El Zarco toca las puertas de la JEP y su declaración podría abrir un nuevo capítulo en procesos de falsos positivos

Por muchos años, Luis Jhon Castro Ramírez, alias El Zarco, fue uno de los hombres más buscados por las autoridades colombianas. El exguerrillero del ELN se había fugado cuando era trasladado a una cárcel en Bogotá y, gracias a su habilidad y contactos, logró fugarse a España. Después de muchos años fue detenido en ese país para dar inicio a un complejo proceso de deportación.

En su contra existían varios procesos penales relacionados con el reclutamiento de jóvenes que fueron presentados como guerrilleros o integrantes de bandas criminales en combates con las Fuerzas Militares en varias regiones del país. Todo esto a cambio de una millonaria comisión que le era cancelada por las respectivas brigadas.

Tras su llegada al país, en septiembre de 2021, la Fiscalía General lo vinculó formalmente con catorce reclutamientos en Cali y otros municipios del Valle del Cauca. En el documento se reseñaba que el hombre engañaba a jóvenes, principalmente, con ofertas de trabajo en el Tolima. En un punto se los entregaba a los militares que presentaron a los civiles como integrantes de grupos criminales ‘abatidos’ durante supuestos procedimientos contra el secuestro y la extorsión. Seis fallecieron en la finca Los Mangos de la vereda Potreritos, en Ibagué, el 28 de febrero de 2008; otros dos murieron en el Guamo, el 30 de marzo, y seis más en Coyaima, el 23 de junio del mismo año.

Durante las inspecciones a los cuerpos, algunas de las víctimas fueron encontradas con armas en las manos; sin embargo, los estudios forenses y las actividades investigativas evidenciaron que no tenían rastros de disparos o pólvora. Asimismo, se estableció que las escenas de los hechos fueron alteradas. En los procesos penales contra los militares se mencionó por primera vez el nombre de El Zarco, a quien señalaron como el encargado de ubicar a los civiles y trasladarlos al departamento del Tolima.

En su momento, las tropas detallaron en los reportes operacionales que, en todos los casos, se registraron enfrentamientos armados. Durante las inspecciones a los cuerpos, algunas de las víctimas fueron encontradas con armas en las manos; sin embargo, los estudios forenses y las actividades investigativas evidenciaron que no tenían rastros de disparos o pólvora. Asimismo, se estableció que las escenas de los hechos fueron alteradas.

Pese a que en un principio se declaró inocente de los homicidios en persona protegida y concierto para delinquir agravado, poco tiempo después El Zarco manifestó su interés de colaborar con la justicia, entregando información sobre oficiales que tenían conocimiento de sus acciones ilegales y el pago de las comisiones por el reclutamiento de las víctimas.

La Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) evalúa el caso para determinar si acepta o no su sometimiento. En días recientes le solicitó al procesado que suscriba la respectiva acta de sometimiento y envíe un documento con sus compromisos, entre estos “el nombre de las víctimas en caso de haberlas y detalle la relación de dichos hechos con el conflicto armado, además de los datos que estime pertinentes, distintos a los ya aportados”.

El Zarco, quien se presentó como un tercero civil, deberá indicar “el delito o delitos por los cuales ha sido procesado y condenado, lugar y fecha de los hechos”. De cumplir todos los requisitos podrá recibir varios de los beneficios, entre los que se encuentran la libertad condicional.

Su declaración podría abrir un nuevo capítulo al escándalo de los falsos positivos en el país, puesto que daría información sobre personas que hasta el momento no han sido vinculadas.