Se ofrece una recompensa de 50 millones de pesos a quienes brinden información. | Foto: Fotomontaje de SEMANA

SEGURIDAD

Masacre en Catatumbo sería responsabilidad del ELN

El ministro de Defensa habló sobre los avances de la investigación por el asesinato de tres hombres en la zona rural de Ábrego. Además, anunció que la unidad élite a cargo del esclarecimiento de las masacres en el país estará a cargo del coronel Gelber Cortés Rueda.

26 de agosto de 2020

El ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, viajó al Catatumbo para realizar un consejo de seguridad por la delicada situación de orden público en Norte de Santander, tras una nueva masacre en la zona rural de Ábrego registrada el pasado martes.

Holmes Trujillo reveló desde Ocaña que el ELN sería el responsable de la reciente masacre. “El Frente Héroes del Catatumbo del ELN, al mando de alias Fabián, es el responsable de este homicidio múltiple a partir de las versiones de los investigadores del caso”, aseguró.

Los tres cuerpos sin vida fueron encontrados en el sector rural del corregimiento de Capitán Largo, apiñados en plena carretera. Las autoridades llegaron al lugar luego del aviso de la comunidad a las 5:50 de la tarde. Las víctimas presentan impactos de arma de fuego en la cabeza y el tórax. Hasta el momento se han identificado dos cuerpos: uno de 34 años, de nacionalidad venezolana, y otro de 26 años, colombiano; el tercer cuerpo no se ha identificado plenamente. Lo que dicen personas de la zona es que había dos colombianos, uno de ellos de Convención y otro de Teorama.

El ministro de Defensa anunció que se ofrecerá una recompensa de 50 millones de pesos a quien brinde información para dar con la captura de los responsables. Además, ordenó el despliegue de la “unidad especial de identificación, ubicación y judicialización de perpetradores de homicidios colectivos”, como denominó el Gobierno al nuevo grupo élite que tiene a cargo el esclarecimiento de las recientes masacres que se han registrado (siete en la última semana). En Ocaña, el ministro anunció que esta unidad estará a cargo del coronel Gelber Cortés Rueda, quien fue a principios de 2020 director encargado de la Dijín.

A lo largo de este año se han reportado cinco masacres en Norte de Santander. El jefe de la cartera de Defensa no se refirió a todas, sino que dijo de manera general que considera que el recrudecimiento de la violencia en el departamento se ha dado por “disputas territoriales por el procesamiento de estupefacientes”. En Catatumbo y el área rural de Cúcuta existe una disputa por el control territorial, principalmente entre el ELN y Los Rastrojos. El ministro resaltó que el pasado 20 de agosto fue capturado Andrés Felipe Berrio Rúa, alias Brayan, presunto determinador de la masacre del 18 de julio en la vereda Totumito, en la que fallecieron siete personas. Alias Brayan sería un cabecilla de Los Rastrojos.

Tras el consejo de seguridad, el ministro anunció la instalación de una mesa de seguimiento integrada también por el Ministerio del Interior y fuerza pública para atender las alertas tempranas. Así, a partir de esos análisis se enviará refuerzo del Ejército y la Policía donde más se necesite. En el Catatumbo y el área rural de Cúcuta los líderes sociales han reclamado insistentemente que no se haga caso omiso a las alertas tempranas. Por ejemplo, en la vereda Totumito la Defensoría del Pueblo había advertido que la comunidad estaba en peligro.

En sus declaraciones, el ministro de Defensa hizo hincapié en que en las zonas donde hay alta concentración de cultivos ilícitos y de ocurrencia de hechos violentos como masacres se debe seguir combatiendo el narcotráfico. Habló de la utilización de “todas las herramientas legítimas posibles”, las cuales incluyen la erradicación forzosa, voluntaria, sustitución de cultivos y el inicio de la aspersión con glifosato “sin riesgo para la salud y el medioambiente y con el cumplimiento de la sentencia de la Corte”.

Este es un tema álgido en la zona. Hace un mes la Asociación de Personeros del Catatumbo manifestó su preocupación porque “la erradicación por aspersión terrestre de glifosato aumentaría el riesgo de vulneración a los derechos de las comunidades campesinas, quienes quedarían en medio de la disputa de las estructuras ilegales interesadas en el narcotráfico dejando como resultado desplazamientos y otros hechos victimizantes”.

En el Catatumbo ni siquiera la pandemia detuvo la violencia, aunque las autoridades reportan una reducción de los homicidios. En la última semana se registraron una masacre, dos asesinatos y una desaparición.