Nación
En medio de incertidumbre por muerte de Iván Márquez, Conferencia Episcopal confirma instalación de mesa de diálogo con disidencias Farc, lideradas por Mordisco
Durante la semana pasada, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, llevó a cabo reuniones con las disidencias de las Farc.
Desde el 1 de enero, en Colombia ha comenzado el proceso de cese al fuego bilateral entre grupos armados y el Gobierno Nacional. Sin embargo, hasta el momento no se han revelado los protocolos específicos para establecer el mecanismo de monitoreo y verificación.
En relación con este tema, el alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, ha afirmado que la Iglesia inició un proceso de trabajo para encargarse del monitoreo de las facciones disidentes de las Farc.
De acuerdo con Rueda, la Iglesia Católica comenzó un proceso en la Comisión que hará el monitoreo con las disidencias al mando de Iván Mordisco. “La iglesia ha empezado un proceso de trabajo en la Comisión de Verificación del cese al fuego con el Estado Mayor Central de las Farc, su rol como testigos o acompañantes de la construcción de paz”, señaló.
A su vez, el funcionario confirmó que, “estos encuentros han contado con el acompañamiento de la Iglesia católica, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA, MAP, OEA, delegados de la embajada de Noruega y la ONU, en estas reuniones se lograron dos acuerdos”.
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Por su parte, el padre Eliécer Soto, secretario general de la Comisión de Conciliación Nacional, destacó que “en estas sesiones se ha acordado retomar el proceso de acercamiento a la mesa de diálogos entre ambas partes, con una fase preliminar en la que se establecerán las condiciones para el desarrollo de dicha mesa y los mecanismos de participación. También se acordó retomar el proceso de cese al fuego, ajustando los mecanismos de verificación y profundizando en la comprensión de las normas y protocolos”.
Gobierno suspendió el cese al fuego con las disidencias de Iván Mordisco en cuatro departamentos
Conviene destacar que en el mes de mayo, el Gobierno Nacional decidió suspender de manera parcial el cese al fuego bilateral con la disidencia conocida como el Estado Mayor Central de las Farc (EMC Farc), lo anterior debido a los ataques realizados por el grupo subversivo en contra de la población civil.
El presidente Gustavo Petro había tomado dicha decisión luego del Consejo Extraordinario de Seguridad que se realizó luego de conocerse la masacre de cuatro menores de la comunidad indígena Murui, Putumayo, quienes fueron reclutados de manera forzosa por el EMC Farc y posteriormente asesinados.
El primer mandatario de la Nación calificó la masacre como ”un hecho atroz que cuestiona la voluntad de construir un país en paz” y aseguró que no existe justificación para ese tipo de crímenes. “Después de escuchar a delegados de las comunidades y del Consejo Extraordinario de Seguridad y debido a la grave violación del Derecho Internacional Humanitario por parte de esta organización al margen de la ley, sumado a otros hechos que generan incertidumbre y zozobra en la población, el Gobierno tomó la decisión unilateral de suspender parcialmente los efectos del Decreto 2656 del 2022″, informó Petro.
A su vez, se confirmó que los encargados del acercamiento con esa guerrilla convocaron a los delegados del EMC Farc, pero estos no asistieron. El Gobierno Nacional había realizado un llamado para que los representantes de la estructura armada participen en los diálogos de paz en diferentes departamentos donde continuará vigente el cese al fuego.
Es de recordar, que la instalación de la mesa de conversaciones con esa organización armada fue suspendida en la primera fecha propuesta. Sin embargo, tras la nueva decisión, el Gobierno acelerará la fase de diálogos y anunció que presentará los nombres de la delegación.
La guerrilla hizo mención a incidentes de ataques contra civiles, como una emboscada en Arauca que atribuyó al ELN, y afirmó que ha habido acusaciones contra sus miembros que no han sido verificadas. También enfatizaron que en Caquetá, Meta y Guaviare no ha habido enfrentamientos, extorsiones o ejecuciones, aunque no proporcionaron detalles sobre el homicidio de los cuatro jóvenes reclutados en Solano.