Encuesta Invamer: el país que encontró Duque

El presidente Iván Duque tiene un respaldo semejante al que le permitió ganar las elecciones el 17 de junio, y el 53,8 por ciento de los colombianos aprueban su gestión, un mes después de asumir el poder. Desde el punto de vista regional, el mandatario conserva, en líneas generales, los apoyos que cosechó durante la campaña electoral. Tiene su plaza más fuerte en Antioquia y la zona cafetera, y su punto más débil en la costa Caribe. En Bogotá, donde en la primera y en la segunda vuelta presidencial perdió con Sergio Fajardo y Gustavo Petro, hoy alcanza una aprobación significativa por encima del 51 por ciento, muy superior al 37,1 que lo desaprueba.

SEMANA, Caracol Televisión y Blu Radio decidieron continuar la alianza que conformaron durante la última campaña electoral para medir con la firma Invamer la opinión de los colombianos. El estudio mantiene una muestra que no se limita a los centros urbanos, pues recoge municipios medios y pequeños, también en zonas rurales.

Los estudios de este grupo de medios dejaron en claro que existen diferencias claras en las percepciones de los pobladores de las grandes ciudades y los que habitan las zonas rurales o los centros urbanos medianos y pequeños. La primera medición realizada durante el gobierno de Iván Duque corrobora esa conclusión. En la Colombia urbana hay más pesimismo, inconformidad y crítica. El país rural es más institucionalista. En términos generales, el nuevo gobierno resulta mejor evaluado en una encuesta que tiene un componente campestre más significativo. Un hecho que, de paso, también se presentaba en la administración de Juan Manuel Santos, quien recibía mejores calificaciones en las encuestas que incluían la opinión del campo.

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El arranque de Duque

El positivo desempeño de Duque tiene varias explicaciones. Además de beneficiarse del periodo de gracia que suelen tener los presidentes –la famosa luna de miel–, los colombianos confían en Duque para enfrentar uno de los problemas que más ha crecido entre sus preocupaciones: la corrupción. La opinión pública considera que, de las personas mencionadas en la encuesta, el mandatario tiene el mayor compromiso para combatir la corrupción, con un 61,8 por ciento. La cifra es relevante, ya que ese flagelo está en el segundo puesto de la lista de los problemas que más les preocupan a los encuestados, después del desempleo. Esa percepción ha aumentado de manera significativa y alcanza un 22 por ciento, cinco puntos más que en la última encuesta, realizada en junio pasado.

La imagen del primer mandatario también presenta una diferencia muy marcada entre los grandes centros urbanos y el resto del país. En las zonas rurales su aprobación alcanza 64,3 por ciento, mientras que en las urbanas llega a 51,3. El análisis entre capitales y no capitales también arroja una diferencia notable: en las primeras es de 48,5 por ciento, diez puntos menos que en las segundas.

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La sensibilidad frente a la corrupción hace que este tema empuje también la imagen de los promotores de la consulta del 26 de agosto, que se fortaleció comparada con la encuesta de junio. Claudia López subió de 31 a 44 por ciento de opinión favorable, Jorge Enrique Robledo de 18 a 21 y Antanas Mockus, a quien no había medido el estudio anterior, registra un 51 por ciento.

En materia de imagen, los candidatos derrotados en la última batalla por la presidencia conservan niveles altos de favorabilidad. Sergio Fajardo descendió 13 puntos, pero conserva uno de los perfiles más positivos: 55 favorable versus 14 desfavorable. El exvicepresidente Germán Vargas Lleras repuntó 9 puntos y Gustavo Petro, 4. Ambos excandidatos conservan un perfil fuerte pero polarizante, pues su percepción divide casi por mitades a los colombianos.

Venezuela: crece la preocupación

La encuesta indagó sobre las percepciones acerca de la crisis venezolana y sus efectos sobre el país. Es evidente que los colombianos se preocupan cada vez más. En el listado de los asuntos más graves que enfrenta la Nación, las repercusiones del problema del vecino país ya aparece en quinto lugar, con un 5 por ciento, por encima de otros que en el pasado ocuparon los primeros puestos, como la pobreza y el narcotráfico.

La encuesta concluye que una amplia mayoría de los colombianos prefieren buscar buenas relaciones con Venezuela, a pesar de que el presidente Nicolás Maduro sigue siendo el personaje que genera mayor rechazo, con un 94 por ciento. Casi 8 de cada 10 encuestados preferiría dialogar con el gobierno del vecino país para solucionar los problemas y solo un 18 por ciento favorece romper relaciones. También hay una amplia diferencia entre quienes se inclinan por una estrategia conjunta de varios países de la región frente a una solución bilateral. Un alto porcentaje –64 por ciento– se muestra escéptico sobre la posibilidad de que las relaciones de las dos naciones prosperen.

Pero algunas percepciones cambiaron. Todavía una mayoría significativa aprueba que el gobierno colombiano acoja a los venezolanos que lleguen al país. Sin embargo, esta cifra –51 por ciento– ha venido descendiendo desde hace un año, cuando llegaba a un 55 por ciento. Lo que indica que, en la medida en que se agrava el panorama y crece la migración, se debilita la solidaridad. Es un dato preocupante por lo que puede significar hacia el futuro. En cambio, la victoria de Iván Duque –y la derrota de Gustavo Petro– hizo bajar la preocupación ante la hipótesis de que Colombia pueda llegar a vivir la misma situación que Venezuela.

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Paz: mejor con Duque

El estudio arroja una conclusión paradójica: la imagen del proceso de paz con las Farc mejoró después del triunfo de Iván Duque. Entre mayo y septiembre, el porcentaje de quienes afirman que la implementación de los acuerdos de La Habana va por buen camino ha crecido 17 puntos. Después de que Duque habló durante la campaña de revisar lo pactado –y de que el expresidente Santos se desgastó en su empeño por sacar adelante el proceso–, hoy más colombianos creen que el gobierno cumplirá lo acordado. Por primera vez en el último año, cuando se iniciaron estas mediciones de Invamer para Blu Radio, Caracol Televisión y SEMANA, hay más gente que confía en que el gobierno llevará a la práctica los acuerdos.

De hecho, el resultado reafirma la preferencia de los colombianos por la solución negociada del conflicto interno. Un 65 por ciento considera conveniente insistir en el diálogo; incluso, casi un 62 por ciento preferiría la reanudación de las negociaciones con el ELN. En todos estos temas relacionados con la paz se observan diferencias profundas entre quienes provienen de las grandes ciudades y las zonas rurales. Estos últimos tienen mayor confianza en la salida negociada del conflicto.

Finalmente, llama la atención que la encuesta reitera el perfil conservador de los colombianos frente a los derechos de las minorías y las nuevas tendencias. Mayorías significativas favorecen castigar el porte de la dosis mínima de drogas, el matrimonio de parejas homosexuales, la adopción de niños por parejas del mismo sexo y la legalización de las drogas. Es un país, en fin, progresista en el campo de la paz y conservador en el terreno de los derechos.