En el Concejo de Bogotá se enreda la discusión del nuevo cupo de endeudamiento

Para la mañana de este viernes estaba citada la Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá para iniciar la presentación y discusión del proyecto de acuerdo por medio del cual, la administración de la alcaldesa Claudia López pide autorización para un nuevo cupo de endeudamiento por $ 5,8 billones, más otro, para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá por $ 2,8 billones, pero la presentación no se pudo adelantar y el debate fue suspendido.

Antes de empezar el debate y la presentación por parte de los funcionarios de la Alcaldía, el concejal ponente del partido Liberal, Germán García, le pidió al presidente de la Comisión, Libardo Asprilla, un plazo adicional de diez días para presentar su ponencia del proyecto y poder estudiar a fondo las implicaciones que tendría para las finanzas de la ciudad el nuevo cupo.

Sin embargo, el presidente Asprilla le negó al concejal García la prórroga que solicitó y este último lo recusó por tener posibles intereses en este nuevo cupo de endeudamiento, teniendo en cuenta que Asprilla hizo parte de la administración López como director del Ipes, cargo al que renunció para ocupar una curul en el Concejo luego de la dimisión de Andrea Padilla para aspirar al Congreso de la República.

“Como ponente solicité reglamentariamente una prórroga. La fecha inicial para la ponencia es el 18 de mayo, pero pedí que se me concedieran entre 1 y 10 días porque es un tema complejo y considero que es inviable autorizar todo el cupo. El presidente negó darme la prórroga y se evidencia que tiene interés de sacar el proyecto lo más rápido posible, por consiguiente lo recusé”, aseguró a SEMANA el concejal García.

Así las cosas, el cupo de endeudamiento está reviviendo el fantasma que entorpeció el debate y trámite del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) el año pasado y más recientemente el proyecto de la inclusión de Bogotá a la Región Metropolitana por cuenta de las recusaciones.

Con la recusación de García a Asprilla, el debate tuvo que ser suspendido para que sea la Plenaria del Concejo la que decida finalmente sobre esta recusación.

Pero los problemas para el nuevo cupo de endeudamiento no paran ahí. Además de la recusación, la bancada del Partido Cambio Radical, que tiene tres curules dentro de la Comisión de Hacienda, anunció que se retirará de la discusión del proyecto por falta de garantías, por lo que el nuevo cupo estaría tambaleando y muy cerca de hundirse sin ni siquiera haber iniciado la discusión.

“En la bancada de Cambio Radical, por falta de garantías, nos retiramos. Sin el partido no aprueban el cupo de endeudamiento, por lo que hoy la aprobación del proyecto está fácilmente en cuidados intensivos”, afirmó a SEMANA el concejal vocero Rolando González.

“En principio no estamos retirando de manera parcial en toda la discusión hasta que no nos entreguen las garantías necesarias. Nosotros tenemos un ponente dentro de este cupo que es el concejal César García”, complementó González.

De acuerdo con el cabildante, las garantías que está exigiendo la colectividad es la posibilidad de adelantar un foro con los entes de control, para que la Contraloría de Bogotá lleve a cabo una exposición y un informe pormenorizado de la ejecución y pertinencia del cupo aprobado en el año 2020.

“Estamos pidiendo un informe de lo ejecutado, no de lo comprometido. Con base a eso vamos a determinar y dejar como decisión de bancada si es viable la aprobación de este cupo o no, toda vez que deja a la ciudad con un déficit en finanzas y comprometidos por más de 15 años”, dijo Rolando González.

El Concejo tiene plazo hasta finales de mayo para aprobar la iniciativa en primer debate, pero el concejal González no descarta que por falta de tiempo la administración en algún momento se vea obligada a retirarla, como sucedió con el proyecto de Región Metropolitana.

Asimismo, cuestionó que este nuevo cupo afectaría la sostenibilidad de la deuda en la ciudad. “La aprobación de este nuevo cupo de endeudamiento implica que el año 2023 cada peso que le entre a la ciudad, lo va a deber, es decir, que no puede disponer de ellos y en 2024 el 96 % de cada peso va a estar en deuda”, puntualizó González.