Entre el temor y la alegría por volver a Colombia: primer grupo de connacionales repatriados desde Israel en avión de las FAC narran lo vivido, con su fe puesta en Dios

En la madrugada de este viernes 13 de octubre, el aeropuerto de Catam se vistió de esperanza, orgullo y felicidad al cumplir con una parte de la misión humanitaria para traer de regreso a los colombianos que quedaron en medio de la guerra entre Hamás e Israel.

SEMANA estuvo presente en la llegada del avión de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. Alrededor de las 12:40 a. m., luces desde el cielo indicaban que en segundos aterrizaría el avión, entre murmullos y silencios se escuchaba decir, “ese es el avión”, “llegaron los colombianos”... No pasaron más de dos minutos, cuando se confirmó que el avión del que tanto se hablaba era en el que venían los 110 colombianos.

Como si su retorno se tratara de una misión a la Luna, cada uno de los colombianos comenzaron a bajar por las escaleras, mientras eran fotografiados y aplaudidos por autoridades, miembros de las FAC e incluso por los mismos periodistas, que esperaban conocer sus historias y contar al mundo que 110 colombianos habían llegado sanos y salvos.

Testimonios

Adultos mayores, mamás, niños menores, familias enteras reflejaban en sus rostros una alegría inexplicable aún después de haber vivido lo que, a nivel personal, pasó cada uno, desde “bombas por encima, hasta alarmas anunciando ataques terroristas”.

Marcela Munar, una de las pasajeras del vuelo humanitario, mostró su lado sensible al recordar los atroces crímines que ha cometido Hamás en medio de esta guerra; sin embargo, contó que aquel día del ataque (sábado 7 de octubre) no salieron, por el contrario, estaban en oración.

“Eso fue el día sábado, nosotros celebramos el sabbat, ese día no salimos, sino que estábamos en oración y familia, y se escucharon fue las alarmas, y nosotros estábamos en el hotel con el grupo del tour de Israel a las naciones y lo que hicimos fue bajar a los búnkeres; ahí nos guardaron, están ellos muy preparados”, contó a SEMANA Marcela Munar.

Ana de Franco, una mujer de 82 años, viajó a Israel en compañía del padre Chucho; ella es una de sus peregrinas. Según su hija, no era el primer viaje de Ana; esta vez, ella quería conocer el templo de Dios, lejos de imaginar que estaría en medio de una guerra y tan lejos de su hogar. Para Ana, estar con Dios es tenerlo todo, “el que no confía en Dios está perdido”.

De Franco habló con SEMANA desde el aeropuerto internacional El Dorado, donde su familia -con rosas y globos- la recibieron con los brazos abiertos. En sus palabras se notó que nunca perdió la fe; por el contrario, siempre estuvo aferrada a Dios.

“Estábamos en Jerusalén cuando sentimos las bombas. Vimos los aviones de guerra que pasaban por encima y después vimos el cielo iluminado. Estábamos comiendo y cuando de pronto sonó la alarma. En ese momento nos dijeron al búnker, al búnker, al búnker. Todos se fueron adelante, pero yo me quedé al golpecito y llegué allá”, narró de Franco.

Misión histórica

Diego Cadena, director de Soberanía Territorial y viceministro de Relaciones Exteriores encargado, fue uno de los primeros en tener cercanía con los connacionales, minutos antes de que cada uno de los pasajeros iniciara su abordaje. Cadena brindó unas palabras de bienvenida dentro del avión.

“Una operación que requirió una coreografía que no era realmente fácil. No sé si se dieron cuenta, en un momento logramos que los dos aviones se encontraran en Lisboa con muy pocos minutos de diferencia, lograr eso solamente se logra con el profesionalismo de nuestra Fuerza Aeroespacial colombiana”, indicó Cadena.

110 almas con final feliz

Luego de contar sus historias, sonreír, abrazarse, dar gracias, orar y dejar ver sus sentimientos más profundos, cada unas de las personas fueron subiendo a los buses que esperan por ellos. Aquellos buses, los llevarían a reencontrarse con sus familias, mismas que estaban en el aeropuerto El Dorado, con globos, rosas y muchas ganas de decirles “bienvenidos nuevamente a Colombia”.

Ahora solo resta esperar el segundo vuelo humanitario, para dar por exitosa la operación que, en medio de la guerra y los contratiempos que esta puede generar, ha logrado sacar de Israel a los colombianos que estaban debatiéndose entre la vida y la muerte.