Política
Elecciones 2022: así se mueven los partidos en la contienda por la Casa de Nariño
El debate electoral del próximo año estará protagonizado por coaliciones más que por partidos. De ellas posiblemente saldrá el nombre del próximo presidente de los colombianos.
Los partidos políticos en Colombia están llegando al debate electoral de 2022, el más importante en muchos años, como actores de segunda.
Estructuras con mas de 150 años de vida- y tal vez por eso- han sido rebasadas por los liderazgos personales, pero sobre todo, por un fenómeno que, aunque no es nuevo, sí se consolida en estos momentos: las coaliciones.
Los dos partidos tradicionales -liberal y conservador- pasan por sus momentos más difíciles. Claro, la crisis de los partidos no es asunto solo de Colombia, es un fenómeno más global.
Expertos de diversos países atribuyen la crisis de los partidos políticos a muchas razones, pero una de las principales es el desgaste por la corrupción de la que son protagonistas sus dirigentes. Y Colombia no es la excepción.
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Los partidos también muestran una fatiga pronunciada al ser desplazados como intermediarios de las soluciones por el empoderamiento de los individuos desde las redes sociales y la misma tecnología.
La confianza de los ciudadanos en los partidos políticos está en decadencia y en Colombia uno de los medios que los ha suplantado es el poder ciudadano de las firmas.
Los candidatos inscritos por firmas, así hayan sido miembros, como ocurre, de los partidos políticos más desgastados, encontraron en este mecanismo de las firmas, contemplado en la ley, un medio para “lavar” su imagen y mostrarse como legítimos y renovados voceros de sus electores.
La crisis del liberalismo
Pero, por ejemplo, el otrora “glorioso” Partido Liberal, el de las grandes reformas del siglo pasado, que gobernó por décadas en solitario, está hoy cruzado de brazos a la espera de qué le queda en la consulta interpartidista de marzo del próximo año para extender su apoyo, como gregario.
Eso fue lo que el ex presidente César Gaviria, jefe del Partido Liberal, le confesó a Vicky Dávila, en entrevista con SEMANA, hace pocos días.
Cuando la directora de SEMANA le preguntó si es cierto que el Partido Liberal no tendrá candidato, Gaviria respondió: “No. Nosotros vamos a sacar entre 2 y 3 millones de votos en la elección parlamentaria y vamos a tener un gran peso en la elección presidencial”.
Frente a la opción de tener un candidato presidencial, hecho que caracteriza la vocación de poder en la política, los liberales podrían tomar cualquiera de los siguientes caminos.
El primero es mirar cómo le va a Gustavo Petro y adherir a él. Eso también lo dejó Gaviria muy claro como una probabilidad en la entrevista con Vicky Dávila en SEMANA.
“La campaña apenas empieza, es más, el único que está en campaña es Petro. Hay que esperar a que él haga su campaña y diga las cosas que va a decir, algunas suenan lógicas, otras no. Hay que esperar a que haga la campaña para saber si hay proximidad o no con él”, dijo.
O sea que acompañar a Petro sí es una opción del Partido Liberal, según lo acaba de confirmar su jefe.
Otro camino probable, que también lo confirmó Gaviria, es dejar a las bases en libertad para que voten por los candidatos de sus afectos.
“Pues, sí, también, podríamos hacer eso, y yo no estoy inclinado por ahora a hacerlo. A mí no me gusta que los partidos políticos se declaren neutrales. Recibí muchas críticas, porque eso fue lo que hicimos la vez pasada”, añadió Gaviria, admitiendo esa posibilidad.
Sería la segunda vez, también con Gaviria como jefe del Partido, que los liberales no tienen candidato propio. Hace cuatro años,, al final, apoyaron a Iván Duque y hoy están arrepentidos.
El último presidente elegido por el Partido Liberal fue Ernesto Samper Pizano (1994-1998).
El tercer camino que les queda a los liberales será, según dijo María Isabel Rueda, en TikTak de Semana, es que hagan alianza con Cambio Radical y Germán Vargas.
La incertidumbre de Cambio Radical
Porque tampoco Cambio Radical tiene mucho espacio para jugar en la contienda de 2022. La decisión de la ‘Casa Char’ de montarse en la coalición de centroderecha, Equipo por Colombia, con el exalcalde Alejandro Char y sus votos, puso límites a las posibilidades de Vargas lleras y su partido.
Por ahora ni el Partido Liberal ni Cambio Radical tienen candidato presidencial propio, no están en coaliciones y sus jefes no han dado línea sobre la ruta que seguirán en 2022.
Si el resultado electoral de Vargas Lleras hace cuatro años, cuando lo tenía todo, inclusive los votos de los Char, fue inesperado, ahora en solitario podría ser mucho más riesgoso.
Cambio Radical también carga con el lastre de escándalos de corrupción como la elección de varios gobernadores en La Guajira, que terminaron presos por defraudaciones al Estado.
De hecho, Vargas Lleras prefirió inscribir su candidatura presidencial hace cuatro años por firmas, entre otras razones, para eludir el costo político de los escándalos de corrupción recientes que agobiaban a Cambio Radical.
En este debate Vargas Lleras se ha guardado en su propio silencio y él, que es uno de los políticos colombianos más conocedores del manejo electoral y más preparado para dirigir el país, se mantiene callado. Nadie sabe con qué saldrá en los próximos meses.
Los conservadores lo intentan
El Partido Conservador, cuyos dos últimos presidentes Belisario Betancur (1982-1986) y Andrés Pastrana (1998-2002), fueron elegidos con apoyo de coaliciones, tampoco tiene ninguna posibilidad de ir solo a la contienda.
Esta vez los conservadores sí tienen candidato presidencial propio, David Barguil, un joven congresista cordobés que madrugó a subirse a la coalición de centroderecha, Equipo por Colombia.
Barguil tiene como competidores en esa coalición a Alejandro Char, Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa, Dilian Francisca Toro y Juan Carlos Echeverry. El uribismo también seguramente va a llegar a ese bloque para definir un candidato de unidad en la consulta interpartidista de marzo.
Los conservadores tienen un potencial cercano a los millones de votos, guarismo al que se han aproximado en los últimos comicios.
El partido de ‘la U’, luego de elegir presidente de la República en 2010 y en 2014, a Juan Manuel Santos, perdió su norte. Todavía carga con su historia de escándalos de corrupción como el de los famosos ‘ñoños’, unos congresistas de la Costa Caribe elegidos a su amparo gracias a millonarias defraudaciones al Estado.
Tanto en 2010 como en 2014 ‘la U’ fue el partido que obtuvo más votos para Congreso de la República: 2.792.000 en el 10, y 2.230.000 en el 14.
Hoy ‘la U’ forma parte de la coalición de centroderecha y tiene a Dilian Francisca Toro, la ex gobernadora del Valle, como su principal carta a jugar en la consulta interpartidista de marzo próximo.
Campaña de coaliciones
La campaña presidencial en Colombia es hoy una competencia de coaliciones que se han ido aglutinando entre pares con afinidades ideológicas.
Hay tres grandes coaliciones: la de centroderecha, llamada Equipo por Colombia, de la que forman parte los exalcaldes Enrique Peñalosa, de Bogotá; Federico Gutiérrez, de Medellín, y Alejandro Char, de Barranquilla. También están el Partido Conservador (con David Barguil) y el exministro conservador Juan Carlos Echeverry.
En esta coalición de centroderecha está pidiendo pista el Centro Democrático y sus fundadores han dicho que no le van a cerrar la puerta, pues el uribismo es de los suyos.
La coalición Centro Esperanza, como su nombre lo indica, está en el centro del espectro político. Ahí están los precandidatos Sergio Fajardo, Juan Fernando Cristo, Carlos Amaya, Jorge Enrique Robledo, Juan Manuel Galán y Alejandro Gaviria.
Esta es una coalición de tendencia liberal, con el apoyo de sectores de izquierda. No hay grandes electores, pero está Fajardo, que ya se ha medido en competencias presidenciales.
Y está la coalición del Pacto Histórico de Gustavo Petro, una combinación variopinta, donde convergen desde ex guerrilleros de las Farc, el Polo, una fracción de los ‘verdes’, hasta ex militantes del uribismo y de ‘la U’, como Roy Barreras y Armando Benedetti.
Esta semana el Pacto Histórico sufrió una especie de “terremoto” por la llegada del exgobernador de Antioquia Luis Pérez, de origen uribista y santista, a quienes los más radicales de izquierda acusan de haber patrocinado el paramilitarismo.
Aunque Petro es de todos los precandidatos el único que se sabe por adelantado que ganará su consulta, competirá con los siguientes aliados: Camilo Romero, Roy Barreras, Francia Márquez, Arelis Uriana, Alfredo Saade y posiblemente Luis Pérez. El propósito de esta medición es básicamente legitimar a Petro desde diversos sectores sociales.
De los casi 18 precandidatos de estas coaliciones que irán a consulta interpartidista saldrán tres finalistas para la primera vuelta presidencial.
Es muy probable que el próximo Presidente de la República de Colombia salga de alguna de estas tres coaliciones.
Renacimiento de partidos
Cuando precisamente se vive la crisis de los partidos en Colombia, pero también en muchas partes del mundo donde operan las democracias liberales, en Colombia se ha dado estos días el “renacimiento” de partidos que habían desaparecido.
Ya había ocurrido con la Unión Patriótica, partido de la izquierda que fue resucitado gracias a una orden judicial, a la luz de que su desaparición fue el resultado del asesinato de cientos de líderes políticos que lo conformaban, en la década de los ochentas.
En los últimos meses un hecho similar ocurrió con el Nuevo Liberalismo (de Luis Carlos Galán), el Partido Verde Oxígeno (de Íngrid Betancourt) y Salvación Nacional (de Álvaro Gómez Hurtado).
La Corte Constitucional, mediante sentencias recientes, restituyó las personerías a esos partidos que se aprestan a reaparecer en el escenario electoral el próximo año.
El Nuevo Liberalismo y Verde Oxígeno forman parte de la coalición Centro Esperanza, y servirán de instrumento para las listas de candidatos al Congreso.
Pero ni siquiera con la fuerza de la resurrección estos partidos tuvieron la posibilidad de correr solos, ni para la Presidencia ni para el Congreso de la República.