En barcos y aviones, un grupo de narcos traficaba cocaína desde el Tolima hacia Holanda

El carbón vegetal se convirtió en camuflaje perfecto para un grupo de narcotraficantes que tenían un objetivo claro, llenar de estupefacientes varias de ciudades de México, Países Bajos, Bélgica y España. Por fortuna la ambición los delató. Exageraron en el tráfico y la información se esparció más que su veneno. La Fiscalía los capturó.

Juan Harry García Monte, Brayan José Torregosa Moya, Abraham Felipe Duarte Vergara y Edier Celedón Quintero Palomino, fueron capturados por la Fiscalía en un operativo que se convirtió en el resultado de una larga investigación, con apoyo de autoridades internacionales.

“La acción investigativa adelantada por servidores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y un fiscal adscrito a la Dirección Especializada contra el Narcotráfico permitió identificar a cuatro presuntos integrantes de una organización ilegal que habría enviado en aviones y barcos grandes cantidades de estupefaciente a México, Países Bajos, Bélgica y España”, explicó la Fiscalía luego de los operativos.

Los capturados fueron presentados ante un juez para imputar los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico, fabricación y porte de estupefacientes. Uno aceptó su responsabilidad, el resto prefirieron el camino largo en su proceso judicial: enfrentarse a la Fiscalía en juicio y por los delitos imputados.

“La contundencia del material de prueba recaudado por el ente investigador hizo que García Monte aceptara su responsabilidad en el entramado delincuencial. Los demás judicializados no aceptaron los cargos en su contra”, señaló la Fiscalía tras advertir que los capturados lideraban la red de tráfico de drogas.

La operación de narcotráfico incluyó el uso de carbón vegetal y otros productos para esconder la droga de las autoridades. La fachada les sirvió por un tiempo, pero la rutina criminal terminó por develar lo que tanto querían ocultar. Los cargamentos de droga quedaron en evidencia y sus dueños a la vista.

“Según la investigación adelantada por el CTI, los procesados estarían encargados de adelantar actividades de logística y transporte de las sustancias ilegales. En desarrollo de estas acciones habrían adquirido cocaína en Norte de Santander, y previo al envío de los alijos, el alcaloide era sometido a procesos químicos en los que realizaban mezclas con carbón vegetal, abono orgánico y café”, explicó la Fiscalía.

Los narcos tenían un largo prontuario, la Fiscalía incluso detectó que desde 2017 hicieron varios envíos de cocaína desde diferentes puertos en Colombia y a destinos tan lejanos que se convirtió en toda una odisea para los criminales que, por ahora, quedaron bajo recaudo de la justicia.

“En 2017 a esta misma red narcotraficante le fueron incautados 74 kilos de cocaína en un barrio de Barranquilla (Atlántico). En Holanda a la organización le fueron incautados varios kilos de clorhidrato de cocaína mezclados en 400 kilos de café. En el puerto de Cartagena (Bolívar) fueron incautados 289 kilos de coca, la sustancia estaba en un barco que tenía como destino Veracruz (México)”, señaló la Fiscalía.

Tres de los capturados fueron enviados a la cárcel, sólo uno, que decidió aceptar su responsabilidad, fue cobijado con una medida de aseguramiento de detención domiciliaria. Queda pendiente otra línea de investigación para establecer la responsabilidad de funcionarios públicos.