Nación
El “vainazo” del fiscal Barbosa a los alcaldes
Francisco Barbosa les pidió a los mandatarios locales dejar de “especular” con la seguridad y los procesos de investigación. ¿El señalamiento tiene nombre propio?
En el cierre de su intervención en la Asamblea del BID, el fiscal Francisco Barbosa lanzó un mensaje, sin nombre propio, a los alcaldes en las diferentes regiones del país, para que dejen de especular sobre lo que pasa en sus ciudades en materia de seguridad e investigación criminal.
Antes de agradecer la invitación a la Asamblea, el fiscal aseguró que muchos mandatarios locales estarían usurpando competencias que están en cabeza de la Fiscalía, como jefe de la Policía Judicial del país. Según Barbosa, algunos alcaldes –sin decir nombres ni ciudades– están omitiendo su función en temas de seguridad y, al contrario, lo que hacen es “especular”.
“No se puede permitir que haya alcaldes en este país que omitan su función frente a los temas de seguridad ni que obvien su tarea y su responsabilidad y crean finalmente que el objetivo es especular alrededor de lo que ocurre dentro de sus regiones, porque la única entidad que puede dar certezas en este país de lo que está ocurriendo, desde el punto de vista de la investigación criminal, es la Fiscalía General de la Nación, a través de la inteligencia criminal que se deriva de los expedientes, que nosotros conocemos y detectamos en el marco de nuestra gerencia territorial”, advirtió con contundencia el fiscal.
Pero sí entregó nombres de alcaldes, al referirse a quienes estarían cumpliendo bien su tarea, como el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo. Aseguró que hace bien el trabajo de proteger a los ciudadanos y por eso anticipó que en la capital del Atlántico se construirá un búnker para la entidad como el gran escenario de investigación de la región Caribe.
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“La seguridad urbana es fundamental trabajando con algunos alcaldes. Rescató, además, el trabajo que se ha hecho en la ciudad de Barranquilla. Por ejemplo, con el alcalde Jaime Pumarejo hemos avanzado en estrategias para establecer estructuras importantes”, dijo el fiscal.
El fiscal Barbosa resaltó la importancia del trabajo articulado entre instituciones para conseguir un fin común: la desarticulación de las organizaciones criminales y devolverle la seguridad a las regiones más afectadas con la delincuencia.
“Se trata de la articulación con las instituciones, los territorios de legalidad, rodear los territorios de justicia, rodear los territorios de inteligencia criminal para, repito, poder perseguir adecuadamente esos fenómenos criminales en estos escenarios... por supuesto, llevaron a que la Fiscalía planteara este desafío del dimensionamiento digital”, advirtió el jefe del ente acusador.
En el mismo evento, el fiscal hizo una grave denuncia por lo que consideró un aumento “masivo” de los cultivos ilícitos en diferentes departamentos del país, principalmente los más afectados con el negocio del narcotráfico, como Cauca, Nariño y Putumayo. “Quisiera hacer una reflexión importante en Colombia… hemos venido observando con muchísima preocupación el aumento masivo de cultivos ilícitos en el territorio nacional”.
“Es una desgracia lo que está ocurriendo en algunos lugares del territorio nacional. Esa circunstancia está llevando a que los grupos armados organizados tengan un flujo de recursos para adquirir el poder de desarticular la institucionalidad”, dijo Barbosa en su intervención en la Asamblea del BID celebrada en la ciudad de Barranquilla.
Aseguró el fiscal que ese aumento, al mismo tiempo, se convierte en fenómenos de violencia en esos territorios, con el fortalecimiento de organizaciones criminales o incluso la conformación de otras que azotan las regiones y a las comunidades, las principales afectadas con el aumento de esos cultivos ilegales.
Incluso advirtió que ya ni siquiera se habla de disidencias de las FARC; ahora se hacen llamar FARC-EP y se estarían uniendo con otras organizaciones criminales con “comandos armados” en el Pacífico colombiano, y él como fiscal puede dar fe de esa peligrosa situación que calificó de “elemento de conflicto y de guerra”.