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Nación

En Hidroituango hubo errores de construcción, asegura gobernador de Antioquia

Luis Pérez presentó en la Asamblea de Antioquia ocho puntos en los cuales EPM se habría equivocado a la hora de construir Hidroituango, basado en un estudio de la Universidad Nacional. Hasta el momento la empresa municipal no ha respondido a las acusaciones.

1 de octubre de 2018

En sesión de la Asamblea de Antioquia el gobernador Luis Pérez presentó ocho irregularidades que encontró la Universidad Nacional en la construcción de Hidroituango. En casi una hora de exposición, aseguró que todo radica en la construcción de dos túneles para desviar el río y en la construcción de la Galería Auxiliar de Desviación, para cuya obra no se tramitó la licencia ambiental en el momento idóneo.

Lo primero que reveló Pérez fue que para la construcción de los dos túneles de desviación EPM subcontrató al consorcio TIFS, que nunca terminó las obras pese a tener un contrato por 162.000 millones de pesos por ejecutar en 610 días, antes bien el tiempo se extendió  a 823 días por los que la empresa pagó un adición de 23.000 millones de pesos, el Consorcio no terminó sus obras y el contrato se cedió. Esto sería el principio de varios problemas, pues debido a los retrasos en estas obras EPM habría decidido construir un tercer túnel de aceleración o Galería Auxiliar de Desviación (GAD).

El primer problema del GAD, según Pérez, es que se construyó bajo la decisión única de EPM como contratista: “Ese túnel fue advertido por la junta técnica asesora en 2014 (Juan Esteban Calle era gerente, Aníbal Gaviria alcalde de Medellín y Sergio Fajardo gobernador de Antioquia), estábamos ante la ingeniería del desespero por los riesgos técnicos y ambientales que implicaba la nueva desviación del río Cauca”.

Pese a las advertencias, las obras de la GAD empezaron en agosto de 2015, yendo en contra de lo establecido en la ley porque  la modificación de la licencia ambiental se solicitó en julio de 2016 y la Anla respondió a las mismas en septiembre del año siguiente. “La junta asesora de Hidroituango le advirtió a EPM en 2014 que estaba obligada a obtener licencia ambiental para este túnel”, dijo Pérez.

Como si fuera poco, en el informe que recibió el gobernador de la Universidad Nacional se dice que el recubrimiento que se usó en dicho túnel no cumplía con las condiciones hidrodinámicas “debido a los altos niveles del embalse presentados en abril pasado”, cuando sucedió la crisis que aún no termina, y es que al parecer el diseño no contaba con la velocidad con la que el agua entraba por el túnel por lo que el concreto cedió.

“La galería estuvo trabajando 15 días de abril por encima de su capacidad. Se puede concluir que el túnel fue susceptible a desprendimientos del revestimiento, dejando expuesta la roca”. Esta fue una de las primeras hipótesis de fallo que se lanzaron cuando se inundó Puerto Valdivia y ante una pregunta de SEMANA, el gerente de EPM,  Jorge Londoño, aseguró que para cada tramó del túnel se hicieron estudios de suelo para determinar qué tipo de recubrimiento era necesario.

Debido a la entrada en funcionamiento de la GAD, EPM autorizó el taponamiento de los dos túneles primarios. Esta ha sido la gran pregunta: ¿por qué taponaron unos túneles que eran necesarios para evacuar el agua del embalse? Según Pérez este también fue un error de cálculo: “Si se hubieran cerrado los túneles conforme al cronograma la crisis actual no existiría. De acuerdo con el plan de obra, para cerrar los dos túneles había dos condiciones: que la altura de la presa hubiera llegado a 390 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) y que la descarga intermedia estuviera lista. Los dos túneles se cerraron sin alcanzar el avance de la presa, y sin estar lista la descarga intermedia (cota 260 m.s.n.m.)”.

En el informe de la Universidad Nacional, según Pérez, también se demuestra que cuando el embalse empezó a aumentar y los ingenieros quisieron volar los tapones de los dos túneles primarios se cometieron errores: “No había expertos en voladuras y hubo errores en las perforaciones según el informe”, lo que terminó debilitando la montaña: “Empezaron a aumentar la ocurrencia de derrumbes. El macizo recibió una afectación significativa por las voladuras del tapón número nueve”.

Hasta el momento, EPM no se ha pronunciado sobre los señalamientos de Luis Pérez, quien aseguró que la empresa trata muy “blandito” a sus contratistas pero de manera muy severa a sus socios —en este caso la Gobernación de Antioquia—.

De paso, el gobernador volvió al tema del polígrafo: “Yo me enteré que el polígrafo iba a ser usado con una lista negra de EPM, donde aparecen varios concejales que piensan diferente, la Contraloría y el gobernador Luis Pérez. No se puede hacer esto contra funcionarios públicos, un ente que los vigila y el gobernador que tiene un rango más alto que ellos. No aceptaremos que se haga espionaje en una empresa como EPM. Y que quien haya tomado esa decisión debe una disculpa pública. Eso tiene un olor a dictadura”.