Javier Ordóñez
Javier Ordóñez | Foto: Fotomontaje SEMANA

JUSTICIA

“En ese CAI viví una agresión similar a la de Javier Ordóñez”

Este es el testimonio de un joven abogado que le aseguró a la justicia que meses atrás también fue brutalmente golpeado por los mismos policías que hoy son acusados de la muerte de Ordóñez. Las autoridades lo tienen presente en las investigaciones para determinar si el episodio no fue un hecho asilado.

27 de octubre de 2020

La muerte de Javier Ordóñez sigue estremeciendo al país. Este martes, la periodista Vicky Dávila reveló en su programa en SEMANA, los resultados de la necropsia de Medicina Legal que dan cuenta que además de los múltiples golpes que recibió el abogado por parte de los policías del CAI de Villa Luz, en el cuerpo del abogado también se registra un impacto de bala. Las autoridades siguen investigando que pasó esa fatídica noche del 8 de septiembre en que la violencia policial mostró una de sus peores caras.

Vea el programa con las nuevas revelaciones de este caso

En el hoy voluminoso expediente que tiene la justicia sobre el caso de Ordóñez reposan otros elementos y testimonios hasta ahora desconocidos. Uno de ellos es el relato de un abogado, estudiante de derecho en la Universidad Externado y quien dice que se desempeña como asistente jurídico independiente.

El hombre relata que ese 8 de septiembre no fue la primera vez que se vivió un hecho de agresión policial en el CAI de Villa Luz. A las autoridades les contó otro momento: el 2 de febrero de 2020. Según él, esa noche estaba con su hermano y el patrullero Juan Camilo Lloreda, identificado con el número de chaleco 261282, lo agredió estando él ya esposado. El abogado agrega que fue la misma persona que descargó sobre Ordóñez los impactos de la pistola Taser esa noche de septiembre, según las imágenes de video que conoció el país.

El abogado presenta una narración detallada de lo que le sucedió a él en esa noche de febrero. Alrededor de las 11:30 p.m. estaba con su novia en el parque del barrio Normandía: “Fuimos abordados por dos policías en una moto”, sostiene. Según él, el uniformado se bajó de forma temeraria con la moto en movimiento y le preguntó qué estaban haciendo.

El joven contestó que estaban conversando y de inmediato les pidieron los papeles. “Al ver la actitud de los policías me sentí intimidado y les dije que iba a llamar a mi casa para decir dónde me encontraba, que yo conocía mis derecho y que no era necesario que me hablaran de esa manera agresiva”.

Después de eso, según relata, vivió un calvario. “El policía se me abalanzó y comenzó a darme golpes en la cabeza, en el torso, me oprimió la mano derecha y me cortó la circulación”, narra. Su hermano pedía que no lo golpearan más y entonces el policía lo esposó a él también, mientras su novia grababa todo.

“Un policía me colocó la pierna en el cuello y el otro me daba golpes en la cabeza... me cortaron el oxígeno y perdí el conocimiento por unos segundos”, agrega. Luego, tanto a él como a su hermano los subieron a una patrulla y los llevaron al CAI de Villa Luz.

El joven asegura que no había elementos para recibir el mal trato de la policía. “No existió ninguna situación que justificara el uso de la fuerza, y mucho menos la brutalidad de la cual fuimos víctimas”. Y agrega que siente que fue “agredido por los policías con similar accionar contra el señor Javier Ordóñez”. En el caso de él también hay videos y registro de Medicina Legal de esa agresión.

Protestas en Bogotá por caso Javier Ordóñez
El crimen contra Javier Ordóñez produjo una ola de manifestaciones y ataques a los CAI del país (Photo by Raul ARBOLEDA / AFP) | Foto: AFP

El abogado también relata que los dos policías involucrados en la muerte de Ordóñez, que fueron los mismos que lo agredieron a él esa noche, le pidieron dinero. Y que, una vez ellos salen del CAI, en la madrugada del otro día, reciben presiones por parte de esos dos policías para que firmen documentos eximiéndolos de la responsabilidad. Al final Medicina Legal confirmó 12 lesiones en su cuerpo, en las muñecas, en el cuello y en el rostro. Además del trauma psicológico de esa noche que no olvidan y que volvió.