ELN impone ley en Chocó: exige carné para circular y horario para escuchar música

Todo aquel que se movilice entre los municipios de Nóvita y San José del Palmar de Chocó debe portar un carné elaborado por el Ejército de Liberación Nacional (ELN). El documento cuesta 25 mil pesos y busca frenar la expansión del Clan del Golfo por las montañas y ríos de esa región, según lo impuso el brazo armado del Che Guevara en el último mes.

Información suministrada por las unidades de inteligencia de la fuerza pública que le hacen contrapeso a los ilegales en ese sector, da cuenta de que la ficha contiene los datos básicos de la persona, que debe ser diligenciada por los líderes comunales que son nombrados a dedo por los integrantes de la subestructura guerrillera.

Al parecer, la organización delincuencial está perdiendo el control del territorio por la avanzada de las subestructuras de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), sinónimo que secunda al grupo que comandó alias Otoniel. Ambos bandos están en disputa por el control de las rutas del narcotráfico y la explotación de oro.

La orden fue emitida por alias Santiago y cobija a las zonas rurales de los dos municipios, en el marco de un “reajuste a las normas de convivencia que algunas comunidades no están cumplimiento”, así escribió el cabecilla en un papel dirigido a los afrodescendientes e indígenas del territorio, texto que analizan las autoridades en Chocó.

A los guerrilleros les preocupa que no hay un control de las personas que ingresan a los corregimientos. En consecuencia, la estrategia que mejor se acomoda a la vigilancia es la “carnetización” para que los civiles puedan demostrar que tienen un lote dentro de la jurisdicción que está cercada con artefactos explosivos.

“Hemos hecho el esfuerzo de carnetizar o de hacer llegar carnet a todas las comunidades ya mencionadas. Quienes no cumplan la normatividad, nos veremos obligados a intervenir como último recurso”, concluyó alias Santiago en el panfleto que circuló por las veredas de Nóvita y San José del Palmar. Eso se ha cumplido al pie de la letra, reveló el Ejército.

Las palabras del ELN en Chocó no son refutadas por las comunidades. En las zonas más alejadas figuran como la organización que impone el orden. Por ejemplo, tienen el horario establecido en el que los equipos de sonido pueden estar activos y regulan la prestación de los servicios y productos en los establecimientos comerciales.

Si bien las autoridades han estado en los sectores donde delinquen para propinarles golpes, varios operativos han sido cancelados a última hora porque los ilegales utilizan a la población civil como escudos humanos. Mientras inspeccionan los ríos con el fin de hallar al enemigo, personas con el escudo del ELN montan en las barcas a niños y mujeres.

Esos mismos sujetos pasan por cada vivienda de Nóvita y San José del Palmar pidiendo a un integrante de la familia para la guerra. Tal como se ha documentado, les ofrecen el paraíso y terminan viviendo un infierno, porque el dinero de la guerrilla no se invierte en los enfilados, el destino de los millones que logran en Colombia es todo un misterio.

Los menores de edad son los más buscados por los ilegales a razón de que la filosofía política les llega más fácil y, a su temprana edad, no tienen intereses particulares que pongan en riesgo la estabilidad del grupo delincuencial. Recientemente, una mujer de 18 años entregó las armas y describió que fue reclutada cuando jugaba con muñecas.

Todas estas acciones están siendo intensificadas porque el Clan del Golfo está penetrando su poder. Los fagos de billetes que ofrecen las AGC ponen a dudar la fidelidad que muchas personas le tienen al ELN. Incluso, varios ilegales han buscado a los militares del departamento para que le pongan precio al exterminio de uno de los dos grupos.