POLÍTICA
“Me he desencantado de la política”: Marta Lucía Ramírez
En entrevista exclusiva con SEMANA, la vicepresidenta responde por todas las controversias que se han desatado en su contra. Habla de su hermano y del Memo Fantasma, niega reuniones con Mancuso, defiende a Álvaro Uribe y cuestiona las críticas de Claudia López a Iván Duque.
SEMANA: Empecemos con la pregunta más simple: ¿cómo evalúa sus primeros dos años de Gobierno?
Marta Lucía Ramírez (M.L.R.): Hemos vivido realmente un tiempo muy difícil, pero ha sido también de una gran dedicación para servirles a los colombianos. Este gobierno está totalmente comprometido con dejar una huella profunda, con transformar realmente este país. Y por esa razón yo siento que el balance es positivo, a pesar de las dificultades enormes que estamos viviendo en Colombia y en el mundo entero por cuenta de esta pandemia.
Vea la entrevista de Marta Lucía Ramírez con el equipo de SEMANA
SEMANA: ¿Usted cree que el balance es positivo?
M.L.R.: Hay muchísimos cambios que se están haciendo y que van a servir para lograr realmente un país más incluyente, con un crecimiento sostenible, que realmente genere empleo y desarrollo en todas las regiones de Colombia. Tenemos que lograr que todas las regiones de Colombia avancen, porque si avanzan las regiones progresa nuestro país. El balance, en términos generales, es positivo y el desafío es cómo vamos a lograr el despegue de la economía para recuperar empleos, para recuperar crecimiento a pesar de los estragos que deja la pandemia.
SEMANA: Las encuestas no son generosas con el Gobierno y más bien lo castigan. Es explicable con todo lo que está ocurriendo con la pandemia y otros problemas. ¿Habrá cambios en la estrategia del Gobierno?
M.L.R.: Yo tengo mucho respeto por la opinión, pero también sabemos que las encuestas son la fotografía de un día. Nosotros estamos haciendo un gobierno para que perduren sus realizaciones y sus políticas públicas en el tiempo y, sobre todo, que dejen una huella profunda en la vida de los colombianos. Por cuenta de toda esta pandemia, hemos tenido que hacer algunos ajustes.
SEMANA: Hay un hecho que va a influir en el rumbo del Gobierno: la detención domiciliaria de Álvaro Uribe. ¿Qué piensa de esa decisión de la Corte Suprema?
M.L.R.: Somos totalmente respetuosos de lo que significa en una democracia la separación de poderes. Personalmente creo que esa es su esencia: la separación de poderes, como también son de la esencia de una democracia la presunción de inocencia y el derecho al debido proceso. Las decisiones de la Corte Suprema, obviamente, son respetables, pero personalmente estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho el presidente Duque. Lo que uno realmente quisiera es que el expresidente Álvaro Uribe, como cualquier expresidente, como un hombre que tuvo la más alta dignidad del Estado, pueda ejercer su derecho a la defensa en libertad. Realmente creo que es algo que para todos los colombianos sería obvio. Es una persona que ha señalado repetidamente su disposición de acatar la justicia, de tal manera que uno quisiera que su derecho a la defensa, su presunción de inocencia, se ejerza en libertad.
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SEMANA: Lina Moreno, esposa de Uribe, escribió una carta que conmovió a muchas personas y que generó rechazo en otras. Ella escribió “que los jueces han permitido que sea el entorno y los intereses políticos los que dicten sentencia”. ¿Usted está de acuerdo con ella?
M.L.R.: Por encima de todo, conozco bien a Lina Moreno, una mujer de una gran sensibilidad social, de gran compromiso con Colombia. La vi durante muchísimos años sacrificando lo que todos queremos: la estabilidad, la familia, la tranquilidad. Y ella sacrificó todo eso acompañando al presidente Uribe, para que él pudiera ejercer su gobierno. La serenidad de todos es conveniente en este momento, y yo sé que todos nuestros magistrados, cualquier funcionario de la rama judicial, cualquier persona que está en el Estado, sabe el grado de responsabilidad que significan sus decisiones y, obviamente, las señales que se le dan a la ciudadanía. Todos tenemos la obligación de tomar decisiones que a la ciudadanía le den una señal de estabilidad, de confianza y, por supuesto, las decisiones judiciales no pueden estar exceptuadas de ese gran compromiso con la estabilidad y con la serenidad que necesita Colombia.
SEMANA: ¿Por qué cree que llegamos a este punto de la detención del expresidente Uribe?
M.L.R.: Es muy difícil hacer una explicación de un país que por muchos años ha estado polarizado, que ha estado dividido. De verdad que uno cuando analiza la historia de Colombia, nunca entiende por qué tantas polarizaciones, divisiones, fracturas. Es que lo hemos visto desde el general Santander y el general Bolívar, cuando realmente lo que necesitamos y queremos es lo mismo: el progreso. El expresidente Álvaro Uribe es una persona que por su manera de enfrentar las circunstancias, por el carácter que ha tenido, genera pasiones a favor y en contra. Pero yo personalmente creo que cuando uno evalúa con serenidad lo que fue su aporte a la historia de Colombia en un momento en el que el país tenía un panorama tan incierto, tan negativo en materia de seguridad, en materia económica, pasando por una crisis de confianza en sí mismo, uno tiene que reconocer que fue tanto el aporte de la historia de Colombia que muchos de esos momentos generan sentimientos extremadamente radicales.
SEMANA: El expresidente Pastrana dijo en Twitter que lo enardecía que Uribe estuviera preso y no hubiera justicia ni para Iván Márquez o Santric, ni en el caso Odebrecht. ¿Comparte eso?
M.L.R.: Sí la comparto, y le voy a decir con toda la franqueza: los colombianos siempre hemos criticado esa lentitud de la justicia. Pero criticamos sobre todo que haya hechos tan evidentes, que han generado reacciones contundentes en muchos otros países y que en Colombia no suceda eso. Creo que el tema Odebrecht, con lo que pasó en la campaña de 2014, está sin resolverse. Y, por supuesto, todavía no ha habido una aplicación de la justicia adecuada, contundente en el caso de los exguerrilleros de las Farc. De tal manera que el presidente Andrés Pastrana tiene razón en su indignación.
SEMANA: ¿Qué piensa de la Constituyente que propuso la senadora Paloma Valencia para reformar la justicia? ¿No cree que esa propuesta pone contra las cuerdas al Gobierno?
M.L.R.: Una reforma constitucional, y más una Constituyente, jamás se plantean para una persona. Yo no creo que el sentido de la propuesta de la senadora Paloma Valencia sea en función de una persona. Pero una Constituyente tomaría tanto tiempo que dejaríamos al país en una inestabilidad que me parece inconveniente, pero de igual manera sí creo que es absolutamente necesario hacer una reforma a la justicia. Tenemos que mirar de qué manera logramos una justicia que dé verdad a los colombianos y nos dé confianza.
SEMANA. Hablemos del caso de su hermano condenado por narcotráfico en Estados Unidos...
M.L.R.: Es una situación realmente muy desafortunada. Es de esas que generan mucho dolor y dan vergüenza. Tengo un hermano que hace 23 años cometió un delito y pagó por él. Eso es importante: que cuando una persona comete un delito, responda ante la justicia. Pero al final del día es el hijo que volvió a casa. Y en la familia uno recoge a los miembros de la familia con afecto, con amor, los acompaña en su recuperación y yo siento de verdad la satisfacción de que es un hermano que después de haber cometido una falta, trabaja juicioso, tiene ordenada su vida, su hogar. Hay muchas personas que han tenido situaciones similares y nunca hemos visto que se ensañen de la manera en que lo han hecho conmigo. Realmente sí me ha sorprendido mucho de eso, pero cada quien tiene su manera de ser solidario. Son muchísimas las familias de Colombia que han sufrido por el narcotráfico, por eso yo toda mi vida he luchado contra ese fenómeno: porque el narcotráfico ha destruido familias. También mi familia lo ha sufrido en carne propia.
SEMANA: El presidente Duque se mostró solidario con usted y, en entrevista con SEMANA, dijo que le hubiera gustado haber conocido este episodio en su debido momento. ¿No se arrepiente de no haberle contado al presidente?
M.L.R.: Si uno pudiera volver el tiempo atrás, puede ser distinto... Yo solamente quiero que ustedes tengan en cuenta una cosa. Esta es una situación familiar que destruyó la vida de mi papá y mamá. Sucedió hace casi 25 años. Esto no es cosa de ayer. Por eso digo que es increíble el ensañamiento contra Marta Lucía Ramírez. Si pudiera volver el tiempo atrás, seguramente lo haría de otra manera, buscaría tal vez el momento, el espacio, la ocasión para compartir (el episodio). Realmente este es un tema que de verdad fue demasiado fuerte. Hoy es distinto. Hoy yo he podido enfrentar esto públicamente. Y lamento mucho no haberlo hecho más público. Son de esos hechos de las familias que a nadie le hace sentir orgulloso. Al contrario, tengo también el derecho a la vergüenza. Creo que eso es un derecho humano también. Creo que el dolor de cada familia hay que respetarlo. Yo lo que quiero es centrar mi vida, mi tiempo, mi capacidad de trabajo en trabajar por este país y en lo que estoy haciendo.
SEMANA. A propósito, vicepresidenta, usted ha decidido crear una página web para responder a todas las críticas que se la han hecho por diferentes temas. ¿Qué la motivó a hacerlo?
M.L.R.: Hay una serie de controversias en las que mezclan un montón de medias verdades con mentiras totalmente abiertas. Yo lo que quiero es que los colombianos que tengan interés se informen y vayan al sitio y busquen la información. No tengo nada que esconder. Soy una mujer honesta que ha cumplido con la ley. Mi vida entera me la he pasado luchando para que este país progrese, para que haya crecimiento y progreso para todos, para que acabemos la corrupción.
SEMANA. Uno de esos escándalos tiene que ver con Memo Fantasma y el negocio inmobiliario. ¿Usted conoce a ese señor? ¿Cómo terminó su esposo en esa relación comercial?
M.L.R.: Hay un proyecto inmobiliario que se hizo en el año 2006, cuando esta persona no tenía un alias, no estaba buscada por la justicia ni tenía ningún tipo de anotación judicial. Mi esposo y sus socios —porque este es un negocio que se hizo con una sociedad— lo que hicieron fue participar en un fideicomiso inmobiliario en donde también este señor participó aportando unos lotes. La fiduciaria revisó y certificó que todo estuvo perfecto. Y ese es un certificado que mi esposo ha publicado. También el certificado de la Policía Nacional, donde se dice que no había ninguna investigación contra ese señor. Y un tercer certificado de la Fiscalía General de la Nación, donde se señala que no hay ninguna investigación contra el señor Acevedo. ¿Cómo puedes saber que el señor, años después, iba a tener un alias? Hay una estrategia dedicada a socavar permanentemente el nombre, el prestigio, la credibilidad y dañar a una familia. Destruir a una familia que realmente no ha hecho nada distinto que trabajar la vida entera y hacerlo honestamente.
SEMANA: Otro tema que ha sido motivo de controversia tuvo su origen en la serie "Matarife". En los primeros capítulos se hace una acusación muy grave. Y es que usted se reunió con Salvatore Mancuso en el club El Nogal. ¿Qué responde frente a esto?
M.L.R.: Son cosas tan burdas, tan absurdas, tan dañinas, sin ninguna razón de ser. Cuando fui ministra de Defensa, por razones de seguridad, me alojé en El Nogal. Me avisaron de la embajada de Estados Unidos y del comando de las Fuerzas Militares, de un momento a otro, que mi vida corría peligro. Tuve que sacar a mi hija fuera del país.
Nos hospedamos 10 días en el club El Nogal en 2002, varios meses antes del atentado, que ocurrió en 2003. Por eso han creado toda esta especulación. Son calumnias simplemente para denigrar del nombre de alguien. Y montaron toda esta telenovela de que entonces era que estaba allá, en reuniones con Mancuso, que había reuniones del Gobierno con el paramilitarismo. Yo fui ministra de Defensa, jamás me he reunido con un paramilitar, ni mucho menos con el señor Mancuso. No lo he visto, no lo conozco.
SEMANA: También fue muy criticada la denuncia al periodista Jeremy McDermott, el periodista que ha realizado la investigación sobre Memo Fantasma. ¿Qué fue lo que ocurrió?
M.L.R.: Al señor McDemott lo conocí cuando fui ministra de Defensa. Él me conoce muy bien y sabe que mi posición siempre ha sido totalmente clara, en contra del paramilitarismo. Detesto el paramilitarismo como a la guerrilla, porque me consta de primera mano lo que ha sido el sufrimiento del pueblo colombiano, porque me consta de primera mano de la cantidad de soldados de Colombia entregando su vida para defendernos a los colombianos de esos dos grupos terroristas. En una entrevista él dice que yo era la amiga del señor Memo Fantasma, que tenía relaciones personales y sociales. No, no lo conozco. Hizo un negocio con la oficina de mi esposo, pero yo no tengo ninguna relación personal con ese señor. Lo que le pedimos a McDemott fue que corrigiera su declaración y no lo hizo. Un abogado me sugirió pedirle una rectificación. No la hizo. Entonces me dijo que instaurara una denuncia. Mire, yo no soy una mujer de estar poniendo denuncias, salvo cuando sea realmente necesario. Pusimos la denuncia porque es que uno también tiene derecho a defender su nombre. Después él hizo una aclaración y entonces yo tomé la decisión de retirar la denuncia.
SEMANA: El Gobierno le ha prestado mucha atención a la crisis de Venezuela. ¿No será que hace falta algún puente para conversar con el gobierno del presidente Maduro?
M.L.R.: Uno no debería estar hablando del gobierno del presidente Maduro cuando sabemos que no es un gobierno legítimo. Es que realmente fue una elección que se dio en condiciones totalmente inaceptables. Tuvo el rechazo de toda la comunidad internacional. Esta crisis de Venezuela no es solamente una crisis de la democracia, es una crisis humanitaria descomunal. El sufrimiento que hay en Venezuela, el empobrecimiento, la crisis sanitaria, es absolutamente doloroso. Mucha gente dice que las condiciones de vida son absolutamente indignas. Entonces yo sí creo que hay que buscar solución y hay que contribuir a través de todos los canales que sean convenientes. Del lado de Venezuela, lamentablemente, ha habido no solamente una gran indolencia frente al sufrimiento de ese pueblo, sino que tampoco ha habido realmente ninguna voluntad de cooperación con Colombia en temas delicados.
SEMANA: ¿Usted se siente cómoda en el gobierno Duque? Circuló una versión según la cual usted quería irse de embajadora a Estados Unidos...
M.L.R.: Uno lo que quiere es servirle al país muchísimo más de lo que en un momento determinado puede hacer. Cuando tenemos semejante pandemia, uno no puede pensar en uno, sino en la tarea que le ponga a uno el presidente de la República, y hay que hacerla con satisfacción, con devoción, con verdadera vocación de servicio. Y eso es lo que he hecho toda la vida. Esto no es un momento para pensar en uno.
SEMANA: Usted ha sido una mujer que ha marcado la pauta en cargos muy importantes de este país. Fue la primera mujer ministra de Defensa, la primera mujer vicepresidenta. Sin embargo, el feminismo no la reconoce como una mujer líder. ¿Qué contesta cuando ve que hay tantas mujeres que critican su gestión en el Gobierno?
M.L.R.: La esencia de mujer no se la cambia a uno y mi compromiso por todas las mujeres ha sido de toda la vida. En el Ministerio de Defensa trabajé para que las mujeres pudieran llegar por primera vez a ser generales. ¿Para qué? Para que realmente muchas mujeres en la Fuerza Pública logren tender mejores puentes entre esas instituciones y la sociedad. Yo no creo que haya espacio para descalificaciones ni para exclusiones. Yo no creo que uno pueda excluir mujeres porque son tradicionales o porque tienen una familia, o porque son católicas o porque son conservadoras. Siempre trabajé en una fundación, promoviendo muchísimo el empoderamiento de las mujeres a nivel económico, político, en la academia. Lamento mucho que haya mujeres que no se sientan representadas por mí, pero quiero decirles que trabajo para ellas, por ellas, por todas las mujeres de Colombia.
SEMANA: ¿Qué siente cuando la alcaldesa Claudia López cuestiona al Gobierno nacional en medio de la atención de la pandemia?
M.L.R.: Hay reacciones que son instintivas y que uno entiende en determinados momentos. Yo creo que esta pandemia tomó de sorpresa al mundo entero. Uno ha encontrado en todos los gobernadores, en todos los alcaldes, un alineamiento total con el Gobierno. Aquí lo único que tenemos que hacer es salir adelante juntos, construir juntos las mejores soluciones posibles para Bogotá y para Colombia. Tengo todo el respeto por la alcaldesa, pero creo que hay críticas totalmente inapropiadas. No me parece bien echarle la culpa al presidente de todas las cosas que pasan en Bogotá. Hay críticas que de verdad no tienen ninguna justificación.
SEMANA: El senador Gustavo Petro ha comparado al Gobierno Duque con el presidente Bolsonaro, al acusarlo de estar jugando con la vida de la gente por proteger la economía. ¿Qué le responde a Petro?
M.L.R.: Sabemos que (Petro) al final del día lo que está haciendo es política, está en campaña. Creo que tan radicales pueden ser las declaraciones de quienes dicen que no hay que hacer nada, como las que dicen que hay que tener todo cerrado indefinidamente. Ningún país del mundo, ni el más rico, está en capacidad de tener a todo el mundo aislado, sin producción. Es importante ese balance del cuidado de la salud con el cuidado de la seguridad económica de las familias. Entonces, me parece que esas comparaciones desde el Senado son totalmente desafortunadas. Pero bueno, el país está acostumbrado a oírlo a él, lamentablemente lanzando improperios y muy pocas cosas constructivas.
SEMANA: ¿Usted considera ser candidata presidencial en 2022?
M.L.R.: En este momento el único futuro que me importa es servirle a los colombianos. Pero también les digo que he quedado tan desencantada del ejercicio de la política… Yo creo que uno con esta pandemia tiene que aprender lecciones. La vida es muy corta, la vida es efímera. Hoy estamos, mañana no sabemos si vamos a estar. Yo creo que lo único importante es ver qué granito de arena podemos aportar todos los días para sumar, para construir, para construir una sociedad sólida.