Su vida de funcionaria pública comenzó como tesorera en la Gobernación del Atlántico, y fue durante tres años secretaria de Hacienda de Barranquilla en la Alcaldía de Alejandro Char, cargo desde el cual se dedicó a sanear las finanzas. Su exitoso desempeño dejó en claro que podía asumir responsabilidades de más alto vuelo, lo que se confirmó cuando Germán Vargas la escogió como fórmula vicepresidencial.
Al frente de los destinos de su ciudad ha logrado mantener una de las tasas de desempleo más bajas del país (8,1 por ciento), atribuible a la ejecución de obras de infraestructura de gran impacto, la construcción de hospitales que han mejorado la calidad y prestación oportuna del servicio de salud; la reconstrucción de un centenar de instituciones educativas para mejorar el acceso a la educación, obras que han impactado en la calidad de vida de centenares de miles de personas.
Es la primera mujer elegida alcaldesa popular de Barranquilla, una ciudad donde se juega fuerte a la política. Durante sus 30 meses de gobierno ha capoteado con éxito los actores políticos. Por ejemplo, demostró un carácter firme ante las críticas que le llovieron al proponer un paquete de obras por el sistema de valorización. Finalmente la gente confió y las obras se están construyendo.
Los alcaldes de otras ciudades capitales vienen a Barranquilla a preguntar cómo lo están logrando. Elsa escucha, se rodea bien, si tiene que reconsiderar una decisión lo hace, gestiona, consigue recursos y su nivel de ejecución es alto. Su madre Elsa, dice que desde niña su hija ante cada reto siempre tuvo una solución. Y en Barranquilla lo ha demostrado.