POLÍTICA
El odio contra Uribe y el uribismo es un fenómeno preocupante: Paloma Valencia
En entrevista con SEMANA, la senadora del Centro Democrático se refirió a la investigación del expresidente en la Corte Suprema de Justicia.
En las últimas horas, los líderes del Centro Democrático, en vista de la investigación que adelanta la Corte Suprema de Justicia, han decidido cerrar filas con el expresidente y senador Álvaro Uribe, quien afronta un proceso por presunta manipulación de testigos en contra de Iván Cepeda.
Por el mismo caso es investigado Diego Cadena, quien actuó como abogado de Uribe.
En los próximos días la Corte deberá decidir si es necesario imponerle una medida de detención a Uribe. En el Alto Tribunal aún no hay claridad sobre lo que pueda ocurrir y, en vista de las opiniones divididas de sus magistrados, es posible que se requiera un conjuez.
La senadora Paloma Valencia, una de las figuras del Centro Democrático, habló con SEMANA sobre un comunicado que publicó el partido, en señal de respaldo al expresidente.
SEMANA: ¿Se podría interpretar este mensaje como una respuesta previa en caso de un eventual fallo en contra de Uribe?
Paloma Valencia (P.V.): Es un mensaje de respaldo para que Colombia sepa que el partido del expresidente Uribe y todos sus militantes, sus políticos, sus credenciales, estamos seguros de su inocencia, confiamos en él y damos testimonio, quienes lo conocemos, de que siempre ha actuado de manera apegada a la ley y de que jamás en su vida ha cometido un delito.
SEMANA: Ustedes dicen que todo se trata de una “propaganda antiuribista”. ¿Quiénes podrían estar detrás de esta supuesta estrategia?
P.V.: La izquierda radical. El comunicado lo dice claramente. Desde hace tiempo, incluso la izquierda internacional viene en una cruzada por asesinar la imagen pública del expresidente Uribe. Nosotros consideramos que el crecimiento del odio en contra del expresidente Uribe y el uribismo es un fenómeno preocupante para cualquier colombiano.
Que haya quienes se definan como antiuribistas, que al mismo tiempo dicen que están dispuestos a perdonar todos los crímenes de quienes asesinaron, secuestraron, dinamitaron los pueblos de Colombia, pero al mismo tiempo odien con pasión y con deseos destructivos una ideología política cuyo único cargo es que no piensan como ellos, yo creo que es un signo de preocupación y de alerta para el país.
SEMANA: Cuando dicen “influencia internacional”, ¿hacen referencia específicamente al gobierno de Nicolás Maduro?
P.V.: Hay que recordar que tanto Chávez como Maduro siempre han tratado de vincular al expresidente Uribe con el paramilitarismo. Hay que recordar que en los computadores de Raúl Reyes aparecían los vínculos del régimen de Maduro con las Farc, como con el régimen de Rafael Correa y, por supuesto, hay que recordar que el Foro de São Paulo —que ahora se ha transformado en el de Puebla— siempre ha tenido como objetivo estratégico —para poder penetrar en la política latinoamericana— la destrucción del expresidente Uribe.
SEMANA: Hay quienes han criticado que esta comunicación es una especie de presión hacia la Corte. ¿Se puede interpretar como tal?
P.V.: Absolutamente no. Es un pronunciamiento muy respetuoso que hace cualquier partido político ante las circunstancias adversas que pueda enfrentar su militancia o sus líderes. Nosotros consideramos que así como siempre hemos sido respetuosos de las instituciones, confiamos que las instituciones sean respetuosas del derecho, y le pedimos a Dios que ilumine a los magistrados para que fallen en derecho, con la confianza de que sabemos que el actuar del expresidente Uribe está circunscrito a la ley.
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SEMANA: Ustedes dicen que sería una paradoja que quienes “arrasaron la paz” del país terminen sentados en el Congreso, mientras el expresidente Uribe “paga un precio insólito por vencerlos”. ¿Concretamente a qué hacen referencia?
P.V.: Es muy triste para Colombia que el hombre que logró enderezar a este país… nosotros cuando el expresidente Uribe llegó a ser presidente teníamos en promedio 4,5 atentados terroristas diarios, es decir 1.600 y pico atentados terroristas en el año. El expresidente Uribe redujo eso en un 70 por ciento. El expresidente Uribe logró la desmovilización de 56.000 hombres en armas, en un hecho histórico, sin premiar con dádivas políticas a ninguno; todo lo contrario, los jefes paramilitares fueron extraditados. El homicidio, en consecuencia, se redujo en el mandato del expresidente Uribe en un 46 por ciento.
Creció el PIB per cápita, sacando de la pobreza más del 30 por ciento de la población, una reducción del desempleo del 25 por ciento; se lograron conquistas fundamentales como la reducción del asesinato de líderes sociales que entonces se asesinaban.
Hay que recordar que cuando Uribe llegó al poder, 350 alcaldes no podían gobernar en sus municipios. Cuando él se fue, todos podían gobernar desde sus municipios; se redujo el asesinato de alcaldes y exalcaldes como en un 70 por ciento; el aesinato de concejales en un tanto muy parecido, y el asesinato de periodistas se redujo en un 90 por ciento.
¿Y por qué quiero que los colombianos recuerden esas cifras? Porque contrastan con el hecho de que quienes tanto dolor les causaron a los colombianos, que asesinaron, secuestraron, dinamitaron los pueblos de Colombia, reclutaron los niños, tuvieron esclavos sexuales en niños que habían reclutado, puedan estar en el Congreso sin haber dicho la verdad, sin haber reparado las víctimas y sin haber pagado un solo día de cárcel.
En cambio, un demócrata que ha defendido la institucionalidad, y por quien Colombia hoy sigue siendo una democracia, está enfrentando una persecución por unos enemigos de la izquierda radical y su libertad puede estar comprometida.
Por eso nuestro llamado es a que se falle en derecho y que podamos avanzar en consolidar la institucionalidad colombiana.
SEMANA: ¿Están preocupados por la decisión que pueda tomar la Corte?
P.V.: No, porque yo creo que no hay ninguna tacha sobre la conducta del expresidente Uribe. Y quiero referirme a tres hechos sobre el proceso.
El primero, el señor Monsalve. Es el testigo estrella del senador Cepeda, es un señor que nunca fue paramilitar, no se sometió a Justicia y Paz, no fue aceptado por la JEP, su testimonio es totalmente falso y ha estado rodeado de las visitas del senador Cepeda, que solicitó 21 visitas a ese sujeto, que es un delincuente común, que está utilizando esta declaración para tratar de obtener rebajas que tiene como delincuente común.
Jamás conoció al expresidente Uribe, jamás trabajó con él. Cuando llegó a la finca Guacharacas, los Uribe ya habían vendido esa finca, nunca tuvo vínculo con ellos.
¿Uribe es el hombre más poderoso de Colombia? Vea lo que se dijo en Vicky en SEMANA.
Y sobre el paramilitar Vélez, se dice que Diego Cadena le había pagado al paramilitar Vélez. Es cierto que le había pagado, pero lo primero que hay que recordar es que la Corte, cuando absolvió al senador Cepeda, dijo que eran válidos los pagos que se hacían por razones humanitarias, y que aquello no afectaba la credibilidad de los testigos. Entonces, si la organización a la que le dona el senador Cepeda podría pagarle a Monsalve por razones humanitarias, no se entiende por qué el abogado del expresidente Uribe no lo hubiera podido hacer.
Pero segundo, y así lo refirió el fiscal en la audiencia de Cadena, el expresidente Uribe no estuvo enterado de esos pagos porque cuando se enteró, lo primero que dijo fue que nunca jamás los hubiera autorizado.
Y tercero, no es cierto que Vélez haya cambiado el testimonio. Está fidedignamente en la Corte Suprema de Justicia un testimonio de Vélez exactamente en el mismo sentido que lo dio en este proceso, diciendo que el senador Cepeda le había ofrecido beneficios para enlodar a Uribe exactamente en el mismo sentido, años antes de que este proceso se iniciara y años antes de que Cadena siquiera tuviera contacto con Vélez.
De manera que aquí no habría manipulación de testigos porque el testigo había dicho ya ante la Corte Suprema exactamente lo que había dicho acá. Después se descubrió que Vélez era un mentiroso, eso fue posterior y nadie en la defensa lo sabía.