POLÍTICA
En febrero, la Universidad Distrital retornaría a la presencialidad en un 100%
El rector saliente de la institución, Ricardo García, explicó cómo será este regreso a los espacios físicos de la institución.
La próxima semana terminará la gestión de Ricardo García Duarte como rector de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, quien asumió el cargo a finales de 2017.
A partir del primero de diciembre de este año, cuando se posesionará el próximo rector o rectora de la institución tras la elección del Consejo Superior Universitario un día antes, tendrá que entregar los resultados y los pendientes que deja su administración.
En diálogo con SEMANA, García explicó cómo será el retorno a la presencialidad de la institución y entregó detalles sobre algunos casos de corrupción que fueron descubiertos y denunciados en la institución.
SEMANA: ¿Cómo les ha ido en la alternancia? ¿Cuándo vuelven a la presencialidad?
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RICARDO GARCÍA: En la pandemia lo primero que hicimos fue apoyar a los estudiantes. Los hemos apoyado con matrícula cero en los últimos cuatro semestres, los hemos apoyado con préstamo de tablets y con un bono alimentario cambiable por un mercado. Para esto tuvimos que hacer la reorientación de recursos de alrededor de 30 mil millones de pesos.
Adicionalmente, estamos trabajando para lograr la presencialidad, estamos trabajando para que haya cursos, sobre todo laboratorios, que puedan ir retornado físicamente.
SEMANA: ¿Cuándo vuelve toda la universidad presencialmente?
R.G.: La idea es trabajar para que a partir de la primera semana de febrero sea presencialidad total, por supuesto con los protocolos. Ya llevamos casi el 60 por ciento de los estudiantes vacunados.
SEMANA: ¿Cuántos estudiantes deben estar vacunados para volver a presencialidad total?
R.G.: Necesitamos cerca del 80 por ciento de los estudiantes vacunados.
SEMANA: ¿Cómo es el balance de la matrícula cero?
R.G.: La matrícula cero fue una causa que emprendimos hace algunos años. La universidad de su propio semestre aportó la matrícula cero desde primer semestre en el año 2020, en 2021 recibimos el apoyo de la Nación. Eso representa un respaldo enorme para los estudiantes, esos son apoyos sociales que sirven porque evitan la deserción.
Uno de los logros que hemos tenido el último año ha sido el aumento de cobertura. Cuando todas las universidades estaban disminuyendo de población estudiantil, nosotros aumentamos. Hay estímulos para que la gente llegue a la universidad. Y tenemos en el primer semestre de 2021 tuvimos 3.820 estudiantes más que en 2020, hoy en día tuvimos casi 32 mil estudiantes, aumentamos poco más de 10 por ciento de población estudiantil.
SEMANA: ¿Qué porcentaje de estudiantes cuenta hoy con matrícula cero?
R.G.: Todos los estudiantes de pregrado, es decir, cerca de 25 mil estudiantes.
SEMANA: ¿A qué se debe este fenómeno tan atípico de aumentar matrículas en plena pandemia?
R.G.: En primer término, creo que hay confianza en la universidad, el estudiante se siente atraído. El segundo elemento es el aseguramiento de la calidad. La universidad va a ser acreditada totalmente, no solo un programa sino toda la institución. Y el tercer punto es la matrícula cero.
SEMANA: ¿Cómo va la creación de programas?
R.G.: Hemos abierto nuevos programas, de modo que pasamos de 77 a 91, se ha consolidado más el proyecto académico. Uno de los hechos más importantes fue la creación de la facultad de ciencias y la próxima semana entregaremos los documentos para la facultad de salud.
SEMANA: ¿O sea que van a tener medicina?
R.G.: Vamos a comenzar con enfermería. Medicina tiene que esperar un poco, pero acabamos de cerrar un convenio de la Secretaría de Salud, para que la gente pueda hacer los cursos y los aprendizajes en enfermería.
SEMANA: Hablemos del caso de Wilman Muñoz, exfuncionario de la universidad involucrado en casos de corrupción…
R.G.: Es un hecho vergonzoso, el que era director de extensión de la universidad se robó prolongadamente recursos que venían de los proyectos de extensión que hacía la institución. Los dineros que recibía los metía en una cuenta, no informaba y no los reportaba. Él fue condenado a 22 años de prisión, eso espero que sirva de lección para que nadie tenga la tentación de echarle mano a los dineros de la educación.