Nación
ELN y disidencias de las Farc siguen sin dar gestos de paz: grave denuncia desde la Oficina del Alto Comisionado para la Paz
La denominada ‘paz total’ sigue sin materializarse en las regiones más afectadas por el conflicto.
Enfrentamientos entre las estructuras del ELN y las disidencias de las Farc tienen atemorizados a los habiantes de los municipios de Corinto y Miranda ubicados en el norte del departamento del Cauca.
Ante esto, la Oficina del Alto Comisionado para la paz, denunció que estos grupos armados siguen afectando de manera directa a la población civil y piden que hagan gestos de paz, tal como se han comprometido con gobierno nacional en el marco de alcanzar la paz total.
“Desde el Gobierno nacional instamos de manera urgente a estos grupos armados a detener sus acciones bélicas y a ceñirse a las normas del DIH, que ambas organizaciones dicen respetar [...] Colombia necesita ver gestos de buena voluntad de quienes aseguran ser partidarios de una paz integral que cimiente la democracia con justicia social y ambiental en los territorios. De lo contrario, quedará en entredicho la legitimidad de cualquier esfuerzo en la búsqueda de una paz dialogada con grupos que aseguran tener un oriigen político”, se lee en un comunicado oficial de la entidad.
Además de esto se conoció que tanto campesinos como indígenas no están de acuerdo con el accionar de estos grupos armados ilegales, además que los continuos combates mantiene a estas comunidades en confinamiento.
Lo más leído
“La Oficina de Paz ha constatado los graves impactos de esta guerra territorial en las comunidades, que hoy se mantienen confinadas y en riesgo de desplazamiento. Por este motivo, la OACP preparan una nueva MisiónPaz que acudirá a la zona crítica de los enfrentamientos.
#Atención 🚨| Comunicado: Que cesen las confrontaciones en medio de la población civil del norte del Cauca. pic.twitter.com/lVbbCRvkJW
— Consejería Comisionada de Paz (@ComisionadoPaz) June 17, 2023
Las comunidades y autoridades indígenas y campesinas del norte del Cauca han manifestado de todas las maneras posibles su hastío frente a la permanente situación de miedo y peligro a la que son sometidas por los grupos armados ilegales que hacen presencia en sus territorios”, se lee en el documento oficial.
El Gobierno Nacional y la guerrilla del ELN firmaron a comienzos de mes el cese al fuego en La Habana (Cuba), un primer paso con el cual la población espera recuperar un poco de tranquilidad; sin embargo, cuán al ‘pie de la letra’ estará ese grupo ligado a lo pactado mantiene en vilo al país. Uno de los puntos de incertidumbre es si continuarán delinquiendo como base de su financiación.
En este aspecto entran; por ejemplo, los secuestros. Respecto a lo establecido en la nación caribeña, se estipuló que “el 3 de agosto de 2023 iniciará la implementación plena del proceso de alistamiento del cese al fuego bilateral, nacional y temporal”. Este tendrá una duración inicial de 180 días bajo la expectativa de si se prolonga o no.
“Lo firmó. Hay un acuerdo, hay unos protocolos y, evidentemente, cuando se firma algo hay que cumplirlo. Ahora lo que hay que estar es muy atentos del cumplimiento de las partes para que tras firmado, la sociedad y su conjunto puedan recibir (...) los alivios que eso implica”, dijo el negociador del Gobierno, José Félix Lafaurie, en diálogo con SEMANA.
¿El ELN mantendrá su palabra?
Este sábado 17 de junio, la guerrilla del ELN se pronunció a través de Nicolás Rodríguez, uno de sus negociadores, y aseguró que mantendría el compromiso de acatar el “cese al fuego de manera sagrada, responsable y decidida”. En un mensaje a las filas de ese organismo hizo precisiones sobre cómo se reflejaría en la práctica lo estipulado.
“Lo que firmamos el pasado 9 es el resultado de una decisión profunda que desarrolló el Ejército de Liberación Nacional en sus eventos democráticos y en su vida política. Un periodista me pregunta que porque ahora sí y antes no. Yo le respondí que todos los gobiernos lo que querían era solo que el ELN se desmovilizara sin más. Esa no ha sido la postura y no lo será nunca (...). Por ese camino ni hemos andado ni vamos a andar”.
Rodríguez aclaró que se trataba de un cese bilateral con las Fuerzas Armadas del Estado. “Se paran las operaciones ofensivas del lado de ellas contra nosotros y del nuestro contra ellos. (...) Ante todo se busca amainar la situación de guerra, la confrontación, bajan las operaciones ofensivas y el desarrollo de inteligencia”, añadió.
“El cese va a ser en una disposición de alerta, en una postura ofensiva activa, porque si fuerzas oscuras, muchas de ellas amparadas con beneficios de una parte del Estado, actúan contra nosotros, entonces nos toca defendernos (...). Por eso, ni asomos de discusión de que vamos a dejar armas, de eso no se trata, olvídense de eso. Si esa fuera la condición, no hay acuerdo”, advirtió.