Polémica

EPM, ¿de tumbo en tumbo?

El nombramiento del nuevo gerente trajo más polémica que tranquilidad. Daniel Quintero no termina de pilotear en agua mansas.

10 de abril de 2021
 La bancada antioqueña en el Congreso pegó el grito en el cielo con el nombramiento del nuevo gerente, Alejandro Calderón Chatet.
La bancada antioqueña en el Congreso pegó el grito en el cielo con el nombramiento del nuevo gerente, Alejandro Calderón Chatet. | Foto: cortesía epm

Parece que la controversia de EPM no acaba. Después de la renuncia de Álvaro Rendón a la gerencia –lo que sorprendió al mundo político paisa, pues era bien sabida la relación de cercanía que este tenía con el alcalde Daniel Quintero–, llegó al cargo Alejandro Calderón Chatet, anunciado con bombos y platillos en un ascenso desde la Vicepresidencia de Finanzas e Inversiones. Sin embargo, la fiesta duró poco.

Quintero aseguró que después de un proceso liderado por una firma cazatalentos, y vigilado por la junta directiva, se llegó a tal elección. Pues bien, la aclaración quedó en el aire, y varios concejales se pegaron de ella para averiguar cómo había actuado la firma.

Ahora se sabe que el primer filtro lo hizo la Alcaldía y que no revisó a profundidad la hoja de vida, solo una serie de fortalezas y carencias en los candidatos. La polémica tomó otro cariz cuando la bancada antioqueña –conformada en su mayoría por parlamentarios del Centro Democrático, en la que están los adversarios que perdieron la alcaldía con Quintero– le envió una carta al alcalde: “Fuentes de entero crédito nos aseguran que el doctor Calderón no se sometió a un proceso de selección para la gerencia. Informan que él es su amigo personal y que usted manifestó expresamente su voluntad de integrarlo como ejecutivo a una de las empresas del grupo EPM. Informan que inicialmente usted envió su hoja de vida –a principios de 2020– para que ocupara el cargo de auditor de Tigo-Une y que por razones profesionales y técnicas el gerente general de EPM, doctor Álvaro Guillermo Rendón, se abstuvo de recomendar ese nombramiento”.

El ruido de las decisiones de Quintero parece potenciado, además, por la voz de sus contradictores, que reúnen todos los espectros del panorama político local. Sin embargo, lo de este nombramiento va más allá de las suspicacias. Concejales y parlamentarios aseguran que los posgrados del ahora gerente no han sido convalidados; uno de ellos fue cursado en Harvard, lo que parece otro capítulo de un curso de una semana maquillado de máster.

Y, como si fuera poco, Calderón Chatet al parecer es hermano medio de unos primos maternos del alcalde. Y la cuenta no termina. Muchos ya quisieran la suerte del funcionario, que pasó de gerenciar una microempresa a dirigir el rumbo de la segunda compañía pública más importante del país. Aunque también fue polémico el nombramiento del gerente de la administración pasada, Jorge Londoño de la Cuesta, quien llegó desde la firma encuestadora Invamer, hecho que le enrostraron varias veces en el Concejo de Medellín.

A todo esto, Daniel Quintero solo se ha referido en redes sociales con una breve negación y se espera que la próxima semana haga pública una defensa de dicha elección. Por su parte, EPM sí publicó que los títulos en el extranjero están en proceso de convalidación, y que la ley estipula que después de su posesión tiene dos años para dicho proceso. Aseguraron que el gerente es idóneo y su elección estuvo acompañada por la junta directiva.

Sucede que al alcalde no le termina de salir bien todo lo relacionado con EPM, más allá de las decisiones, porque no cuenta con el apoyo del establecimiento. Y la salida del anterior gerente fue un duro revés, pues dejó ver que la relación con la administración municipal era tensa; y, según dijo el mismo Rendón, mediada por seguir al pie de la letra las órdenes de Quintero. He aquí el dilema: de quedarse en el cargo, Calderón Chatet tendrá que darle prioridad al gobierno corporativo de EPM por encima de los deseos del alcalde.