En imágenes: las lujosas propiedades incautadas a familia que delinquía en Antioquia, Cauca y Bolívar

Luego de que autoridades le siguieran la pista al patrimonio ilícito de un clan familiar, conocido como Lucar, la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional, incautó millonarios bienes conseguidos a través de extracción ilícita de oro y el deterioro indiscriminado de recursos naturales en departamentos como Antioquia, Cauca y Bolívar.

El ente investigador reveló que las señaladas cabezas de esa “dinastía criminal” fueron identificados como Luis Aníbal Cardona Henao y sus hijos, Jaider Andrés, Huber Aníbal y Luis Guillermo Cardona Mayo, quienes al parecer adquirieron una importante cantidad de bienes con dineros de minería ilegal.

En medio de la indagación, un fiscal de la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio impuso medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión sobre 27 inmuebles, entre los que se encuentran fincas, apartamentos, casas, lotes y edificios.

Además de cuatro establecimientos de comercio, dos sociedades y tres vehículos, que figuraban a nombre del “clan Lucar” y su núcleo familiar.

Los bienes, cuyo valor comercial ascendería a 25.000 millones de pesos, fueron ocupados en operativos realizados en los municipios antioqueños de San Rafael, Guatapé, El Peñol, Barbosa, Bello y Cisneros.

Entre los inmuebles sobresalen fincas lujosas, edificios y la mitad de un islote ubicado en la represa de Guatapé, avaluado en 2.003 millones de pesos.

Así mismo, a las autoridades les llamó la atención un predio localizado en zona rural de San Rafael, Antioquia, donde funcionaba la mina San Julián, en la que se extraía oro en grandes cantidades a través de un socavón.

A su vez, el predio estaba rodeado por 11 lotes de terreno de gran extensión que le permitieron a esa organización criminal aislarse y tener independencia mientras se extraía el mineral.

La Fiscalía explica que los elementos de prueba recogidos por investigadores indican que, para dar apariencia de legalidad a los millonarios ingresos obtenidos de manera ilícita, esa red compraba inmuebles en los que se levantaban complejos comerciales que, posteriormente, eran arrendados.

Autoridades también tiene evidencia sobre la venta de oro a distintas sociedades comerciales que luego pagaron regalías al Estado y reportaron a Luis Aníbal Cardona como vendedor del mineral, cuya procedencia era ilícita, pues nunca tuvo título minero autorizado por la Agencia Nacional de Minería.

El ente acusador reveló también que el trabajo investigativo de las seccionales de Antioquia y Cauca “puso en evidencia las maniobras a las que recurrieron los integrantes del clan Lucar para entrar maquinaria pesada a los entables mineros, acelerar la extracción de oro y sacar el producto para comercializarlo”.

A través de la investigación, “se logró establecer que el cabecilla hizo diversas solicitudes de legalización minera y de contratos de concesión para explotar, las mismas que fueron rechazadas por la Agencia Nacional Minera”.

Luis Aníbal Cardona Henao, dice la Fiscalía, “concentró” las operaciones ilegales en San Rafael y Segovia, Antioquia, mientras que sus hijos se encargaron de sostener yacimientos en El Bordo y Bolívar, en el departamento del Cauca, sobre el río Guachicono, y en otros municipios antioqueños.

Un cruce de información puso al descubierto que la familia Cardona reportó ante la DIAN cerca de 1.000 millones de pesos por operaciones mineras entre los años 2010 y 2014, “claramente amparados en normas que no les eran aplicables”.

Asimismo, parte del oro declarado salió de 14 minas ubicadas en distintos municipios de Antioquia, pero fue registrado como si hubiera sido extraído en una sola mina, que no tenía título minero.

Se conoció también que Luis Aníbal Cardona Henao, Huber Aníbal, Luis Guillermo y otras personas que conformaron ese clan familiar fueron capturados y judicializados en diciembre del año pasado.