ENTREVISTA

“Me siento muy orgulloso de cada militar y de cada policía": ministro de Defensa

El ministro de defensa, Carlos Holmes Trujillo García, habló con SEMANA sobre los recientes casos de abuso sexual en el Ejército, cultivos ilícitos, la presencia de tropas estadounidenses y la situación de seguridad.

10 de julio de 2020
El ministro Carlos Holmes Trujillo. | Foto: foto: león darío peláez-semana

SEMANA: ¿Cuál es su posición frente a las recientes denuncias de abusos sexuales a menores de edad en donde ha resultado implicado el Ejército?

Carlos Homes Trujillo: Son hechos absolutamente repudiables de individuos que, aunque vestían el uniforme, obviamente no representan la ética ni los valores institucionales de la Fuerza Pública colombiana. Quien infringe la Constitución, la ley y los derechos humanos es un criminal, nunca un militar o un policía.

Tan pronto se han conocido los hechos, el alto mando militar tomó todas las acciones necesarias para que se adelanten las investigaciones penales y disciplinarias, dio a conocer lo ocurrido a la opinión pública y manifestó su completa colaboración con la justicia, pues esperamos que se impongan penas severas a quienes sean encontrados responsables de tan execrable delito. 

Claro que esto nos produce mucho dolor, demasiado, y por eso he expresado mi repudio ante los hechos y mi solidaridad con las víctimas y con sus familias. Esto va en contra de toda la formación que se da a nuestros militares y policías desde que ingresan a la fuerza. De todas las políticas y protocolos que tenemos vigentes, desde hace varios años, sobre prevención de la violencia sexual, de formación en derechos humanos. Por eso no hay ni siquiera un asomo de justificación a que estos delitos sean cometidos por integrantes de la Fuerza Pública. 

Es completamente inaceptable y en ese sentido se han tomado decisiones administrativas internas, porque el mensaje es que no vamos a aceptar ningún tipo de comportamiento que atente o amenace los derechos de otra persona. 

Por eso también me parece sumamente preocupante que se busque estigmatizar a la Fuerza Pública. He escuchado de soldados que están en la calle, cumpliendo su misionalidad, a los cuales les gritan “violadores”. ¡No hay derecho! No puede ser que por las actuaciones de unos pocos, criminales ellos más que uniformados, se satanice a la Fuerza y a los 207 mil integrantes de nuestro Ejército o se insinúe que es una actitud o política institucional.

La inmensa mayoría de nuestros militares exponen sus vidas cada día, se sacrifican por nuestra protección y seguridad, actúan bajo los preceptos y valores de la institución garantizando nuestros derechos y libertades. 

Hablemos con claridad: en Colombia hay sectores que están jugando a deslegitimar todo con el propósito de crear un ambiente político y social similar al que había en Venezuela antes de Chávez. Quieren deslegitimar al presidente Duque, quien es el jefe del Estado que más procesos democráticos ganó en poco tiempo en su camino a la Presidencia, cuatro para ser más preciso. Y también quieren deslegitimar a la Fuerza Pública porque saben que esa es la columna sobre la que reposan la soberanía, la integridad territorial, la seguridad ciudadana y la democracia. Pues bien, yo seguiré defendiendo la legitimidad del presidente y del gobierno, la de la Fuerza Pública y de nuestra democracia. Todo el apoyo a nuestros soldados y policías, y cero tolerancia con violaciones a la ley. En la transparencia de sus actuaciones se encuentra la fuente de su legitimidad.

SEMANA: ¿Conoce o se están investigando casos de oficiales superiores, entre ellos uno o varios generales, involucrados en casos de abuso y acoso sexual dentro y fuera de las filas del Ejército?

C.H.T: Se ha puesto en conocimiento de la justicia toda la información sobre los casos denunciados desde hace tiempo. Independientemente de la jerarquía de los presuntos implicados, son las autoridades competentes las que deben investigar y determinar responsabilidades. Los colombianos tienen que saber que vamos a dar toda la colaboración que se nos requiera para que se esclarezcan los hechos. No puede haber impunidad en las filas de la Fuerza Pública, frente a ningún hecho que transgreda la ley. Los militares y policías tienen que ser ejemplo para la sociedad. Cero tolerancia con la ilegalidad en cualquiera de sus formas.

SEMANA: La llamada a calificar servicios, por parte del general Zapateiro, del sargento que comandaba el pelotón de los soldados involucrados en el abuso sexual de la niña emberá desató una gran polémica. ¿Usted cree que hubo una injusticia o apresuramiento en esa decisión?

C.H.T: Se trató de una decisión administrativa discrecional del señor comandante del Ejército y, en ese sentido, respeto esa facultad que por ley se le confiere. Pero aquí hay que tener varias cosas claras. Es deber de todo funcionario denunciar cuando se tiene conocimiento de la comisión de un posible delito, eso no es negociable, es un deber y si se omite, se está cometiendo otro delito. Y en este caso ese deber se cumplió y, posteriormente, fue el mismo Comando del Ejército Nacional el que dio a conocer de la dolorosa situación a la opinión pública y el comandante del Ejército se desplazó a la zona a darle la cara a la comunidad afectada. Eso demuestra que es completamente falso que en el Ejército se haya castigado la denuncia o que haya una cultura de ocultamiento, nada más lejano de la verdad.

Pero también en este caso el alto mando militar evaluó el control que debe ejercer el comandante militar respecto de los uniformados que tiene bajo su mando y tomó una decisión administrativa al respecto. Hay que recordar que las decisiones administrativas, en ningún momento, significan una valoración de responsabilidad penal o disciplinaria de ningún tipo. Son decisiones que se toman en la búsqueda del mejoramiento del servicio. 

SEMANA: El expresidente Ernesto Samper insinuó en Twitter que esos hechos de abusos eran una política institucional dentro del Ejército. ¿Qué piensa de esta afirmación?

C.H.T: Rechazo tajantemente lo que dijo el expresidente Samper, fue comandante de las Fuerzas Armadas y sabe que no es cierto que haya una política institucional en ese sentido, sino todo lo contrario. Él sabe que los soldados son preparados, no para cometer delitos, sino para defender la patria y a los colombianos conforme la Constitución y la ley. 

Claro que ha habido hechos en los que unos individuos, que nunca debieron pertenecer a nuestras Fuerzas Armadas, han cometido faltas muy graves. Delitos que tienen que ser castigados. Eso ha ocurrido de tiempo en tiempo, como también acontece en otras instituciones prestigiosas.

Nuestros soldados y policías son formados con principios y valores éticos. Son formados para que observen en sus vidas pública y privada un riguroso sometimiento a la ley. Son formados en el absoluto respeto hacia la Constitución, la ley, los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.

SEMANA: ¿Qué piensa de los dos pronunciamientos del congresista americano Patrick Leahy sobre los temas de corrupción y abusos sexuales en el Ejército? ¿Se han comunicado con él?

C.H.T: El senador Patrick Leahy es un aliado de Colombia desde hace muchos años. Conozco y reconozco sus preocupaciones por el respeto a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, en lo que estamos de acuerdo.

Por eso nuestros soldados y policías son instruidos todos los días en estas disciplinas. Tenemos cero tolerancia con hechos que vayan en contravía de esos valores institucionales y por eso siempre ponemos a disposición de las autoridades las denuncias para que se adelanten las investigaciones. 

Las comunicaciones con interlocutores internacionales se realizan a través de los canales diplomáticos establecidos y siempre hemos estado atentos a contribuir con las explicaciones que sean solicitadas. 

SEMANA:Hace algunas semanas el ministerio tomó la decisión de separar del Ejército a un numeroso grupo de militares de diferentes rangos involucrados en diferentes casos de corrupción, algunos ligados a la llamada operación Bastón. ¿Habrá más decisiones en este sentido?

C.H.T: Respecto a las decisiones administrativas, que como decía no significan una valoración de responsabilidades, las mismas se van tomando mediante las facultades discrecionales, de acuerdo con las dinámicas de la institución y la información que se tenga disponible.

Las investigaciones disciplinarias las adelanta la Procuraduría y las penales la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia, según corresponda. Los colombianos van a conocer los resultados de esas investigaciones y en varias ocasiones he dicho que es esa verdad institucional la que necesitamos conocer con celeridad. 

Hay un punto, en donde es necesario insistir para que haya total claridad en la opinión pública: son las autoridades disciplinarias y judiciales  competentes las que deben determinar las circunstancias y presuntas responsabilidades en los hechos que se han denunciado y no el Ministerio de Defensa, pues no tenemos como autoridad administrativa facultades de investigación ni de juzgamiento. Desde el Ministerio se dan los lineamientos y políticas para la actuación de la Fuerza Pública, y la máxima es la transparencia y cero tolerancia con actos de corrupción o en contra de la  Constitución, la ley o los derechos humanos.

Por eso también es muy importante aclarar que las misiones de trabajo de contrainteligencia, como las que se conocen como Bastón, dan criterios orientadores para que las autoridades penales y disciplinarias determinen si hubo comisión de delitos y quiénes serían los responsables. Pero no es la contrainteligencia la que hace esas valoraciones penales o disciplinarias, sino las autoridades competentes. La contrainteligencia es una capacidad que se utiliza de manera permanente para proteger la integridad de la Fuerza Pública. 

SEMANA: ¿Qué opina de la decisión del Tribunal de Cundinamarca que ordenó detener las acciones de los militares estadounidenses que llegaron a Colombia hace pocas semanas?

C.H.T: El gobierno del presidente Duque es respetuoso de la independencia del poder judicial y, tal como lo anuncié desde un principio, ya se impugnó la decisión del Tribunal. Es necesario recordar que la presencia de un componente de la Brigada de Asistencia de Fuerza de Seguridad, de Estados Unidos, se produce en el marco de la cooperación internacional en materia de defensa, que no se trata de tránsito de tropas y que la dirección de la política internacional le corresponde al presidente de la República.

La norma es clara: la autorización del Senado o del Consejo de Estado solo se requiere para el paso de tropas extranjeras por territorio colombiano con destino a otro país, no para el ingreso de personal extranjero con fines de cooperación en el marco de los convenios y tratados vigentes. 

También se ha explicado que es el presidente de la República el que tiene la competencia de dirigir las relaciones internacionales y, por tal razón, la facultad de celebrar tratados y convenios de cooperación internacional, como los instrumentos que tenemos actualmente en vigencia entre Colombia y Estados Unidos. La independencia de los poderes implica respetar las competencias propias, como son las del presidente de la República de dirigir las relaciones internacionales. 

Tuve la oportunidad de explicar en dos oportunidades al Congreso esta situación, una de esas veces en debate de control político, en el que demostramos que hemos procedido dentro del ordenamiento jurídico vigente. Tenemos todo el soporte legal, constitucional y de la normatividad internacional para proceder de esta manera. Lo han hecho todos los gobiernos desde hace décadas.

SEMANA: ¿Cree que este tipo de decisiones puede poner el peligro la cooperación con Estados Unidos?

C.H.T: Nuestra relación con los Estados Unidos en todos los campos es muy sólida. Es histórica. Ellos, como nosotros, enfrentamos los mismos enemigos: a los criminales. Compartimos los mismos valores democráticos.

Nos hemos empeñado en tener una relación transparente, cercana y cordial con republicanos y demócratas, históricamente. Los Estados Unidos son nuestro principal aliado comercial y político. Y lo son en la lucha contra el delito, por lo que la cooperación es importante para ambos, de igual manera.

El fallo se refiere a un caso concreto y no consideramos que ponga en peligro la cooperación que se adelanta que, no sobra decirlo, siempre se ha hecho en el marco de la Constitución y la ley. 

SEMANA: ¿Ha recibido información en el sentido de que las cifras de erradicación forzada presentan inconsistencias y en algunos casos estas cifras pueden estar infladas hasta en un 30 por ciento?

C.H.T: Puntualmente, y en relación con su pregunta, no se ha recibido información sobre cifras infladas en el proceso de erradicación. No obstante lo anterior, cuando en los informes de avance se presentan inconsistencias, se solicita la verificación correspondiente a la Fuerza. De llegarse a advertir alguna irregularidad, la misma se pondrá en conocimiento de las autoridades competentes.  

Es importante aclarar que la medición de las hectáreas erradicadas de cultivos ilícitos por parte de la Fuerza Pública se reporta por medio de dispositivos GPS que capturan las imágenes y coordenadas antes y después de la erradicación, información que de inmediato es cargada en la plataforma del SIMCI, que es de Naciones Unidas. También es reportada mediante poligrama o radiograma a las unidades operativas que revisan y consolidan la información en los sistemas de cada una de las Fuerzas.

El año pasado, por ejemplo, fueron más de 94 mil hectáreas de cultivos ilícitos las que de esta forma se reportaron como erradicadas en el país, en un trabajo que implicó un esfuerzo inmenso de muchos de nuestros soldados y policías, pero que ha dado resultados positivos como la disminución en las hectáreas, que las mismas Naciones Unidas han dado a conocer a la opinión pública en el reporte de SIMCI 2019.

Este informe confirma la reducción de los cultivos ilícitos en Colombia por segundo año consecutivo, que en el 2019 fue de 9 por ciento. Naciones Unidas hace una medición muy rigurosa e independiente y los resultados positivos, le repito, se han dado en los dos años de gobierno del presidente Duque, después de 6 años de nadar en coca.

Estamos combatiendo las drogas ilícitas en toda la cadena. Estamos mejorando mucho en incautaciones a través de las operaciones de interdicción. Hemos comenzado a recuperar la confianza en la lucha contra las drogas después de 6 años de haber dejado eso en manos de los criminales.

SEMANA: Recientemente varios casos de inseguridad han ocupado la agenda y existe una sensación generalizada de que la situación de seguridad está empeorando, especialmente en las ciudades. ¿Cuál es la situación?

C.H.T: La percepción en materia de seguridad siempre es un tema complejo, pues con un solo caso que se presente hay razones, completamente válidas, para que la respuesta sea negativa. Pero los indicadores de seguridad nos demuestran que el trabajo de la Fuerza Pública ha permitido durante este año mejorar en todos los frentes y eso, en parte, se debe a la implementación de la Política de Convivencia y Seguridad Ciudadana que hemos socializado con Alcaldes y Gobernadores desde diciembre de 2019 para trabajar en conjunto por la seguridad de los colombianos. 

Por ejemplo, en lo que va de este año, con corte a 2 de julio, el homicidio se ha reducido en 15% en todo el país. Pero también el hurto a personas en 34%. La extorsión se ha reducido en 24 %. El hurto a residencias ha bajado 40%. El hurto de vehículos se ha reducido en un 32% y el de motocicletas en 37%. Un delito deleznable, como el secuestro, ha disminuido este año 35%. El balance general es muy favorable, pero somos conscientes de que incluso un solo caso es materia de preocupación y por eso la Fuerza Pública trabaja día y noche en contrarrestar los delitos. 

SEMANA: ¿Cuál es la situación de los integrantes de las Fuerzas Armadas y de Policía infectados con covid?

C.H.T: Desde el primer momento, en enero, el sector defensa ha adoptado protocolos de acuerdo con los lineamientos del Ministerio de Salud para prevenir el contagio del covid-19, protocolos que se han ido actualizando conforme avanza la pandemia. Por supuesto que esto no significa que no se presenten contagios, pues nuestros militares y policías, por la naturaleza de su misionalidad, son de las poblaciones que están más expuestas porque están constantemente en las calles. Por eso su protección ha sido nuestra prioridad. 

De acuerdo con el último reporte público del Ministerio de Salud, que es la entidad encargada de realizar estos informes, a corte de 30 de junio se habían presentado 3.045 casos de contagios de covid-19 y dos fallecimientos en las Fuerzas Militares, mientras que en la Policía fueron 2.656 casos y 9 fallecimientos. 

Nos duelen profundamente estos casos porque la salud de nuestros uniformados es fundamental. Es por eso que se ha hecho un trabajo muy importante desde las direcciones de sanidad militar y policial, articulados con las autoridades de salud municipales, departamentales y nacionales, así como desde cada una de las unidades, para evitar una mayor propagación y atender a nuestros uniformados.

Esto continuará y seguiremos siendo muy estrictos en su aplicación, en coordinación con las gobernaciones y alcaldías, porque la Fuerza Pública no puede dejar de cumplir su misionalidad.

SEMANA: ¿Cuál es el balance y cómo está funcionando la ayuda de las Fuerzas Militares para enfrentar la pandemia?

C.H.T: Jamás nuestra Fuerza Pública había realizado una labor humanitaria como la que despliega hoy en todo el país, 24 horas, los 7 días de la semana. Es monumental. Nuestros soldados y policías han ido mucho más allá de sus capacidades normales, porque sin abandonar su labor misional, de defender la soberanía y garantizar el orden y la seguridad de los colombianos, han sido una mano amiga para los más vulnerables.

Hemos tenido que multiplicar nuestros frentes de trabajo, que son innumerables. Si se los enumero, se llevarían páginas completas. Pero, por ejemplo: reforzamos la protección de nuestras fronteras, garantizamos el suministro de alimentos mediante el acompañamiento de caravanas por las carreteras y el cuidado de los centros de suministro en las ciudades y pueblos.

Los colombianos han visto los rostros de soldados y policías sudorosos, cansados, con su fusil a la espalda, pero llevando alimento, medicinas y agua potable a las poblaciones más vulnerables.

La Fuerza Pública ha acompañado a las comunidades vulnerables que por el aislamiento preventivo obligatorio han estado aisladas. Van hasta esos lugares a llevarles alegría y ayudas. Están orientando la realización de las tareas de los estudiantes por medio de las redes sociales y emisoras institucionales, han apoyado a las entidades territoriales en el transporte de alimentos, insumos médicos, personal de la salud. Incluso han dispuesto sus conocimientos y recursos en la instalación de carpas que son usadas para ampliar la atención de pacientes en lugares como Tumaco y Amazonas, por nombrar algunos.  

Es una labor que, de verdad, me ha hecho sentir muy orgulloso de cada militar y de cada policía que hay en nuestro país.  

SEMANA: El director de la policía, general Óscar Atheortúa, enfrenta un juicio disciplinario. Cree que eso ha generado una crisis de liderazgo en esa institución? ¿Se ha contemplado realizar cambios en la cúpula de la policía?

C.H.T: El general Atehortúa es un gran director de la Policía y en la institución no hay una crisis de liderazgo. Eso lo demuestran los resultados que tiene la Policía que son muy positivos en materia de seguridad ciudadana y lucha contra la criminalidad, por ejemplo, la captura de 8 de los presuntos implicados en el atentado contra la Escuela de Cadetes General Santander, el desmantelamiento de la banda que robó la joyería en un centro comercial de Bogotá, los buenos resultados contra el grupo delincuencial de Los Pachenca, por nombrar algunos de los últimos días. Respecto al proceso del general Atehortúa, nosotros respetamos los derechos de presunción de inocencia y al debido proceso que tiene todo colombiano.