BOGOTÁ

Enfrentamientos entre el Esmad y ciudadanos por obras en humedales en Bogotá

Un juez determinó que las obras tendrán continuidad ya que se encuentran amparadas por el POT. Sin embargo, varios ciudadanos se oponen a que se intervenga el humedal de Tibabueyes - Juan Amarillo.

23 de mayo de 2019
Ciudadanos evitando el cercamiento de la obra en el humedal Juan Amarillo. | Foto: Tomado de Twitter

No son pocas las manifestaciones en contra de las obras que el Distrito quiere hacer en los humedales de Bogotá. Varios ciudadanos se han quejado de que estas intervenciones afectarían la fauna y la flora de estas reservas. En especial las críticas más sonadas son las que van en contra de los proyectos en la Reserva Thomas Van der Hammen y en el humedal Tibabueyes -Juan Amarillo.

Este jueves una vez más los ciudadanos llegaron al lugar para evitar que el Distrito desarrolle las obras que tiene planeadas. Desde las 5 de la mañana varios ciudadanos han estado alertando que estas intervenciones podrían dañar el humedal. Según denuncian varios de ellos, el Esmad los está atacando de nuevo por impedir el acercamiento del lugar.

“Esta construcción afectará el ecosistema ya que en este habitan varias especies de animales como las garzas y el copetón bogotano, entre otras; también varias especies de flores como el ricino y el helecho de agua que se verían impactadas de forma negativa”, ha dicho la ciudadanía.

A propósito, Celio Nieves, candidato del Polo a la Alcaldía de Bogotá, trinó: Alcalde depredador de naturaleza Enrique Peñalosa no siga destruyendo humedal Tibabuyes-Juan Amarillo, el diálogo no se hace con el ESMAD, respeto por la comunidad. Y la concejal María Fernanda Rojas también afirmó: Alcalde, el enlace entre la ciudadanía y el Esmad no puede ser enlace entre la ciudadanía y el Distrito. Por su parte, la cabildante del Polo Xinia Navarro compartió imágenes de los heridos y dijo: "La gente herida por el ESMAD en Ciudadela Colsubsidio por defender su territorio y no permitir un cerramiento más allá de lo permitido. Hasta cuándo el alcalde va a seguir atacando al pueblo y desconociendo a los bogotanos. No en vano aumentó su impopularidad.

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Además de las manifestaciones ciudadanas en las calles, se solició la nulidad del decreto 565 de 2017, por medio del cual se modificaba la política de humedales. El mayor problema que encontraron los demandantes era que se hacía más flexible intervenir estas reservas. Antes, por ejemplo, no se podían construir ciclorutas, y gracias al nuevo decreto sí.

Tras estas denuncias, el juez cuarto administrativo de Bogotá ordenó suspender provisionalmente el decreto y muchos interpretaron que como consecuencia obras como la cicloruta que pasaría por el Juan Amarillo tendrían que ser suspendidas. Sin embargo, el mismo juez aseguró que si bien el decreto estaba suspendido por ahora, eso no significaba que tuvieran que posponerse los proyectos. Esto se debe a que las obras están amparadas por el POT vigente, una norma superior al decreto que fue suspendido.

La Personería de Bogotá había alertado hace unos días que “las obras civiles del Distrito, la tala de árboles, los vertimientos de aguas negras y de basuras, así como la falta de control por parte de las autoridades a esa contaminación, tiene en grave peligro el ecosistema del humedal Juan Amarillo”.

El ente de control además sostiene que la Secretaría encargada de organizar y adelantar las mesas territoriales de los diferentes humedales no conoce si la Empresa de Acueducto de Bogotá está garantizando la participación ciudadana en proyectos a realizar dentro de los ecosistemas protegidos en el Distrito, e insisten en que las obras “implican riesgo al ecosistema”.

Así mismo dice la Procuraduría que “pese a toda la inversión en infraestructura civil, las obras no recuperan el humedal sino lo dejan en mayor riesgo. Habrá más talas de árboles para las diversas construcciones. Solo la calzada de tres metros (ciclovía y peatonal) implica la apertura de una zanja que se llenará con materia de cantera y concreto".  

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En una entrevista con Semana sobre el tema el alcalde Enrique Peñalosa dijo “estamos haciendo una ciclorruta que conecta el parque Colsubsidio con el humedal Juan Amarillo. Este, a su vez, comunica a Lisboa, Bilbao, Santa Cecilia, Villa Cindy, que son barrios populares. Los ciudadanos de más ingresos se oponen a que las personas que viven en estratos populares pasen por ahí. Hay muchos casos en que la argumentación de fondo es clasista. Y que lo que están haciendo son obras para que los humedales sean protegidos”.

En otra intervención el mandatario dijo “en un manejo politiquero se quiere hacer creer y generar el ambiente de que la alcaldía no obedece los fallos, cuando eso es falso. Y no podemos olvidar que en la decisión judicial de diciembre, cuando ordenó suspender el decreto, el mismo juez dijo que la demanda de nulidad que estaba estudiando no era la instancia para ordenar que se suspendieran obras, como pretendían los demandantes”. El Acueducto por su parte ha explicado que las obras serán espacios muy importantes en la contención del crecimiento urbano sobre los humedales y que evitarán las ocupaciones ilegales.

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Pese a que la alcaldía cuenta por ahora con el aval para continuar con esta obra, lo cierto es que hay una ciudadanía que se opone y no se ha podido establecer un canal de diálogo que, por un lado evite los enfrentamientos con el Esmad, y que, por otro, le permita a Peñalosa sacar sus proyectos adelante.