NACIÓN
En La Mojana (Sucre) advierten de tragedia inminente: “será el nuevo Armero”
El drama para los habitantes de “La Tierra del Agua” sigue latente y el gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, pidió ayuda.
Al tiempo que comandaba las operaciones para atender la emergencia registrada a la madrugada del domingo en la subregión de La Mojana, como consecuencia del desbordamiento del río Cauca a la altura del municipio de Guaranda, el gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, urgió una solución estructural y definitiva en concurso entre su administración y el Gobierno nacional, pues, en su opinión, “estamos ad portas de una múltiple tragedia: humana, alimentaria, agroeconómica, ambiental y ecológica”.
“Son 500.000 hectáreas con 500.000 habitantes de Colombia que están a punto de una tragedia. Hemos venido trabajando con el Gobierno para buscarle una solución integral al problema, a fin de disminuir el riesgo, el número de damnificados y así evitar un desastre”, afirmó el gobernador en su llamado.
El mandatario sucreño aseguró que la solución a esta problemática que han padecido estas comunidades es la construcción de un dique de 57 kilómetros de 32 compuertas para la contención en la margen izquierda del río Cauca. “Es realmente dramático ver las escenas, la angustia de los campesinos, de los arroceros, de los agricultores luchando por contener las aguas con bultos para evitar que el agua se lleve sus cultivos y todo lo que les pertenece. El Gobierno nacional tiene la solución definida, sabe lo que tiene que hacer. Necesitamos de la voluntad de toda la institucionalidad para poder sacar la solución adelante”, agregó Espinosa Oliver.
Debido a las inundaciones que se presentaron en el año 2010, la fauna y la flora no se han terminado de recuperar y este año existe un 70 % de probabilidad de que se repita entre septiembre y octubre, lo cual genera una enorme preocupación por la aproximación del fenómeno de La Niña. “Esta tierra produce la mayor parte del arroz, patilla y berenjena de Colombia; esta tierra es importante para garantizar la seguridad alimentaria de todo el país. Por eso, quiero hacer un llamado de alerta y solidaridad con esta región de La Mojana para convocar la voluntad de las instituciones y del Gobierno para lograr una solución estructural a los problemas de esta región”, concluyó el gobernador.
La crecida del río ha traído como consecuencia afectaciones en varios puntos de su margen izquierda, ocasionando desbordamiento en 12 puntos de la cabecera municipal; asimismo, en la zona rural, en la finca de los Palencia y Eduardo Díaz.
La Mojana, crónica de una tragedia anunciada
Para algunos campesinos es una bendición la llegada del primer aguacero del año, tal como lo dice la canción de Totó la Momposina “Aguacero e’ mayo déjelo caer”. No obstante, este no es el sentimiento que invade a los habitantes de La Mojana, quienes desde hace cuatro décadas deben soportar las inclemencias de las temporadas de lluvia que permanentemente amenazan con desbordar los ríos y acabar con las ilusiones y el esfuerzo de toda una vida de cientos de personas.
En la depresión momposina se encuentra este territorio fértil e invaluable por la riqueza de sus suelos, conocido como la despensa agrícola más grande de la región Caribe, donde se cosecha gran variedad de productos indispensables para la gastronomía típica del país, como el arroz, la yuca o la sandía. Sin embargo, sus habitantes deben enfrentarse inevitablemente a las constantes inundaciones de sus hogares y cultivos, región famosa por hechos de corrupción y un abandono por parte de las autoridades.
El presagio de una mala hora invade de zozobra e incertidumbre a los departamentos de Bolívar, Sucre, Córdoba y Antioquia, que durante décadas han hecho hincapié en la urgencia de posar los ojos sobre La Mojana. Gobernadores y alcaldes han lanzado durante años llamados de alerta al Gobierno nacional, uniéndose al clamor de habitantes que pronostican que la entrada del Cauca traerá consigo pérdidas incalculables por la fuerza catastrófica de la naturaleza que, sumado a la falta de decisiones estructurales, han creado el escenario perfecto para que esta región se convierta en el próximo Armero de Colombia, donde la naturaleza, al igual que los hermanos Vicario en la obra del nobel colombiano Gabriel García Márquez, vienen anunciando la tragedia que les puede ocurrir a cientos de habitantes de la zona.
No obstante, según el gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa Oliver, “el actual Gobierno nacional nos ha escuchado, tiene en sus manos la solución requerida y sabe lo que tiene que hacer. Ahora, necesitamos de la voluntad de toda la institucionalidad para sacar adelante una estrategia integral, definitiva y estructural, que concluya en un gran macroproyecto para sacar a La Mojana de esta permanente incertidumbre y potenciar la zona hacia la productividad y el equilibrio ambiental”.
SOS por La Mojana
Borrados del mapa, agobiados y con el agua hasta el cuello. Así se ven los 500 mil pobladores de los 11 municipios de esta región ubicada en la llanura inundable sobre las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca y San Jorge, quienes deben permanecer, cuando llega la tragedia en cada temporada invernal, en sus casas aún sumergidas en el agua y el lodo que se desprende de las vertientes de los ríos que hacen de estos suelos una superpotencia alimentaria para Colombia y América Latina, pero que a su vez sepulta cada año los sueños de miles de familias cuyo futuro parece estar echado a la suerte.
Según el balance de la Unidad Nacional Para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, hasta 2020 había más de 15 mil damnificados por la segunda temporada de lluvias. “La Mojana será el nuevo Armero de Colombia”, es lo que se escucha en las voces entrecortadas de los habitantes que han visto navegar sus enseres río abajo año tras año y que hoy no les permite dormir con tranquilidad ante la inminente catástrofe; la situación es crítica para cientos de miles de personas que pudieran perder sus hogares o, peor, desaparecer del mapa.
El drama para los habitantes de “La Tierra del Agua” sigue latente. Aun cuando se han realizado una gran cantidad de estudios, diagnósticos y evaluaciones, las soluciones siguen quedando en el papel y el caudal del río Cauca le toca la puerta a aproximadamente 500 mil hectáreas de tierra con miles de cultivos de arroz, maíz, ñame, yuca, entre otros elementos de pancoger, debido a la erosión del sector conocido como Cara de Gato, en San Jacinto, departamento de Bolívar.
Con la llegada de las torrenciales lluvias y a la espera de tener su oportunidad, se valorizan los costales de arroz vacíos, que pobladores aterrorizados rellenan de tierra y fango para simular kilómetros de improvisadas murallas frente a las puertas de sus casas, esperanzados en que esas artesanales obras de ingeniería popular resistan cual muro de contención de hormigón reforzado, la furia de la naturaleza.
Voces ahogadas de La Mojana
Los habitantes de Bolívar y Sucre, que son los departamentos que poseen mayor número de pobladores en la zona, se están quedando en el olvido, justo en un sector poblacional cuyo índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI), según el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), rondaba según informes el 69,84 % para 2015, muy por encima de la media nacional y departamental: 37,2 % y 54,86 %, respectivamente, dejando entrever a una comunidad extremadamente pobre, carente de vías, mala conectividad y cobertura de telefonía móvil, con niveles muy bajos de acceso a servicios públicos, así como precarias condiciones de vivienda y baja intensidad escolar.