SECUESTRO

"No estamos en un país en paz": prima de uno de los holandeses secuestrados por el ELN

Liduine Zumpolle asegura que el gobierno no tiene autoridad sobre todo el territorio del Catatumbo, donde el ELN ha cometidos otros secuestros, como el de la periodista Salud Hernández. Entrevista con SEMANA.

23 de junio de 2017
Liduine Zumpolle. Foto: cortesía Vanguardia Liberal/Colprensa

Liduine Zumpolle es la directora de la ONG Manos por la Paz Internacional. Una holandesa que llegó al país en la década de los 60 para hacer su práctica profesional, pero se enamoró de su gente y del estudio a fondo del conflicto interno que empezaba a nacer con las guerrillas. Lleva casi medio siglo trabajando con diferentes grupos armados en el marco de la desmovilización y reconciliación.

Fue así como logró desmovilizar a inicios de los 90 a un ala disidente del ELN, de la que hacía parte, entre otros, el columnista León Valencia. Además de otros trabajos, en conjunto con la diócesis de Apartadó y el padre Leonidas Moreno, conversó con Carlos Castaño para hablar de los líderes sociales y de izquierda de la región de Urabá que estaban en la lista negra de los paramilitares.

Desde el lunes se encuentra en El Tarra, Norte de Santander, buscando por todos los medios la liberación de su primo Eugenio Ernest, de 52, uno de los dos periodistas holandeses secuestrados por el ELN. Asegura que el gobierno no tiene dominio en esa región del país.

SEMANA: ¿Cómo va la liberación de su primo?

Liduine Zumpolle: Hemos hablado con gente, más directamente con la Embajada de Holanda, la Iglesia Católica y la Personería. Ellos formaron una comisión, pero la mesa en Quito no sabía inicialmente del secuestro.

SEMANA: ¿Qué dicen las versiones oficiales?

L.Z: Las informaciones oficiales las hemos confirmado por medio de los comandantes de Policía, que supuestamente el miércoles habían llegado a un acuerdo para liberarlos, pero no he sabido más. Ese mismo día, en la noche, me confirmaron por otro canal que el proceso estaba en marcha".

SEMANA: ¿Por qué su primo estaba en Colombia?

L.Z: Él viene de vez en cuando y una vez aquí me visita y hablamos de muchos temas, especialmente de la familia. Yo sabía que él venía, porque me lo había anunciado hace tiempo, sin mencionarme la fecha exacta. Así que fue para mí una sorpresa todo esto. Yo acababa de llegar a Bogotá de un viaje, llevaba una hora en la ciudad, cuando la familia en pánico me llamó.

SEMANA: ¿Qué ha dicho la comunidad internacional?

L.Z: Mi familia tiene contactos en la Cancillería Holandesa, pero no es suficiente, porque esos círculos los conozco muy bien. Piden discreción, esperar, nada de medios. Esa es la actitud de los holandeses, pero la actitud de los comandantes de Policía es diferente, pues nos dijeron que los iban a liberar a inicios de esta semana, pero ese no fue el caso. Y el ELN exige que más y más hectáreas sean despejadas cada día y eso lo aprovechan para sus negocios.

SEMANA: Usted, que ha trabajado en procesos de paz durante décadas con grupos armados en Colombia de diferentes índole, que ayudó a desmovilizar la Corriente de Renovación Socialista del ELN en los 90, ¿ellos qué le han dicho?

L.Z: Es que en Quito no quieren ni bulla, ni prensa. Es muy discreto todo. Está también metida la Cancillería Holandesa para contactarse con la familia de mi primo, pero mi familia no habla con ellos, sino conmigo para que les diga cómo sigue el proceso de liberación.  

SEMANA: ¿Qué le pide al gobierno?

L.Z: Es muy sencillo: le pido que busquen la liberación de mi primo y del amigo con el que trabaja. Yo acepto que no debieron entrar allá sin preparación. En esas zonas -y lo he dicho varias veces cuando he estado en Putumayo y en Caquetá- donde hay grupos armamos uno debe avisar por qué está allá y con cámaras. Pero también esos grupos hacen su fechoría, con drogas y secuestros, y no quieren que haya ojos al exterior para que se den cuenta de lo que pasa".

SEMANA: ¿Le llama la atención los secuestros por parte del ELN en pleno proceso de paz?

L.Z: El gobierno debería saber que en esta zona los grupos armados, especialmente el ELN, hacen lo que quieren. ¡Cómo es posible que hace unos días el ELN secuestró a unos muchachos, hace un año fue Salud Hernández, hace dos años fue otro holandés que estaba de vacaciones. ¡Cómo es posible que el gobierno no tiene dominio en la zona! Hay un montón de grupitos que colaboran con droga y mandan. El gobierno Santos quiere mostrar una imagen diferente en Europa, ahora en Francia en su visita, para que los inversionistas puedan invertir.

SEMANA: Y Holanda es uno de los aportantes en el proceso de Quito…

L.Z: Es mucho más sensible, porque Holanda está cofinanciando la mesa de negociación en Quito. Pero bueno, no les interesa un frente irresponsable irrumpiendo y en la mesa qué van a saber eso, pues acá ese grupo del ELN es totalmente independiente. Esta guerrillera no es tan jerárquica como las Farc.

SEMANA: ¿Es mucho más difícil el proceso con el ELN que con las Farc?

L.Z: Sí, porque no hay tanta autoridad, cada uno va por su lado. Ese frente del ELN se puede comparar con las disidencias de las Farc que hacen lo que quieren. No estamos en un país en paz, como lo quiere mostrar el presidente Santos en el exterior por cuestión de dinero. Estamos en un país de mafia, eso es un hecho. Todo ese cuento de que el ELN es un movimiento católico y que viene el Papa para consolidar el acuerdo es una blasfemia. No es nada católico. Con Camilo Torres en la década de los 60, quizás, pero ya no lo es. ¡Qué va!