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Ella era María Fernanda Lizcano, la periodista de Los Informantes que murió este 8 de mayo
La joven vallecauna dejó grabada en su familia, colegas y amigos la alegría y profesionalismo que la caracterizaba.
“Mafe” cada vez que recorría los pasillos de Caracol Televisión deslumbraba con su sonrisa. Su pequeño y delgado cuerpo era el cofre que guardaba la mente brillante y el corazón sensible que le permitió tener un olfato único para descubrir algunas de las mejores historias que se han transmitido en la televisión colombiana. Poco se veía su rostro en las pantallas, pero siempre estuvo detrás, fijándose en cada detalle. Era de alma libre y perfeccionista.
La experiencia de María Fernanda Lizcano no fue únicamente en el programa Los Informantes, donde estuvo más de siete años. Su talento lo conocieron en RCN Televisión, Grupo SEMANA, entre otras casas periodísticas, también era guionistas. Este 8 de mayo la familia confirmó que la joven falleció.
La perseverancia y fuerza que la caracterizaban la demostró hasta el último momento. Jamás vio el cáncer como su verdugo vencedor, si no como la oportunidad de disfrutar cada día de su vida. La periodista era la directora de la fundación Canser. Hace algunos días grabó un video, en el que se veía serena entre el campo y leyendo lo que escribió en medio del dolor. Aseguraba que como lo dice la ciencia esa catarsis ayuda a aliviar, mejorar los trastornos del sueño y mejorar el sistema inmune.
Días de Días fue el texto que escribió y que replicó María Elvira Arango en sus redes sociales, acompañado de un sentido mensaje: “Mafe Lizcano alegró nuestras vidas con su sonrisa, su inteligencia, su amor por los perros y su pilera. ¡Vuela alto querida Mafe! En Los Informantes honraremos tu vida y cuando veamos hacia el cielo veremos una nueva estrella brillar”.
En conversación con SEMANA la Nena Arrazola confesó que le cuesta trabajo articular sus emociones. “De pronto este texto no sale tan coherente y preciso. Lo intento. Nos conocimos en Los Informantes y fue mi productora y muy rápido fue mi amiga por varias razones, pero la principal fue su honestidad y su criterio certero sobre cada historia o tema que investigábamos. Audaz y atrevida y en eso íbamos de la mano. Convencida y disciplinada y al mismo tiempo creativa. Tenía sus causas y sus cosas. Defendía a los animales, le gustaba el jazz y la salsa. Se reía a carcajadas y llevaba la vida con seriedad. En sus últimos años sacó su casta y peleó de frente contra cada molestia que sentía su cuerpo. Ella ganó”.
En la sala de redacción también dejó su legado, así la describen sus compañeros: “Demasiado inteligente, soñadora, de un rigor periodístico increíble, trabajadora incansable, amaba la vida; era vegana, su amor por los animales y por el medio ambiente describen su ser”.
Lizacano hace poco recibió un reconociendo por su trabajo en Mongabay, creía fielmente en que los temas ambientales son transversales a todos los demás temas. Que el periodismo ambiental es sumamente importante, no solo para ser catastróficos sino para dar esperanza.
Esta talentosa mujer murió viviendo y así lo seguirá haciendo en cada uno de quienes la conocieron.