NACIÓN
"Nadie las estaba obligando ni engañando": Policía sobre niñas que aparecieron en Guatapé
Las autoridades encontraron a Laura Valeria y Laura Sofía en un restaurante en Guatapé, cuatro días después de que salieran a escondidas de sus casas. Así fue la angustiosa espera y el feliz hallazgo.
Juntas y en un restaurante en Guatapé, Antioquia, la Policía encontró a Laura Sofía González Rincón y Laura Valeria Melo Cifuentes, dos adolescentes de 16 años que habían desaparecido el domingo pasado en Bogotá y Madrid, Cundinamarca. Así terminó una espera angustiosa para sus dos familias que, junto a las autoridades, protagonizaron una búsqueda incesante.
La alerta para la Policía fue detectar que una de las niñas compró a su nombre un tiquete de bus en la terminal de Medellín, con rumbo al turístico municipio de Guatapé. Ahí se dio el aviso a la Policía local, que empezó el rastreo. Finalmente, los agentes las ubicaron en un restaurante del municipio, mientras almorzaban tranquilas. En Bogotá, mientras tanto, su familia padecía la incertidumbre.
Los policías que las encontraron dieron la alerta al Gaula de la Policía para asegurar el encuentro con las niñas. Finalmente las abordaron y en un helicóptero de la institución las trasladaron hasta un comando en Medellín, para que se encontraran con sus padres.
"Las dos menores se encuentran sanas y salvas y ya fueron entregadas a sus respectivas familias. Se logra establecer que ellas simplemente venían a conocer el departamento de Antioquia que era una ilusión que tenía una de las menores (...) Querían conocer la piedra de Guatapé", dijo el general Carlos Ernesto Rodríguez, comandante de la Policía de Antioquia.
Sin embargo, ahí no paran las investigaciones por el caso. Las autoridades, por ejemplo, están tras los rastros del celular de una de las niñas, donde encontraron chats que la relacionarían con la red Momo. Este es un juego, al estilo de la Ballena Azul, donde delincuentes se aprovechan de los niños, los extorsionan y los obligan a cumplir retos macabros.
"No necesito que me diga nada, solo abrazarla", dijo Larry González, el papá de Laura Sofía, cuando se enteró de que su hija había aparecido y, al parecer, estaba bien.
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Las desapariciones
Liz Rincón, la mamá de Laura Sofía González Rincón recuerda con extrañeza lo que sucedió el fin de semana del 16 de septiembre. “La noté muy estresada, pero hablamos y fuimos a hacer deporte”, cuenta. Ocho días después, el domingo siguiente, Sofía salió de su vivienda en Madrid a las 2:10 pm. Llevaba puestos unos leggins negros, tenis del mismo color, un buzo gris y su pelo suelto. A las espaldas cargaba su mochila azul, de unicornio en la que, según su madre, “cabe una camiseta si acaso”.
Esa tarde pidió un servicio de Uber, pero lo canceló, por lo que tomó un taxi hasta la ciudad de Bogotá. Al llegar a la capital, al parecer, se comunicó con una amiga y revisó su correo eléctronico, siendo el último movimiento del que se tiene conocimiento.
Sus padres saben todo esto debido a que Sofía dejó su celular en la casa, y pudieron realizar labores de rastreo para saber qué hizo antes de desaparecer. En la investigación se está tratando de reconstruir el minuto a minuto de su salida.
Pero además de esto, encontraron en el móvil cosas de las que no tenían conocimiento alguno. Como números telefónicos de otros países parte de Momo, el más reciente juego viral que ha alertado a las autoridades a nivel mundial, porque personas inescrupulosas pueden llegar a extorsionar a los jóvenes que caen en sus redes o inducirlos a que se suiciden.
La desaparición de Valeria
Valeria es la mayor de 4 hermanas. Una vez terminó el colegio decidió en compañía de sus padres tomarse este semestre para decidir qué va estudiar. Es la mano derecha de Diana Cifuentes, su mamá, y la adoración de sus hermanas menores.
Durante estos últimos meses, Valeria se ha dedicado a ir al gimnasio en Multiplaza durante un par de horas, regresar a casa para leer y compartir con su familia. Según su mamá, es muy amiguera y en las próximas semanas tiene entrevistas universitarias.
Los días corrían común y corriente, sin que algo sospechoso sucediera, hasta el 23 de septiembre.
Cuando la señora Rincón se dio cuenta de que su hija Sofía había desaparecido se comunicó de inmediato con Valeria, pues la describe como una de sus amigas más cercanas.
“Valeria estuvo pendiente todo el día. Me dijo que no sabía del paradero de Sofía pero que cuando supiera algo me diría”, afirma Rincón. Durante varias horas, Rincón y Valeria estuvieron en constante comunicaron. “La última conversación que tuvimos fue a medianoche ese domingo”, explica la mamá de Sofía.
Poco después, Valeria y su mamá se despidieron y cada una se fue a dormir. Sin embargo, 50 minutos después Valeria salió del apartamento.