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ELECCIONES 2018

Vargas Lleras busca la presidencia, por el mismo camino que la alcanzó Álvaro Uribe

Con la inscripción del Comité Promotor ‘Mejor Vargas Lleras’, el exvicepresidente busca el respaldo de ciudadanos, empresarios, pero también de partidos políticos. Su campaña tiene rasgos similares a las de Uribe en el 2002 y 2006.

29 de agosto de 2017

Sin la presencia de Germán Vargas Lleras, este martes se inscribió el comité promotor ‘Mejor Vargas Lleras’, una plataforma ciudadana con la que el vicepresidente que acompañó a Juan Manuel Santos en la reelección, dará el primer paso de un largo camino que él aspira a que culmine en la Casa de Nariño. Será una novedad en su carrera política, siempre bajo el paraguas de los partidos políticos. Su candidatura será respaldada por firmas. Y aunque parezca el camino más difícil, tiene un exitoso antecedente que el jefe natural de Cambio Radical apuesta a repetir.

Simón Vélez, un arquitecto de Los Andes que ha diseñado y construido más de 200 edificios en Alemania, Francia, Estados Unidos, Brasil, México y hasta en la India; Jeison Aristizábal, discapacitado y líder comunitario en el distrito de Aguablanca, en Cali; y Eduardo Pacheco, presidente de Colpatria, son los integrantes del Comité Promotor. Su objetivo, recoger casi 400.000 firmas, las que exige la ley para respaldar a un candidato. Pero la meta que se trazaron es aún más ambiciosa, cuatro millones de firmas, como pretendiendo medir fuerzas con los otros candidatos (ya son 25) que aspiran por fuera de los partidos políticos.

Germán Vargas Lleras no se hizo presente, como han solido hacer los demás candidatos que aspiran inscribirse por firmas. Solo envió un saludo a los promotores, en un video en el que apareció junto a su esposa Luz María Zapata y su hija Clemencia.

La noche anterior Vargas Lleras comunicó su aventura a los congresistas de su partido, horas antes de su inscripción. Los reunió a todos en la noche en la sede de Cambio Radical en Bogotá. La cita era a las 7:00 de la noche pero Vargas se hizo esperar casi una hora. En medio de una cena, el exvicepresidente reafirmó su decisión de presentarse por firmas.

La noticia fue bien recibida por muchos, pero también generó preocupación en otros congresistas. Carlos Motoa, senador, confesó que al irse por firmas, Vargas Lleras “genera una ausencia, al no vernos representados completamente en ese aval”. Los candidatos de Cambio Radical aspiraban a hacer campaña con la foto del exvicepresidente.

Otros, como el representante Rodrigo Lara, cree que la decisión es acertada porque permitirá construir un liderazgo que trascienda los límites de los partidos. No solo por su origen ciudadano, en la recolección de firmas, sino que permitiría recibir el respaldo de personas que se identificaban con otros partidos políticos.

Al filo de la media noche, hubo un respaldo unánime de los congresistas de Cambio Radical a la decisión de Vargas Lleras.

Este martes, pasadas las 10:00 de la mañana, una nutrida comitiva llegó a la Registraduría para llenar el acta de inscripción.   

El arquitecto antioqueño Simón Vélez, se refirió a Germán Vargas Lleras como un gran ejecutor que nunca, “personalmente” ha estado involucrado en actos de corrupción. “A las Farc hay que perdonarlas pero no olvidarlas, y no podemos olvidar lo que han hecho y lo que quieren hacer, que es convertir este país en un Venezuela. Por eso me gusta tanto Germán Vargas Lleras”, dijo al poner su firma en un mural simbólico.

Eduardo Pacheco, el presidente del grupo Colpatria, dijo que apoya a Vargas Lleras porque es “el mejor antídoto que tenemos contra los mamertos que quieren implantar en Colombia el régimen de Venezuela”.

Sorprende que Vargas Lleras, con casi 30 años de carrera política siempre dentro de los partidos políticos, hubiera apostado por una candidatura por firmas. La Constitución del 91 habilitó ese camino precisamente para quienes no podían participar en los partidos. Vargas lleras se inició en el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán, luego fue secretario del Partido Liberal y senador por esa colectividad, y luego se echó a los hombros el liderazgo de Cambio Radical, como senador y candidato presidencial en 2010.

Sin embargo, que un hombre de partido aspire por firmas no es un camino inédito en la política colombiana. Por el contrario tiene un antecedente muy exitoso, que tiene muchos rasgos en común con las circunstancias que hoy rodean la candidatura de Vargas Lleras.

Álvaro Uribe fue senador estrella del Partido Liberal entre 1986 y 1994, y gobernador de Antioquia apoyado por sectores de ese partido. En el año 2002 buscó el aval del Liberalismo pero alegó falta de garantías para competir por la candidatura con Horacio Serpa. Entonces armó un grupo significativo de ciudadanos, Primero Colombia, que recogió las firmas para inscribir su candidatura.

Eso no sería obstáculo para que además del respaldo ciudadano lograra congregar varias maquinarias políticas. Para esas elecciones Uribe se enfrentó a Serpa, Luis Eduardo Garzón, Noemí Sanín. Los conservadores se quedaron sin candidato, y fueron los primeros en respaldar a Uribe. Varios dirigentes liberales, Vargas Lleras incluido, salieron del partido y se sumaron a la llamada coalición uribista.

Uribe se convirtió en el primer candidato, y hasta ahora único, en llegar a la presidencia de la república por firmas. El único, además, que ha sacado más del 51 % de los votos, y ganado en primera vuelta.

Para la reelección en el 2006, Juan Manuel Santos había creado un partido político inspirado en Uribe. La U, el nombre del partido no era casualidad. Se convirtió en el de mayor número de senadores, y lógicamente en el más votado de ese año. Pese a ello, Uribe prefirió desempolvar el grupo Primero Colombia y volvió a presentarse por firmas.

La historia se repitió. Esta vez lo apoyó La U, Cambio Radical, los conservadores, y otros partidos pequeños como Alas Equipo Colombia, Colombia Democrática, el antiguo PIN. Un candidato independiente apoyado por las maquinarias políticas.

Esa misma fórmula es la apuesta que Vargas Lleras parece querer reeditar. Al igual que Uribe, partirá con la ventaja de tener una nada despreciable maquinaria, que se fortaleció con su presencia en el Gobierno Santos, la de Cambio Radical, partido que será el primero en respaldar su campaña.

Pero a la vez le abre las puertas para recibir adhesiones de diferentes sectores políticos, donde su nombre genera cierta simpatía. En la U, en el Liberalismo, y en el Partido Conservador, los socios de la Unidad Nacional de Santos, hay sectores que creen que lo mejor sería apoyar la candidatura de Vargas Lleras, quien ha buscado respaldos más allá de Cambio Radical. Si alguno de estos partidos no tienen candidato presidencial, como la U, los congresistas podrían quedar en libertad, y ese escenario favorece a Vargas para ofrecer una candidatura con posibilidades de presidencia. Que se repita la desbandada de liberales y conservadores como sucedió con Álvaro Uribe está por verse, pero el escenario podría facilitarlo.

“Acá quiere llegar gente de la U, del Centro Democrático, del Partido Liberal, del Conservador, y lo que se debe buscar es la unión. Germán Vargas no está desconociendo a Cambio Radical, claro que lo reconoce, pero también el clamor de empresarios y de líderes sociales. Las firmas es una figura legítima”, dijo Luis Felipe Henao, exministro de Vivienda.

Vargas Lleras no será el primer político tradicional que se lance por firmas. Tampoco el primero que lo haga siendo jefe de un partido político. El camino que empezó a recorrer este martes será el mismo que llevó a Uribe a la Casa de Nariño.