SOCIEDAD

El éxodo gay y transexual de San Marcos, un desplazamiento de población en pleno siglo XXI

A unos días de la marcha del orgullo gay, han vuelto a aflorar los testimonios de miembros de la comunidad LGBT agredidos por sus condiciones sexuales. En 2016 fueron asesinados 108 hombres y mujeres trans en el país

1 de julio de 2017
| Foto: Proyecto Exhumaciones: Memoria y resistencia de las víctimas LGBTI en el marco del conflicto armado en Montes de María

“Yo básicamente vivo con miedo no sólo de que me violen, sino que si me van a intentar hacer algún tipo de violencia sexual, se den cuenta y que sea como un ataque; que me puedan apuñalar o alguna cosa así súper atroz, que sea como un castigo por mentir, porque eso es lo que ellos sienten, como que las personas piensen que es un plan malévolo de engaño que uno hace, cuando no tiene absolutamente nada que ver con eso” relata Madonna Badillo, una chica transexual colombiana, sobre la forma en que sus decisiones sexuales han afectado su vida cotidiana.

En la semana en que se celebra el ‘orgullo gay‘ en Colombia han vuelto a aflorar los testimonios de hombres y mujeres LGBT que son el blanco de agresiones por sus preferencias sexuales. Tan sólo el año pasado, 108 miembros de esa comunidad han sido asesinados en el país. Aunque la cifra ha disminuido en comparación con el año anterior (110 en 2015)  los patrones de agresión preocupan a los estudiosos del tema. (Ver cifras del informe de Derechos Humanos LGBT 2016)

“En algunos lugares, la disminución (de agresiones) puede estar relacionada con el hecho de que la mayor parte de las personas LGBT hayan huido o optado por invisibilizarse, que es el caso del Magdalena medio, del bajo Cauca y de Parte de Antioquia”, explica el investigador de la ONG Colombia Diversa, Gustavo Pérez.

Antes de recordar el caso de San Mateos, en la región de Sucre, en donde fueron asesinadas tres mujeres transexuales y un hombre gay en 2015 a pocos días de intervalo. Allí también fueron registradas amenazas en panfletos. Aparentemente, los textos habrían sido redactados por miembros del Clan Usuga -ahora conocido como Clan del Golfo- según admitió un sicario del grupo capturado un tiempo después, responsable del asesinato de una chica trans de 16 años.

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El hecho provocó un éxodo masivo de miembros de la comunidad detallado en la declaración de una chica transexual que ofreció su testimonio al informe de Derechos Humanos “Entre el miedo y la Resistencia” publicado en octubre de 2016.  

“En San Marcos no quedó nadie de la comunidad LGBT, todos nos fuimos o se escondieron. En mi caso me fui sin pensarlo dos veces, después de haber sufrido no sólo de amenazas sino de un intento de homicidio. A esta gente [los actores armados] no les agrada lo que hacemos y como somos, nos ven como un peligro y por eso actúan así. Me han dicho que ahora andan por otros lados amenazando y atemorizando a nuestra comunidad”, relata la víctima al respecto. El hecho fue confirmado a la corporación Caribe Informativo por otra persona trans que huyó por su parte a Medellín.

Un año antes, en octubre de 2014, ya había ocurrido un hecho similar cuando cuatro personas LGBT fueron asesinadas en cuatro días en el municipio antioqueño de Caucasia. También parece que fue obra del Clan Usuga en esa ocasión, de acuerdo con la información que detienen las ONG´s a favor de los derechos de esa comunidad.

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“Los hechos muestran que pareciera que estamos retrocediendo en la historia, en lugar de avanzar. Por eso es necesario hacer visibles estos hechos, para poder entender que la discriminación no es invento activista y que cosas que no pasaban hace muchos años y que parecían absurdas, en la actualidad también se presentan”, considera al respecto Daniela Franco, también de la ONG Colombia Diversa, antes de condenar la existencia de desplazamientos forzados en pleno siglo XXI.

En el resto del país, admite Gustavo Pérez, es difícil descifrar patrones claros por regiones, pero algunos de entre ellos se presentarán en el informe que será publicado el 2 de julio en Cartagena. Como el hecho de que la curva de los homicidios LGBT haya seguido la de los líderes sociales de toda índole en regiones como el Valle del Cauca, en donde pasaron de 18 a 29 en un año. Además de que los hechos de violencia policial hayan también estallado en todas las grandes ciudades.  

En Bogotá, relata el investigador, se han detectado bandas que golpean, roban y asesinan a los hombres gays haciéndose pasar por chicos interesados en mantener relaciones con ellos. Hubo el caso de un defensor de Derechos Humanos en Bogotá al que atacó una banda de 5 hombres en 2015, como lo hizo con otro chico gay meses antes. Aunque en Bogotá, por ejemplo, los homicidios disminuyeron casi 300 por ciento en un año (de 19 en 2015 a 6 en 2016).

En general, 2016 fue un año contrastado en muchos sentidos para la comunidad LGBT. A principios de año la corte constitucional reconoció el matrimonio igualitario y en julio, el gobierno y las FARC-EP incorporaron un enfoque de género al acuerdo de paz, advierte el informe. Además de que se tumbó el referendo promovido por la senadora Viviane Morales, acerca de la adopción por parte de parejas homosexuales y padres solteros. Pero a cambio, se desató una ola de movimientos conservadores liderados por figuras importantes del país que demostraron su fuerza en marchas y manifestaciones.

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Aunque saludan la incorporación de directivas para prevenir y sancionar la violencia en contra de poblaciones LGBT en las fuerzas públicas, a un día de la marcha del orgullo gay, los expertos de los centros Colombia Diversa, Caribe Afirmativo y Santa María Fundación advierten sobre el riesgo de inadecuación entre la realidad de las políticas públicas y la del país que pueda existir mientras no se sancionen efectivamente los crímenes en contra de líderes sociales asesinados por sus preferencias sexuales en el siglo XXI.