ENTREVISTA
"Los del CD fueron trampocitos desde el principio", Angélica Lozano
La congresista habló con SEMANA sobre los proyectos anticorrupción y su actual estado, el papel del Centro Democrático en la pelea, y su forma de hacer campaña para una votación sin precedentes.
SEMANA: De las medidas anticorrupción que se supone se discutirían en el Congreso y que venían de la consulta, se terminó cayendo la de rebajar el salario a los Congresistas, ¿qué pasó ahí?
Angélica Lozano: Es una burla del Congreso a los ciudadanos, este proyecto se hundió porque la primera tarea para discutir un proyecto es hacer una ponencia, con base en eso se discute y se vota. Aquí el ponente decidió guardarla 40 días en el congelador y rindió la ponencia tarde. Tan tarde a la altura del semestre que ya era imposible -suponiendo que todo el mundo estuviera de acuerdo- sacarla adelante por tiempo. Esa fue una primera actitud tramposa, porque dilataron e impidieron el debate. Luego les dio por declararse impedidos. "Yo estoy impedido para bajar mi sueldo", y recusaron a los demás. Es decir tejieron una leguleyada para que desapareciera la comisión primera de la Cámara que es la que tenía que discutir el tema. Actuaron como con un concierto intencional para hacer daño, para que no se pudiera discutir. Con esas dos trampas impidieron la discusión.
SEMANA: ¿Y pasó todo lo contrario en la reforma política?
A.L.: En la reforma política aprobaron que los congresistas sí pueden ser ministros. Sí pueden aspirar a las alcaldías sin renunciar con anticipación, si pueden dirigir y decidir sobre el 20% de presupuesto. Entonces se declaran impedidos para bajarse el sueldo, pero en cambio, se aprueban un montón de privilegios y gabelas. Entonces la comisión primera de la Cámara decidió burlarse en la cara de los que apoyaban el proyecto.
SEMANA: ¿Y cómo resumiría las movidas del Centro Democrático frente a la consulta?
A.L.: Eso fue un acto muy hipócrita, porque para que la consulta se realizara, el Centro Democrático votó en el Senado a favor de hacerla. Pero luego en la campaña Uribe dijo que no, que eso ya no se necesitaba. Y el presidente Duque en la posesión dijo que él iba con seis de las siete cosas. Casualmente no mencionó la reducción de salario. De resto dijo que sí. Eso mandó un mensaje a la ciudadanía como que "eso ya no se necesita". Entonces ellos fueron trampocitos desde el principio. Luego ellos subestimaron a la ciudadanía. Han tenido una actitud hipócrita con la consulta. Y de frente la han atacado y han aprobado micos para desvirtuarla.
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SEMANA: ¿Y tiene futuro el proyecto de cárcel sin privilegios?
A.L: Hubo un debate, sobre el punto de cárcel sin privilegios, eso se aprobó dentro de un proyecto de ley que venía en curso de la Fiscalía, le introdujimos ese punto. Tuvo un avance y pasó a plenaria. En el segundo componente, que es el de prohibir contratar a empresas que obtienen contratos con corrupción o terminar contratos sin indemnización, como todo lo que quisiéramos ver con Odebrecht y no se puede, eso no tuvo ningún debate. Y eso se introdujo dentro de un proyecto de Ley de la Procuraduría. Uno va avanzando y el otro no ha arrancado.
Esa fue una primera actitud tramposa, porque dilataron e impidieron el debate. Luego les dio por declararse impedidos.
SEMANA: ¿Qué se encontraron en el único debate que ha tenido el tercer punto de pluralidad de licitantes y transparencia en ejecución?
A.L.: Los pliegos tipo no han tenido mayor controversia, tuvo un debate, se aprobó en mi comisión, pasa a plenaria. Pero no ha habido mayor ataque. No ha sido un punto conflictivo.
SEMANA: ¿Cuál es el punto de inflexión en el que Duque incumple con la ley antimermelada?
A.L.: Cuando por fin llega el mensaje de urgencia en noviembre. No tiene mensaje de urgencia ese proyecto, entonces ni Duque le da mensaje de urgencia y desde el 17 o 18 de septiembre que se radicaron los proyectos, en el congreso no le habían asignado ponentes. Entonces es un proyecto en el limbo, no hay ponentes, lo quieren dejar morir, no quieren discutirlo. Mire que en la reforma política están aprobando el 20% del presupuesto institucional del congreso los congresistas. La ley antimermelada no pegó.
SEMANA: ¿Y cómo se resisten algunos a debatir el proyecto de hacer pública la rendición de cuentas?
A.L.: Empiezan a dilatar, a no asignarle ponencias, a no rendir ponencias, a alargar o lo que pasa en el punto 6, meterle unos micos orangutanes para matar los proyectos. Este ha sido brutal, ha sido violento. Hay un desprecio por la ciudadanía, hay una actitud colectiva masiva de la mayoría de rechazo, no quieren publicar su declaración de renta por eso se inventan orangutanes, "se levanta la sesión pero, cuando lo pida la Contraloría o Procuraduría dentro de una investigación", es decir todo lo contrario a la consulta, que es para que el patrimonio y los conflictos de interés sean de acceso libres, que puedas entrar a una web y leerlos todos. La Corte Constitucional tiene la de los magistrados y en Presidencia está la de los ministros, ah no, los congresistas están de patas y manos. Es la intención maligna de obstruir y hacer daño, están ensañados contra los ciudadanos.
Por otras razones la gente puede tener diferencias, pero esto unió a gente rica con pobre, urbano, rural, en el exterior, gente de derecha, de izquierda, de centro... ciudadanos. Ciudadanos por encima de cualquier diferencia.
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SEMANA: El punto siete, que permite ejercer solo durante tres periodos para funcionarios públicos, se hundió pero entra en la reforma política ¿cambió algo?
A.L.: Va avanzando. Primero lo hundieron hicieron toda clase a favor y en contra pero al final lo van aprobando, por ahora... la pregunta es en seis meses si va o la quitan.
SEMANA Vivió una campaña particular, ¿cómo la dimensionaron en su equipo?
A.L.: La campaña de la consulta fue hermosa, porque es de la gente común y corriente, es la gente hastiada del abuso de poder. Que sabe que no es con discursos ni quejándose, ni en Facebook. Es con argumentos y conversando con sus pares en el trabajo, en el bus, en la calle, con desconocidos, con familiares. Fue una campaña hecha por la gente. Sin plata, nadie puso un bus, no hubo publicidad masiva. Esto fue con las uñas. Se rompieron todos los récords de participación, de firmas, de votación. Y es una causa común que une a los colombianos. Por otras razones la gente puede tener diferencias, pero esto unió a gente rica con pobre, urbano, rural, en el exterior, gente de derecha, de izquierda, de centro... ciudadanos. Ciudadanos por encima de cualquier diferencia.
SEMANA: ¿La consulta produjo un efecto o motivación para que se empezaran a debatir con mayor ahínco otros temas de interés general?
A.L.: Definitivamente el cambio es imparable, la gente ya no come cuento entero. La gente sabe que el cambio pasa por sus manos y pasa con argumentos y acciones tranquilas y contundentes. Con argumentos críticos como pasó en la Ley TIC. No va a venir un salvador del cielo, no, es usted: coja, imprima la planilla, recoja firmas, habla con la gente, debata, infórmese, estudie, analice, luego gaste dos mil pesos en el correo para mandar las hojitas y entre todos se hace. No hay salvadores. Es la acción colectiva, como sociedad estamos madurando.
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SEMANA: Se decía que la consulta no tenía un fin de buscar votos, pero después se concluyó mucho esa idea ¿cómo tomaron ustedes esa postura?
A.L.: Estos proyectos no salieron de la nada, estos proyectos los presentamos los construimos colectivamente y los presentamos desde el 2014, en el Congreso. Y los hundieron. Después de haber agotado ese camino natural es que nosotros promovimos la consulta anticorrupción. Y nunca nos escondimos. Sí hubo un liderazgo del Partido Verde, nosotros nunca pretendimos manipular a la ciudadanía diciendo que son nuestros, no, es de los ciudadanos de todos los colores. Por algo es la votación que más ha tenido votos que cualquiera en el país. Ahí también creo que la gente reconoce el liderazgo.