ELN liberó a dos soldados en Norte de Santander

A través de un comunicado, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció que recibió en zona rural de Norte de Santander a los soldados Jesús Alberto Muñoz Segovia y Yonny Andrés Castillo Ospino que estaban en poder del Ejército de Liberación Nacional (ELN) desde hace 13 días. En la misión humanitaria participaron integrantes de la Iglesia Católica, la Personería de Teorama y la Defensoría del Pueblo.

Los dos soldados liberados fueron entregados en la Casa Episcopal de Ocaña. Una enfermera del CICR que acompañó la misión y valoró a los militares para constatar que se encontraran en adecuadas condiciones de salud. Posteriormente, el equipo los llevó a Ocaña donde fueron entregados al Ejército Nacional de Colombia.

“Agradecemos a las partes en conflicto la confianza que depositaron en nosotros para desarrollar esta operación humanitaria como intermediario neutral e independiente. Esto fue posible por el diálogo confidencial que sostenemos con todos los actores armados”, dijo Nicolas Lenssens, jefe de la subdelegación del CICR en Bucaramanga.

En su momento, el Ejército informó a través de un comunicado que los dos militares había sido secuestrados en desarrollo de operaciones militares para la seguridad y defensa de los habitantes del corregimiento de Guamalito, zona rural del municipio de El Carmen, Norte de Santander.

Los militares se encontraban recogiendo víveres para llevar a su unidad y en ese momento fueron retenidos por hombres armados que se movilizaban en un vehículo y luego los metieron a este y se los llevaron.

En Norte de Santander el orden público vive en una tensión constante por las disputas que se presentan entre grupos armados ilegales que tratan de hacerse al territorio porque es un corredor estratégico para la comercialización de coca. El Ejército hace presencia en la zona procurando el control de la misma, sin embargo, ‘Los Pelusos’, una disidencia del EPL, disidencias del frente 33 de las Farc y el ELN se mueven por la misma tratando manejar su ubicación estratégica.

Desde diciembre del año pasado algunas comunidades han sufrido situaciones que atentan contra su seguridad e integridad por lo que han sido confinadas o desplazadas por los enfrentamientos entre estos grupos armados ilegales. Sobre este tema, la Defensoría del Pueblo alertó que en el 2020 alrededor de 33 mil habitantes de la región fueron obligados a confinarse por los enfrentamientos y órdenes de actores ilegales.

Vale destacar que en lo corrido de 2021 el CICR ha facilitado la liberación de cuatro personas que se encontraban en poder de grupos armados. La organización recalcó que continúa trabajando en Colombia para proteger y asistir a quienes padecen los efectos del conflicto armado y la violencia.

“Norte de Santander fue uno de los departamentos más afectados en 2020 por distintas consecuencias humanitarias, en ese territorio el conflicto armado y otras situaciones de violencia continúan impactando de manera directa a la población civil. Para nosotros es fundamental ayudar a las comunidades que sufren por esta realidad”, dijo Nicolas Lenssens, jefe de la subdelegación del CICR en Bucaramanga.

Por último, el CICR le recordó a todos los actores armados “que hasta las guerras tienen límites”, por eso insistió en la necesidad de respetar los principios fundamentales del DIH y otras normas humanitarias.