FOROS SEMANA

“En la Rama Judicial hay más mujeres cuando se accede por mérito”: presidenta de la Corte Constitucional

La presidenta de la Corte Constitucional, Gloria Ortiz, habló con Foros Semana sobre el papel de las mujeres en la justicia y cómo trabaja para que más mujeres accedan a la justicia y la administren sin discriminación de género.

25 de febrero de 2019
Gloria Ortiz, presidenta de la Corte Constitucional. | Foto: Pilar Mejía

El año pasado, Foros Semana realizó el ciclo de foros ‘La mujer en Colombia: rompiendo techos de cristal’ para analizar cómo se encontraba el país en temas de equidad de género y cómo podría romperse esa brecha entre hombres y mujeres que aún persiste en el país. Hoy, ante los recientes nombramientos de varias mujeres en los mal altos cargos de la justicia colombiana, hablamos con estas mujeres que han roto techos de cristal para llegar a donde están.

Foros Semana: ¿Qué significa para Gloria Ortiz llegar a la presidencia de la Corte Constitucional? 

Gloria Ortiz: Esto para mí es emocionante porque cuando estaba en el colegio lo veía como una ilusión imposible de cumplir. Y con el paso del tiempo, la paciencia, la disciplina, puedo decir ‘si uno quiere y se mete una cosa en la cabeza lo logra‘. Es cierto que este es un país desigual, pero la gente que con mucho esfuerzo trabaja, estudia, hace las cosas con honestidad, también lo puede hacer. Soy una mujer, provinciana, muy del sur, de colegio de monjas que no es bilingüe, entonces pienso que las cosas se pueden ganar precisamente con mucho esfuerzo.

F.S.: Usted es, de hecho, la primer judicante que llega a la presidencia de la Corte Constitucional. ¿Cómo lo asume?

G.O.: A mí me gusta ir a las universidades a hablarles a los estudiantes que no saben qué será de su futuro ni qué quieren hacer con sus vidas. A mí la judicatura y la justicia me han hecho plena. Es una profesión que no da riqueza si se ejerce como debe ser, pero sí permite vivir absolutamente digno y pleno porque con la justicia uno puede sentir que está haciendo las cosas de manera correcta, que está aportando en esta sociedad. Yo estoy absolutamente convencida de que un país es viable si tiene justicia.

Eso de que la justicia se resuelva entre particulares no siempre es lo mejor, porque entre ellos tiene más peso uno que otro. Eso significa que el poder del juez es la pacificación. Desde que uno sale de la universidad puede formarse con esa mentalidad de aportar y crear un país mejor para sus hijos. Hacer un plan de vida alrededor de eso es maravilloso. Por eso, el ejemplo de que incluso haciendo prácticas se puede llegar al máximo escalón de la corporación en la que se cree es muy importante.

F.S.: ¿Por qué es importante que la mujer administre justicia? ¿Cree que lo hace de forma diferente con respecto a los hombres?

G.O.: Estoy convencida de que los hombres y las mujeres no somos tan distintos. Somos igualmente buenos o igualmente malos. Sin embargo, por la sociedad en la que estamos y por la cultura en que nos hemos formado, una mujer en la justicia sí puede ser diferente. Nosotras somos exitosas en nuestro trabajo, pero tenemos que seguir siendo muy buenas cocineras, empleadas del servicio, conductoras, niñeras, etc. Tenemos muchos roles y por eso somos extraordinariamente disciplinadas en lo que hacemos. Eso nos hace distintas a la hora de enfrentar el trabajo y nos hace especialmente buenas en la justicia.

F.S.: ¿Cómo van a trabajar por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres?

G.O.: La presidencia de la Corte no tiene la posibilidad de priorizar un tema. Sin embargo, desde que llegué a la Corte una de mis tareas prioritarias para mi equipo de trabajo cuando estamos en sala de selección es el tema de mujeres. Quienes trabajan conmigo saben que yo quiero trabajar por los derechos de las mujeres porque estoy convencida que esto aporta a un mejor futuro, en especial el tema de derechos sexuales y reproductivos. Creo que no solamente es un asunto de gusto, es un derecho que los mismos convenios internacionales han reconocido. Como es un tema relativamente novedoso, hay mucho para trabajar e interpretar. Tenemos que definir el alcance de derechos y en esto creo que nos hace falta seguir trabajando.

Específicamente con el aborto, debo enfatizar en que la Corte Constitucional tiene una sentencia que hace parte de la cosa juzgada constitucional, que despenalizó tres causales que son hoy objeto de análisis constante y objeto de aplicación. En esa línea se ha movido y se moverá la jurisprudencia.

F.S.: Usted fue ponente de la sentencia que permitió que una empleada fuera despedida cuando estaba embarazada porque no había informado a su jefe del embarazo. Esa sentencia generó controversia. ¿Cuál es su opinión al respecto?

G.O.:  El caso que fue negado en esa tutela era de una mujer que la empresa en la que laboraba descubrió irregularidades en el ejercicio de su trabajo. Ella era cajera y la empresa encontró que no manejaba en forma adecuada la plata. El empleador no sabía que estaba embarazada porque ni ella misma lo sabía. Quince días después de haber sido retirada del empleo, ella se enteró de que estaba embarazada y le comunicó al empleador. En esa ocasión evidentemente el retiro del empleo no obedeció al hecho del embarazo. Obedeció a una causal objetiva que era un manejo irregular en la caja, por eso encontramos que en esa ocasión no hubo discriminación. Que a una mujer la despiden por estar embarazada es lo que nosotros debemos combatir. No debemos promover la inmunidad sino combatir la discriminación. 

F.S.: En una eventual reforma a la justicia, ¿qué temas deberían incluirse en equidad de género?

G.O.: No puedo dar opiniones porque después reviso la Ley. Lo que sí es un hecho es que preferiría, muy a manera personal, que la Ley se ocupe del tema de mujeres. La justicia tiene un dato muy interesante. Las estadísticas en la Rama Judicial muestran que hay más mujeres cuando acceden por mérito. Cuando nos ganamos los concursos por mérito y por puntajes, hay más mujeres. Pero hay menos mujeres en los cargos en los que el poder decisorio es discrecional. Eso podría ser interesante a la hora de evaluar la reforma a la justicia.