POLÍTICA
La pelea por los votos de Bogotá está para alquilar balcón
Con la inscripción de las listas al Congreso los partidos políticos destaparon sus cartas para conquistar los más de 5 millones de votos que hay en la capital. Por si fuera poco la definición de las listas también destapó candidaturas a la Alcaldía.
La conformación de las listas al Congreso de los partidos y movimientos empezó a definir el ajedrez político y Bogotá, con el mayor caudal electoral del país, es el escenario de muchas jugadas claves. La selección de los candidatos que pretenden un lugar en el Capitolio no solo tuvo efectos sobre las elecciones legislativas, también movió los asientos en el Concejo y empezó a perfilar la carrera por ocupar el despacho del Palacio Liévano en dos años, cuando Enrique Peñalosa acabe su periodo.
Una de las sorpresas en la presentación de los candidatos del Partido Verde para el Senado fue la ausencia de Antonio Navarro Wolff, quien estaba perfilado para ser la cabeza de la lista. En las elecciones de 2014, el que también fue gobernador de Nariño y alcalde de Pasto, fue definitivo para jalar votos y conseguir los cinco puestos en la cámara alta.
Navarro obtuvo 55.000 apoyos, y fue el segundo más votado del partido, solo superado por Claudia López, que consiguió 81.000 y tampoco aspirará a esa corporación para el siguiente periodo, por lo que los verdes pierden a sus dos mayores votaciones en el Senado. La nueva cabeza, el encargado de arrastrar la lista, es otro gran elector de Bogotá, el exalcalde Antanas Mockus.
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Rápidamente, Navarro dio a conocer el motivo de su ausencia. A través de su cuenta en Twitter aseguró que será candidato a la alcaldía de Bogotá.
Casi al tiempo, en entrevista con SEMANA, Pacho Santos anunció también que se presentará a la contienda de la capital en 2019, seguramente por el Centro Democrático, como lo hizo en 2015, cuando obtuvo 327.000 votos y quedó cuarto en los resultados finales.
Otra ausencia que da pie a pensar en otro candidato para la alcaldía de Bogotá es la de Carlos Fernando Galán, que no apareció en la lista al Senado de Cambio Radical. Ha sido uno de los grandes aliados políticos de Enrique Peñalosa y ya se presentó en 2011 a la alcaldía. Jorge Enrique Vélez, el presidente de esa colectividad, lo señaló este martes como "el mejor candidato" que podría tener ese partido en la pelea por el mandato de la capital.
Pero ahí no se agotan las ausencias de las figuras que mueven los votos en la política distrital. Ángela María Robledo tampoco está en la lista de los verdes para la Cámara por Bogotá, aunque fue la segunda con más votos en 2014, después de Angélica Lozano, que también abandona la representación de la capital en el Congreso para lanzarse al Senado. Robledo, por su parte, no se presentará a ningún cargo de elección popular porque tras ocho años en el Capitolio prefiere dedicarse ahora a su vida personal y volver a la academia.
Otro verde que quiere dar el salto, pero con garrocha, es Antonio Sanguino, quien renunció al Concejo para presentarse al Senado, a donde pretende llegar con el electorado cultivado durante 10 años como cabildante en la capital y con los votos que también tiene en la Costa, de donde es oriundo. En su reemplazo, entró al Concejo María Fernanda Rojas, directora del IDU durante la administración de Gustavo Petro, quien al igual que su antecesor es del ala verde más cercana al Progresismo que a la bancada peñalosista de la capital.
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Por el lado de los liberales también hubo sorpresas. La lista a la Cámara por Bogotá está encabezada por Juan Carlos Losada, un animalista cuya elección en los comicios legislativos pasados fue anulada por el Consejo de Estado. El efecto de su candidatura fue que el representante Andrés Villamizar renunciara a la lista roja y que Clara Rojas, quien apareció en el segundo renglón cuando aspiraba al primero, pusiera en remojo su decisión. Según le dijo a SEMANA, aún no tiene claro su futuro pero tiene hasta el 17 de diciembre para resolverlo. Ambos se sintieron relegados por su partido.
En medio de los viejos nombres, en la contienda por los votos de la capital, apareció un nuevo jugador: la alianza de Gustavo Petro y Clara López, otros dos electores que tienen en la capital su principal fortín. La "lista decente", como la denominaron, lleva a la cabeza a la Cámara por Bogotá a María José Pizarro, hija del asesinado excomandante del M19 Carlos Pizarro.
Con un censo electoral que supera los 5 millones, Bogotá es el botín ansiado por todos los grupos políticos. Por eso la baraja se revuelve tanto antes de escoger las cartas.