Nación
En una celda gris de concreto, de dos metros cuadrados, pasará sus días Carlos Mattos
El empresario, confeso corrupto, fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Cómbita, en Boyacá, como represalia por burlar a las autoridades y usar permisos en La Picota para pasear por la ciudad.
El empresario Carlos Mattos, al parecer, no se cansa de burlar a la justicia y por eso fue trasladado ayer en la noche a la cárcel de Cómbita en Boyacá, un centro penitenciario de máxima seguridad en el que se espera que los millones de pesos de los que dispone el confeso corrupto no sirvan para torcer a los funcionarios del cuerpo de vigilancia del Inpec y permanezca encerrado en su celda de dos metros por dos metros.
Y es que la complicidad y los beneficios que tenía en La Picota, se espera, sean cosas del pasado. Mattos llegó a una prisión que fue construida, en 2002, bajo los estándares del sistema penitenciario de Estados Unidos, no hay espacio para lujos, espacios especiales, o peticiones a la carta, como acostumbra Mattos a hacer con sus millones. Tampoco hay colores.
Así es, la cárcel de Combita es un espacio gris, de concreto, frío, uniforme y lúgubre, al mejor estilo de los penales americanos. Para ser más claro, tiene una infraestructura penitenciaria real, con claras medidas de seguridad que buscan evitar que le siga tomando el pelo a la justicia.
Su celda, como se dijo, tiene una medida aproximada de dos metros por dos metros, tiene unos camastros de cemento con su colchoneta y un pequeño baño. La iluminación es muy poca, pues las celdas son completamente cerradas y, al tratarse de un penal de máxima seguridad, las restricciones para salir de las celdas están claras: solo tiene determinado tiempo para ver el sol.
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Además, permanece las 24 horas con personal de vigilancia y custodia del Inpec verificando y haciendo cumplir las restricciones o por lo menos eso se espera que ocurra en Cómbita. Esta cárcel, inaugurada en 2002, se construyó aledaña a otro penal de seguridad mediana que se llama Barne.
La decisión de enviar a Mattos a Cómbita se dio por la indignación que se generó luego de que el periodista Ricardo Calderón publicara en Noticias Caracol una investigación en la que le hacían seguimiento a las salidas del empresario de la cárcel La Picota y aunque salía con excusas médicas resultaba paseando por la ciudad y despachando desde una oficina al norte de Bogotá, donde además se encontró con su abogado, Iván Cancino.
#NCInvestiga | Carlos Mattos, detenido en La Picota, despacha desde su oficina en Bogotá. Durante varios días fuimos testigos de cómo salió de prisión, con complicidad de funcionarios del Inpec, e incluso se reunió con el abogado Iván Cancino (Parte 1) https://t.co/k1NhZsen6A pic.twitter.com/F5D7rZ0ISg
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) March 2, 2022
Fuentes cercanas indicaron que en ese edificio Mattos tiene una oficina privada, la cual era utilizada hace varios años para realizar sus negocios dentro de la compra y venta de vehículos, así como de reuniones con inversionistas nacionales y extranjeros. Todo indica que el empresario continuó manejando todos sus negocios desde esa oficina pese a estar cobijado con una medida de aseguramiento en centro carcelario desde noviembre pasado cuando fue extraditado a Colombia.
Tras este escándalo, Mattos será trasladado a la cárcel de máxima seguridad en Cómbita (Boyacá). SEMANA conoció que por este caso tambalea el preacuerdo que firmó con la Fiscalía General en los dos procesos penales que existen en su contra por el pago de millonarios sobornos a jueces civiles para verse beneficiado con medidas cautelares que le permitieron seguir comercializando vehículos de la marca coreana Hyundai en Colombia.