los trámites para llegar a varios congresistas de ese país. Daniel Cabrales le dijo a este medio que esa comisión está liderada por los congresistas republicanos de la Florida Mario Díaz Balart, Carlos Curbelo e Ileana Ros.

Y justamente Ramos y su compañera de bancada, la representante María Fernanda Cabal, viajaron el jueves 27 de abril a Washington para reunirse con Ros y Díaz Balart. Al día siguiente, se encontraron con un súper poderoso diplomático, el secretario de la OEA, Luis Almagro.

“Fueron reuniones muy francas, contando lo que está sucediendo en Colombia, los riesgos a la democracia y haber violado el plebiscito, haber tramitado el ‘fast track’ a través de un Congreso que se cercena en sus competencias. Son temas que a Estados Unidos le duele. También hablamos de la persecución política, como es el caso de Andrés Felipe Arias, donde la canciller (Holguín) y Juan Manuel Santos se han ensañado con él”, explicó el senador antioqueño.

Un escenario en el que podrían tener mucho éxito, pues es de público conocimiento la relación que tiene el expresidente Uribe con el senador republicano de la Florida, Marco Rubio. Ambos sienten el mismo rechazo por el ‘castrismo’.

La agenda internacional no se quedará en la capital de Estados Unidos. La siguiente parada será en Nueva York. Allí buscan llegar a las instalaciones de la ONU con el fin de entrar al despacho de varios diplomáticos.

Mientras tanto, en el Congreso, en Colombia, seguirán defendiendo la tesis de persecución política contra Arias y otros exfuncionarios de la era Uribe. Ya le tienen preparado un debate de control político a la canciller, María Ángela Holguín, para que explique por qué dijo que sí hay tratado de extradición con Estados Unidos. Es más, el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, les confirmó que el debate será programado para los próximos días.

Muchos en el Centro Democrático han definido esta labor como una de las principales tareas en la agenda del uribismo, y más frente a la contienda electoral que está calentando motores. Según ellos, el fin no es presionar al gobierno estadounidense como, dicen, sí lo hace Santos con la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia.

Por eso, todos los parlamentarios tienen la misión de participar y apoyar la causa, porque "toda la comisión tiene el deber de estar en esas reuniones con el Congreso y gobierno de Estados Unidos, y también es importante decir que vamos solicitarle cita al Departamento de Justicia de Estados Unidos sin interferir en la imparcialidad", dijo Cabrales.

Los efectos de esa gira uribista aún están por verse, pero lo cierto es que frente a la incertidumbre que genera el gobierno de Trump, existe una mayor expectativa de que esas voces tengan más eco que en el pasado. Arias, sin embargo, está pendiente de una decisión que tiene más un carácter más judicial que político, y es poco probable que las declaraciones del Centro Democrático puedan incidir en un tema tan técnico como es la extradición.

En lo que sí pueden incidir es en el proceso de asilo que tramita paralelamente el ex ministro en Estados Unidos. Y este tiene un significado político importante pues si se lo niegan se entenderá que el gobierno de Estados Unidos no entiende que el Centro Democrático vive una persecución judicial. Pero si le conceden esa protección, quedaría la sensación de que en Colombia ese grupo no tiene garantías ante el aparato judicial. Por eso, el gran interrogante será cuál de los dos procesos, la extradición o el asilo, se resuelve primero.