Nación
Esta es la escalofriante confesión de un implicado en el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci: “En Medellín dieron la orden y en Cartagena entregaron la pistola”
Gabriel Carlos Salinas fue detenido este miércoles en Venezuela. Este es su relato de los hechos.
“Mi nombre es Gabriel Carlos Salinas, estuve preso por homicidio y secuestro. Allí conocí al ‘Galvis’, al ‘Koki’, al ‘Vampi’ y a ‘Wilexis’, en 2022 me dirigí a Medellín. Estando en un evento de motopiruetas me encontré a Francisco Correa, alias El Monín, donde me dijo que había que hacer la ejecución de un sicariato”.
De esta manera, Gabriel Carlos Salinas, con mirada fría, uno de los implicados en el crimen del fiscal Marcelo Pecci, confesó este miércoles su participación en el brutal asesinato ocurrido en Barú, mientras que Pecci se encontraba de vacaciones con su esposa.
Cabe recordar que, precisamente, la banda que cometió el atroz crimen estaba compuesta por cinco personas: un venezolano de 31 años, que fue quien disparó a quemarropa los tres tiros con pistola nueve milímetros; una mujer y su hijo, los campaneros encargados de seguir al fiscal Pecci y su esposa, Claudia Aguilera; otro más manejaba la moto acuática y, el último, era el jefe y el encargado de conducir el carro que los esperaba a pocos metros de la playa, en el cual emprendieron la huida.
“Me dan la orden de buscar a dos personas más para dirigirnos hacia Cartagena; busco a alias El Negrito y a alias El Guácala, nos fuimos de Medellín a Cartagena. En Cartagena, Monín nos da la pistola, en 5 días nos dan instrucciones, nos dirigimos a la playa de Barú. Allí alquilamos una moto de agua, nos fuimos a la isla, se baja el ‘Guácala’, ejecuta al fiscal y nos vamos donde nos estaba esperando ‘El Negrito’, para irnos a Medellín. Recuerdo que nos fuimos vía terrestre, allí nos iban a dar dinero, agarré 8 mil dólares y me vine hacia Venezuela, primero llegué a Cúcuta y luego hacia Caracas”, dijo.
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Y es que, cabe recordar, el asesinato a sangre fría del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, en la ciudad de Cartagena, tiene avances importantes. Por un lado, aunque cinco de los autores materiales ya están tras las rejas, la investigación se centra en quiénes están detrás del crimen y pagaron por su ejecución. SEMANA conoció que las autoridades, que están trabajando conjuntamente con la DEA, alistan nuevas órdenes de captura relacionadas con poderosos carteles de la mafia de Colombia, Brasil y, especialmente, de Paraguay y Uruguay.
De forma sigilosa y en voz baja, los equipos élite de investigación han venido develando el aparato criminal detrás del homicidio y están hablando con nombre propio. En el radar de las autoridades aparece el nombre del uruguayo Sebastián Marset, prófugo de la justicia, líder de una organización dedicada al narcotráfico y al lavado de activos en Paraguay, muy cercano al negocio del fútbol, y que extiende sus tentáculos en Suramérica.
A esto se suman las relaciones con otro poderoso cartel de la mafia paraguaya conocido como Los Insfrán. Esta red, que se extendió a Brasil y a Colombia, involucrándose en negocios de narcotráfico, ha sido golpeada duramente y de ahí han salido contundentes pistas, incluso desde antes de que se diera el asesinato de Pecci.
Gabriel Carlos Salinas Mendoza, implicado en el homicidio del fiscal Paraguayo, Marcelo Pecci, en Colombia, se encuentra detenido en el Sebin, junto a Carlos Javier Gómez Gómez. Autoridades los interrogaron y sacaron los videos. Salinas habla de su vinculación con bandas https://t.co/PDCECAX06W pic.twitter.com/F7sPzj6Hep
— Roman Camacho (@RCamachoVzla) December 22, 2022
Así se planeó el crimen
Lo que descubrieron las autoridades es que los miembros de esta banda se habrían reunido a finales de abril en por lo menos tres ocasiones, en Envigado y Medellín. Los emisarios que venían desde Paraguay los contrataron mediante un enlace del oscuro mundo de la criminalidad en la capital antioqueña.
Siempre dijeron que era una ‘vuelta’ fácil, que era un empresario que se movía solo con su esposa, estaba de luna de miel y no tenía escoltas, lo que les facilitaba las cosas para cometer el asesinato. Nunca pensaron que su blanco era un reputado investigador que dio el golpe más importante que se les haya dado a las organizaciones narcotraficantes en Paraguay.
Según confirmó el propio fiscal general, Francisco Barbosa, tras varias semanas de investigación conjunta entre el CTI y la Policía Nacional, se lograron estas capturas en dos allanamientos en Medellín. En un trabajo conjunto que terminó con la detención de estas cinco personas, a quienes se les está legalizando su situación y se pedirá una medida de aseguramiento.
El fiscal, junto con el director de la Policía, el general Jorge Luis Vargas, se había comprometido a llegar hasta los responsables de este crimen. El general Vargas había confirmado que se trataba de un crimen con financiación transnacional, con dinero de mafias.