ENTREVISTA

“El 30 por ciento del presupuesto en salud se malgasta”

Diego Forero, gerente general de Pfizer para Colombia y Venezuela asegura que el desangre del sistema de salud no es por la innovación. En un dialogo con SEMANA el funcionario habló sobre la salud desde la perspectiva de una farmacéutica.

14 de diciembre de 2017
| Foto: Pixabay

SEMANA: ¿Qué son las terapias innovadoras y por qué la innovación es importante en el sector salud?

Diego Forero: Son productos de innovación que impactan la salud y calidad de vida y dan valor adicional a lo que ya existe. El sistema general de salud tiene necesidad de que diferentes actores nos unamos y veamos qué alternativas hay para que el sistema sea mejor y sostenible. Una de esas opciones es la innovación. Contrario a lo que algunos creen la innovación al final redunda en mejores costos al sistema y más eficiencia.

SEMANA: Muchos dicen que la innovación es cara. ¿Tiene algún ejemplo con qué demostrar lo que está diciendo?

D.F.: Un estudio del doctor Lichtenberg, americano, con metodología rigurosa y publicado en una revista indexada determina que dos terceras partes del aumento de la expectativa de vida se debe a la innovación farmacéuticas y explica cómo esta redunda en años de vida productiva y en menores costos de intervenciones frente a medicamentos anteriores. Al final una innovación tecnologica en medicamentos ahorra en días de hospitalización, recaídas en multiplicidad de terapias y disminución de discapacidades. Eso hay que verlo para ver el impacto de la innovación en salud.

SEMANA: ¿Pero hay ejemplos en una patología concreta?

D.F.: En Inglaterra se hizo un estudio para saber qué pasa si hay una intervención temprana con una terapia farmacológica innovadora en pacientes con artritis y se demostró que en esos pacientes se disminuía días de incapacidad y se aumentaban la productividad laboral frente al medicamento tradicional.

SEMANA: Recojo una queja que se oye mucho en estos foros y es el alto costo de medicamentos innovadores y el sistema no puede pagarlos. ¿Qué piensa de eso?

D.F.: Hay que poner en perspectiva el porcentaje de gasto de salud de los medicamentos. Según un estudio de la Universidad de los Andes el gasto en salud es de12 por ciento del total. De ese gasto corresponde a innovación el 3 por ciento. Bajo ese aspecto Colombia ha avanzado en temas como la regulación de precios y compras centralizadas y en eso la industria farmacéutica multinacional no se opone. Solo pedimos predictibilidad de la aplicación de esas normas.

SEMANA: Entonces para usted el desangre del sistema de salud no es por ahí?

D.F.: El 30 por ciento de gasto en salud se malgasta, de ese 30 por ciento de gasto en salud que se malgusta hay ineficiencias del sistema, hay una parte de mal uso de los medicamentos y una parte de pérdida de recursos,. Yo creo que es importante que el gobierno haya tomado las medidas que tomó, y es importante que nosotros sigamos las medidas que tomó el gobierno pero hay otras aristas del problema que debemos revisar para mejorarlas.

SEMANA: De qué le sirve a la industria hacer desarrollos si el precio es tan caro que no llega a los pacientes?

D.F.: Yo no diría que el tema en Colombia sea el precio de los medicamentos. Hay una normatividad de referencia internacional de precios y nosotros nos acogemos a esa norma. No creo que el precio sea ya un tema de posibilidad. Ahora bien, si con esa aplicación de norma el precio determinado es X y encima de eso quieren seguir bajando y bajando pues entramos en la discusión de si la norma está mal puesta. Eso es lo que hay que mirar.

SEMANA: ¿Por qué la innovación en salud se ve diferente a la innovación en tecnología? Pareciera que la gente adopta más fácil lo nuevo en tecnología que en salud.

D.F.: Tu pagas por un bien suntuoso millones de pesos y si te dicen que hay que pagar eso por un medicamento lo cuestionas. Con una diferencia, la investigación e innovación en medicamentos no se hace de un año a otro sino que toma de diez a 15 años en llegar a buen termino y a estar disponible, sin contar los que se quedan en el camino porque no cumplen con los estándares en eficiacia, seguridad, o en valor agregado.

SEMANA: En la discusión frente a los biotecnológicos, ¿cuál es su posición?

D.F.: Es un aspecto fundamental para entender la intencionalidad de la industria farmacéutica para mejorar los costos del sistema de salud. Nosotros tenemos medicamentos biosimilares y vamos a traer biosimilares a Colombia y lo único que abogamos es que los estándares sean los adecuados: que se garantice la eficacia y la seguridad. Entonces estamos abiertos a la competencia. Van a traer biosimilares de nuestros medicamentos y ese es el ciclo normal de los productos de innovación. Siempre y cuando cumplan.

SEMANA: Pero hay una tercera vía que son los biosimilares no comparables…

D.F.: Esa es la discusión que tenemos ahora: la vía abreviada que no le da a los pacientes tranquilidad con relación a eficacia, seguridad y calidad. Eso no lo digo yo, sino lo que los estándares internacionales dicen. Si el estándar internacional se define de acuerdo a lo que convenga la interpreción de la norma eso ya es un tema polémico. Hay que ponerlo sobre la mesa y debatir alrededor de este tema.

SEMANA: Qué queda claro sobre este tema de innovación

D.F.: Es necesaria la innovación en salud y redunda en mayor costo beneficio para los sistemas de salud. Debe usarse en la justa proporción para el paciente indicado en el momento justo y se debe permitir el acceso a innovación a pacientes con la regulación adecuada para garantizar que está dentro de los estándares de costo beneficio. Hablamos el mismo idioma, lo malo es etigmatizar las partes.