En vez de plazas públicas, Rodolfo Hernández prefiere llenar aeropuertos

En los últimos días se ha visto un cambio importante en la estrategia de campaña de Rodolfo Hernández. El exalcalde de Bucaramanga, que en principio poco se movía de su residencia en la capital de Santander, ahora está recorriendo el país para darse a conocer.

En sus últimas cuatro visitas a las principales ciudades, los simpatizantes del ingeniero han logrado llenar aeropuertos y entradas de hoteles.

Esto es contrario a lo que buscan Gustavo Petro y Federico Gutiérrez, que llenan plazas públicas y dan discursos. El ingeniero, por su parte, prefiere caminar entre sus simpatizantes y tomarse fotos con ellos. En ocasiones, pide silencio entre los cánticos de apoyo para dirigirse a sus adeptos con un micrófono y un parlante.

Después de una ocupada agenda de dos días en Medellín, el candidato aterrizó el martes pasado en el aeropuerto Matecaña a las 9:00 p. m. En la terminal lo esperó una multitud con banderas alusivas a la campaña y camisetas amarillas, el color con el que se identifica el ingeniero.

“¡Estoy llenando hasta los aeropuertos! Son incontables los pereiranos que vinieron a recibirme. Mil y mil y mil y miles de gracias”, trinó el ingeniero, con fotos de la multitud que lo rodeó en su paso desde las llegadas nacionales de la terminal hacia la camioneta que lo esperaba para llevarlo al hotel.

También mostró videos en los que se escuchan tambores y trompetas a favor del candidato, mientras agentes de la Policía abren paso para que el ingeniero pudiera moverse en medio de las personas.

Los simpatizantes formaban parte de una caravana de 400 carros y 200 motos que luego lo acompañaron hasta el hotel Movich, donde también se detuvieron para mostrar su aprecio. Por el tamaño de la capital risaraldense, la movilización a favor de Hernández colapsó la ciudad.

A las 5:30 a. m. de este miércoles 4 de mayo comenzó la agenda del ingeniero en Pereira con un desayuno en la central minorista. En la media mañana sostendrá una reunión con empresarios y luego hará un encuentro en la llamada “casa rodolfista” de la capital de Risaralda.

Hernández, por ser un candidato independiente, no cuenta con estructuras para lograr sedes en las regiones. Por esto, simpatizantes y voluntarios le prestan sus casas al exalcalde de Bucaramanga como centro de su campaña en el territorio.

Esto ocurrió en su visita a Cúcuta, Bogotá y más recientemente Medellín. En la capital de Antioquia, donde estuvo hasta ayer, el candidato quedó sorprendido por el acompañamiento.

“Mejor dicho, una llegada totalmente sorprendente. Estando en la tierra de dos candidatos presidenciales, tener este apoyo me compromete de alma, vida y corazón con Antioquia y con Colombia”, dijo Hernández, viendo a sus seguidores desde afuera de su vehículo.

Apenas se bajó, miembros de su equipo le pusieron poncho y sombrero aguadeño, dos símbolos representativos de la región paisa colombiana. “Se vive, se siente, Rodolfo presidente” fue el cántico que se escuchó a favor del ingeniero.

Las personas aprovecharon para tomarse fotos con el candidato, que en un punto pidió silencio para dar un discurso, algo que el candidato no acostumbraba en meses anteriores.

“Quiero expresar mi más sentido agradecimiento a todos a los que fueron hasta el aeropuerto a recibirme y a los que me esperan aquí en el hotel”, inició Hernández, desde el San Fernando Plaza.

Como todo un político, el empresario emocionó a su público prometiendo: “Vamos a superar las acciones que han hecho los diferentes presidentes que son de aquí. Este homenaje y recibimiento me tiene emocionadísimo”, dijo.

“El candidato de su tierra nos supera, pero es la sumatoria de siete personas que lo están apoyando a él. Nosotros estamos absolutamente independientes, solos. Únicamente con el compromiso y el apoyo de los colombianos”, dijo, afirmando que iría solo a primera vuelta, contrario a los rumores de una posible alianza con Fajardo.

El candidato sigue su recorrido por el país y, sin convocar en la plaza pública, logra reunir una buena cantidad de ciudadanos. El ingeniero, a pesar de que se adapta poco a poco a la nueva estrategia de campaña, se ve cada vez más cómodo en medio de sus adeptos.