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Elecciones presidenciales: Llegó la hora

Duque y Petro se consolidan en los primeros lugares. Fajardo sube, pero sigue en un punto medio. Vargas Lleras y De la Calle no despegaron. Encuesta de Invamer para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA.

19 de mayo de 2018

El próximo 17 de junio Iván Duque y Gustavo Petro competirán por la presidencia en una segunda vuelta. Las preferencias electorales de los colombianos no sufrieron grandes modificaciones en el último mes, con la única excepción del exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, quien mantuvo una tendencia al alza. Esa subida, sin embargo, no es suficiente para acercarse a los dos punteros. Y en cuanto a los aspirantes del fondo de la tabla, Germán Vargas Lleras y Humberto de la Calle, tuvieron un estancamiento que definitivamente les impidió despegar: de hecho, caen un poco, aunque en cifras irrelevantes si se considera el margen de error de la encuesta.

En el periodo mencionado la campaña tuvo gran intensidad. Hubo debates entre los candidatos en varios foros, actos proselitistas en todo el país –incluida la plaza pública–, cuñas televisadas y gran cubrimiento de todos los medios. Pero ninguno de esos eventos modificó sustancialmente las tendencias: la radiografía de la competencia muestra a Duque y Petro adelante, Fajardo solitario en el medio, y Vargas Lleras y De la Calle en la retaguardia.

Esta es la principal conclusión de la última encuesta hecha por Invamer para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA, entre el 12 y 16 de mayo. Dada la prohibición de publicar estudios sobre intención de voto en la última semana antes de las elecciones, esta es la última que se llevará a cabo antes de la primera vuelta presidencial.

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En el último mes solo se presentaron algunas modificaciones marginales. Desde el punto de vista regional, el exalcalde de Bogotá logró un ascenso significativo en la zona suroccidental (Valle, Cauca, Nariño y Chocó), que lo tiene en el primer lugar en la región, por encima de Iván Duque. El aspirante de la izquierda también es fuerte en la costa Caribe, donde también lidera. En cambio, ha perdido en otras plazas, incluida Bogotá –que ha sido su fuerte–. En la capital, Petro está por debajo de Duque, quien ha ganado terreno y se apoderó de la camiseta amarilla. En la capital de la república, considerada un fortín del voto de opinión y de los independientes, Duque, Petro y Fajardo se distribuyen el botín casi por terceras partes y les llevan una amplia ventaja a Vargas Lleras y a De la Calle.

Duque compensa su pérdida en la región suroccidental con una recuperación notable en la tierra natal –y fuerte natural– del uribismo: Antioquia y la zona cafetera. Aunque su liderazgo en esta región no es nuevo, se ha consolidado. Alcanza un 58 por ciento y relegó a Sergio Fajardo, quien ha disputado el patio, a un 18,7 por ciento. Petro, quien en las últimas semanas llevó a cabo una exitosa gira de plaza pública en las ciudades de la región, ocupa el tercer lugar, pero con un distante 13,9 por ciento.

También se presentan ajustes en la intención de voto por estratos. Iván Duque ha crecido en los bajos, en los que ahora aventaja a Petro, y en los más altos ha crecido la simpatía por Sergio Fajardo, que está incluso por encima de Duque (aunque estrictamente en empate si se considera el margen de error). Curiosamente, Duque y Petro convergen en un perfil semejante: tienen más apoyo en los estratos bajos que en los altos, y es muy diferente al de Sergio Fajardo, quien corre con mejor suerte en los estratos altos, que en los medios y en los bajos.

También ofrece un panorama llamativo la diferencia entre el apoyo a los candidatos en las capitales, en comparación con las otras ciudades, y entre el país urbano y el país rural. La elección es más disputada en los centros urbanos. Duque, en cambio, aumenta su ventaja en los municipios que no son capitales y en las áreas rurales.

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En el último mes tampoco hubo cambios sustanciales para la segunda vuelta. Duque derrotaría a todos los demás en confrontaciones cara a cara. Petro perdería con Duque y con Fajardo, pero derrotaría a Vargas Lleras y a De la Calle. Fajardo también vencería a Vargas Lleras y a De la Calle. Sin embargo, la diferencia entre los punteros –Duque y Petro– se ha acortado: en marzo pasado el aspirante de la derecha alcanzaba 60,2 frente a 36,6 de la izquierda, y ahora esa diferencia se ha reducido a 10 puntos, 53,5 versus 43,4.

Las distintas hipótesis para segunda vuelta –que no tendría lugar si alguien gana en la primera con el 50 por ciento– tienen que ver con la imagen de los candidatos. Duque y Fajardo tienen mejor perfil (diferencia entre percepción positiva y negativa) que Petro, Vargas Lleras y De la Calle, y por eso obtendrían un mejor resultado y son más competitivos en los enfrentamientos cara a cara.

La otra cifra relevante, en cuanto a los posibles resultados de segunda vuelta, es la opinión de los encuestados sobre por cuál de los aspirantes nunca sufragaría. El rechazo juega un papel determinante en la final, por el hecho de que en esa instancia solo hay dos competidores. Encabeza esa tabla Gustavo Petro. El exalcalde tiene más oposición entre las mujeres que entre los hombres, es más baja entre los jóvenes y aumenta con la edad de los votantes. Iván Duque tiene el segundo lugar en términos de por quién no votarían los encuestados. Es normal que, en una polarización entre Duque y Petro, ambos tengan mayoría no solo en el apoyo, sino también en el rechazo porque quienes están con uno están contra el otro. Los fortines de cada uno se convierten en las plazas hostiles del otro.

¿Qué tanto puede cambiar este panorama en las elecciones del 27 de mayo? Este estudio muestra la opinión de las personas que podrán votar, en el momento en que se hizo la investigación: entre el 12 y el 16 de mayo. Es una fotografía. Los eventos posteriores y su impacto sobre la intención de voto no quedarán registrados en ninguna otra encuesta, dada la prohibición de divulgar estudios de carácter político o electoral una semana antes de los comicios. Durante esa semana de veda para realizar encuestas no habrá campaña en las plazas públicas, pero sí en los medios de comunicación. Las cuñas aumentarán y habrá varios debates que podrían influir en los votantes.

La paradoja es que la actual campaña tuvo grandes altibajos y sobresaltos durante el último año, pero una notable estabilidad en el último mes. Desde mayo de 2017 Invamer hizo siete encuestas para Caracol Televisión, Blu Radio y SEMANA. Vargas Lleras fue líder cuando dejó la Vicepresidencia y lanzó su aspiración. Fajardo se apoderó del primer lugar durante el segundo semestre de 2017. Petro ganaba al comenzar el presente año. Y Duque se disparó en marzo, después de la consulta interpartidista, y ha mantenido desde entonces la camiseta amarilla. Desde entonces se ha fortalecido el escenario hipotético de que habrá una segunda vuelta entre Duque y Petro.

Un aspecto que, según algunos analistas, podría producir un resultado en las urnas diferente al de las encuestas es el de las maquinarias políticas. Las organizaciones partidistas mueven hacia las urnas a militantes que siguen la línea de la colectividad. Vargas Lleras le apuesta a que el apoyo de su partido, Cambio Radical, el de La U y de la mitad del Partido Conservador lo lleven a una votación mayor a la que registran las encuestas. En cambio, Gustavo Petro y Sergio Fajardo –opciones del llamado “voto de opinión”– podrían tener dificultades para convertir en sufragios reales las simpatías que cosechan en los sondeos. En especial Petro, que tiene fortalezas en sectores con una alta tradición abstencionista, como los jóvenes, o de alta influencia de las maquinarias, como la costa Caribe.

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Como suelen decir los candidatos –y sobre todo los que van atrás–, la verdadera competencia no es la de las encuestas, sino la del día de la elección. Y todo indica que esta campaña de 2018 –con el auge de un novato como Duque, el crecimiento de un izquierdista como Petro y la rebelión contra los grandes partidos que hoy aparecen en la cola– ha despertado interés entre los colombianos. Según la encuesta, votará un 55,6 por ciento que, si se concreta, llevaría la participación a una cifra histórica, cercana a los 20 millones de votantes. Los ciudadanos y las urnas, el domingo 27, tendrán la última palabra.