NACIÓN

Enrique Gil, el séptimo ministro de justicia de la era Santos

Antioqueño, conservador, y miembro de la Comisión Interamericana de DD.HH. Tendrá que dar duras batallas jurídicas ganadas por sectores liberales. ¿Un guiño al Partido Conservador?

24 de febrero de 2017
Enrique Gil Botero, nuevo ministro de Justicia | Foto: Archivo SEMANA

Los conservadores no se han sentido cómodos en el gobierno de Juan Manuel Santos, aunque siguen ahí. Perdieron la Procuraduría, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Agricultura, históricos botines azules. Ahora, en la recta final de su administración, el mandatario les entregó algo de oxígeno burocrático.  Enrique Gil Botero, antioqueño y conservador, será el nuevo jefe de la cartera de justicia.   

La decisión es significativa. El Ministerio de Justicia ha promovido posiciones liberales y progresistas en varios temas, y entre sus funciones está definir la política de drogas, uno de los ambiciosos objetivos de Juan Manuel Santos. Desde allí se promueve una política mundial contra las drogas, menos represiva con el consumidor y los pequeños eslabones de la cadena del narcotráfico, pero contundente contra las grandes estructuras.

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Sin embargo, el giro más controvertido fue la suspensión de las aspersiones aéreas con glifosato. Gil Botero, el nuevo ministro, tendrá que defender esta postura liberal, o decidir si respalda al Fiscal Néstor Humberto Martínez y regresa al modelo de las fumigaciones, también controvertido por sus resultados.

Este exconsejero de Estado, además, tendrá la presidencia del Consejo Nacional de Estupefacientes, en donde tienen voto y asiento las autoridades que encabezan la lucha de drogas en Colombia. 

También tendrá que direccionar la política criminal del Estado, como presidente del Consejo Superior de Política Criminal, un órgano consultivo de iniciativas legislativas relacionadas con los cambios en el Código Penal. Por ejemplo tendrá que rendir concepto en torno a la cadena perpetua para violadores, el aumento de penas a los corruptos, iniciativas que podrían coincidir con su administración.  

Con estas dos responsabilidades, Gil Botero, miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, está llamado a ser el soporte del gobierno frente a los desarrollos legislativos de los acuerdos de paz de La Habana. Ya salió del Congreso la Ley de Amnistía y está en último debate el Acto Legislativo que crea la Jurisdicción Especial para la Paz. 

Sin embargo, quedan pendientes discusiones que tocan sensibilidades, incluso dentro del mismo Estado. Como es el caso del cese de la acción penal para pequeños cultivadores y beneficios penales a pequeños eslabones de la cadena del narcotráfico con enfoque de género. Este tema puso a su antecesor, Jorge Londoño, a librar batallas públicas con el fiscal Néstor Humberto Martínez. 

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Gil Botero es un jurista de amplia trayectoria. Fue magistrado de la Sección Tercera del Consejo de Estado, y se le recuerda por la sentencia que condenó a la Nación por el caso de ‘Los Doce Apóstoles‘, aquel grupo promovido por personas reconocidas en la zona de Yarumal, Antioquia. A pesar de su pensamiento conservador, fue una de las primeras voces en la justicia que reconoció que las parejas del mismo sexo sí pueden constituir una familia.

"Es un jurista con las mejores credenciales”, dijo el Primer Mandatario al anunciar el nombre del que será su quinto ministro de Justicia, cartera por la que han desfilado, desde el 2010, Germán Vargas Lleras, Juan Carlos Esguerra,  Ruth Stella Correa, Alfonso Gómez Méndez, Yesid Reyes y Jorge Londoño. 

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