ELECCIONES 2018
El plan 'valeriana' de Humberto de la Calle por el respeto
El precandidato propuso 10 puntos para bajarle el nivel de violencia verbal en el debate político. "Basta de destruir a la persona", pidió el dirigente liberal.
El año pasado, cuando terminaron las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla de las Farc, Humberto de la Calle recibía con mesura los elogios gestión como jefe negociador. “En La Habana no termina la novela”, solía responder. “El fin del conflicto es apenas el comienzo para un país en paz”.
Mientras negociaba con los voceros de las FARC, De la Calle también tenía que estar al tanto de otra mesa, la de la batalla política que se libraba en Colombia, con una de las oposiciones más duras que se recuerden. Quizás por eso este dirigente caldense de 71 años hacía referencia a que no solo basta con silenciar los fusiles, también bajarle el tono a las palabras, y desarmar los corazones.
Desde que se ocupó en la tarea de explicar los acuerdos de paz su mensaje, más propio de un sabio experimentado que de un político de plaza pública, ha sido de reconciliación, de aceptar las diferencias entre los ciudadanos y resolverlas civilizadamente, y siempre ha insistido en acabar los odios.
Ahora, a las puertas de una campaña política, donde las controversias se profundizan y la época es vulnerable a que las heridas se reabran, propone un pacto por la no violencia, de ningún tipo; y mientras otros dirigentes políticos se trenzan en mutuas acusaciones, De la Calle se diferencia con un mensaje más humanista que político. Puede tratarse de la estrategia de la valeriana, a la que recurre el exjefe negociador mientras define su aspiración presidencial.
Desde sus redes De la Calle invita a suscribir el Pacto por la no violencia con motivo de la fecha patria del 20 de julio, considerando que no habría mejor oportunidad de hacerlo que cuando se conmemora un la Independencia nacional.
Pero también se produce en una semana muy particular, marcada por el trino que Álvaro Uribe dirigió contra el columnista Daniel Samper Ospina, y que generó toda una polémica nacional por el nivel al que ha caído el debate público, precisamente más cercano de despertar odios.
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La idea es que este pacto "erradique" todas las formas de violencia para darle paso a espacios "en los que las ideas y opiniones se promulguen desde el respeto y la tolerancia, con argumentos y sin ataques personales".
Para De la Calle es "urgente" transformar la manera cómo se están realizando los debates en Colombia, pues si el mensaje de la agresividad no es "neutralizado", el riesgo es que la siguiente fase no solo sea verbal. "Basta ya de destruir a la persona por encima de los argumentos; a partir de hoy yo #pactoporlanoviolencia porque Colombia y nosotros mismos merecemos respeto".
Dos semanas atrás De la Calle había lanzado el Plan Nacional de la Valeriana, una etiqueta que ha venido circulando en sus redes con mensajes de respeto y tolerancia en el país, y que no deja de tener una carga de sarcasmo y fino humor pues parecía tener relación con las “goticas de valeriana” que hizo célebre Álvaro Uribe durante su gobierno.
En efecto, De la Calle recurrió a la Valeriana cuando enviarle un mensaje a Uribe para debatir, pero se dio cuenta de que este lo había bloqueado. En ese momento le recomendó al mandatario tomar esas gotas.
2) Me doy cuenta que ex presidente Uribe me bloquea en Twitter impidiendo el diálogo. Insisto en el #PlanNacionaldeValeriana
— Humberto de la Calle (@DeLaCalleHum) July 10, 2017
Mientras los demás precandidatos se trenzan en controversias alrededor de la corrupción, De la Calle apuesta por otro mensaje. El resultado estará por verse.
El pacto de la no violencia
1. Los puntos de vista de los demás pueden ser diferentes a los míos y no por eso son menos válidos o respetables.
2. Todas las personas merecen el mismo respeto sin importar su condición, raza o ideología.
3. Debemos dejar a un lado el fanatismo y autoristarismo, y promover el camino del diálogo.
4. Es momento de dejar atrás el odio de alzar la mirada hacia los verdaderos retos que tiene el país.
5. Colombia no aguanta una víctima más.
6. Tenemos que erradicar y rechazar la violencia intrafamiliar en todas sus formas.
7. Es momento de abrir la puerta de la reconciliación para unirnos como colombianos.
8. Debemos contribuir a la transformación de la cultura política del país, para recuperar el debate de las ideas con argumentos.
9. La no violencia es una condición básica para que la participacióin ciudadana sea una garantía para todos.
10. debemos vencer la indiferencia para construir una Colombia en la que todos quepamos.