CONFLICTO ARMADO
‘Había mucha juventud ubicaba entre los 15, 17 y 21 años’: Farc sobre reclutamiento
Julián Gallo, alias Carlos Antonio Lozada, entregó detalles de la incursión de menores de edad en las filas de las Farc.
El excombatiente Julián Gallo reanudó su versión libre ante la Sala de Reconocimiento de la Verdad de la JEP este jueves y en una de sus primeras declaraciones afirmó que en las hojas de vida de los incorporados constaba la edad de quienes ingresaban a las Farc. Ese documento debía ser revisado por los comandantes del Estado Mayor.
“No hubo información específica en qué unidades y en qué áreas se estaba presentando este fenómeno, pero es claro que se presentó y al respecto se emitieron circulares y orientaciones por el comandante en jefe Manuel Marulanda, como por parte de Jorge Briceño como comandante del estado mayor del Bloque Oriental”, señaló.
A su vez, afirmó que el reclutamiento de menores no era considerado como delito al interior de la guerrilla, pero sí como una falta grave a la política de ingresos.
“Dentro de las estrategias para el reclutamiento estaba la organización permanente de reuniones con distintas formas organizativas de los territorios, principalmente JAC… dentro de eso se dirigía un trabajo de las unidades hacia la juventud buscando primero que no cayeran en un fenómeno del consumo de sustancias psicoactivas. Se generaron actividades de deporte, cultura y a través de esas actividades se daba un relacionamiento con los jóvenes, se dictaban algunos cursos cuando decidían ingresar a las milicias”, añadió.
El exguerrillero, más conocido como Carlos Antonio Lozada, coincidió en la aceptación a medias que hizo Rodrigo Londoño, Timochenko durante una entrevista que concedió al diario El Tiempo en la que mencionó que si se entiende por niño a todo menor de 18 años, definitivamente sí era posible que este fenómeno se presentara en las filas de las Farc. Pese a decir que de acuerdo al Derecho Internacional Humanitario, o derecho de la guerra, la edad mínima válida para ingresar a un ejército son 15 años.
A la pregunta sobre si los menores de edad eran inducidos a participar en la guerrilla con la promesa de mejorar sus condiciones económicas, Julián Gallo indicó que al interior de las unidades no circulaba el dinero, aunque de todos modos dijo que no descartaba “que se hubiera dado el engaño” de supeditar el ingreso de los menores con la falsa expectativa de ayudar a sus familia. “Eso era una irregularidad puesto que en los documentos de las Farc, conocidos por el Estado, no hay una disposición que autorice a un comandante a supeditar el ingreso a una ayuda económica porque es contrario a lo que era la definición nuestra y es que uno asumía el compromiso de la lucha revolucionaria de por vida y sin ningún interés económico”, dijo.
“La edad en la guerrilla, contando los mandos, no debería estar por encima de los 25 (años”: Gallo
El compareciente siempre hizo alusión a que la guerrilla era una estructura jerárquica y centralizada en la que los comandos y el estado mayor controlaban las acciones de sus unidades por lo que eran los altos mandos quienes debían asumir sus responsabilidades respecto a hechos contrarios a los estatutos de la organización, incluidos los abusos contra mujeres.
“En la medida que empieza a surgir la presencia de mujeres en la guerrilla, comienza a surgir los problemas que se dan en las relaciones comunes entre los hombres y las mujeres: situaciones de acoso, seguramente presiones de comandantes por obtener favores sexuales, todo ese tipo de situaciones se nos presentaron”, dijo.
Estructura de la guerrilla
A medida que el conflicto se prolongó, la edad promedio de los combatientes se iba reduciendo. Así lo manifestó Gallo al narrar que cuando el ingresó, sobre los años setenta, la guerrilla era conformada por adultos por encima de los 20 años, mientras que en las décadas siguientes se sumaron más jóvenes a las filas de las Farc.
“En el campo la guerrilla es lo natural”
Aunque dijo no conocer la existencia de un censo exacto por edad y género de la milicia, reconoció que tras cinco décadas de guerra las Farc tenían una población promedio que “no debería estar por encima de los 25, lo cual en una organización de más de 10 mil hombres es significativo porque quiere decir que había mucha juventud que se ubicaba entre los 15,17 y 21 años”.
La representante de las víctimas, Érika Gómez, trasladó al magistrado Iván González Amado la pregunta sobre si hubo reclutamiento de menores en cuatro internados del oriente del país y, en general, en instituciones educativas. Sin embargo, sobre este punto Gallo dijo que como comandante urbano no tenía autorización para inmiscuirse en las acciones que se hacían en los entes territoriales, pero dejó abierta la posibilidad. “Es posible que se haya hecho. No sería extraño”.
Por demás, se concentró en hablar de su experiencia en Bogotá, ciudad en la que dijo haber desarrollado únicamente “trabajo universitario” en academias del sector público. “Eso es evidente en la propia composición del frente Antonio Nariño”.
Al finalizar la diligencia, el excombatiente indicó que muchos de los menores de edad que permanecían en los campamentos eran “familiares o refugiados” que solo recibían instrucción militar si decidían quedarse en la guerrilla una vez cumplidos los quince años y que su estadía era consecuencia de la falta de oportunidades en el campo colombiano.
“En el campo la guerrilla es lo natural, es lo diario, es parte de la cotidianidad de la gente. Usted llega al campo y va a encontrarse que (entre) los juegos de los niños está (jugar) a la guerrilla y al ejército porque es su realidad. Y su aspiración no puede ir más allá que irse para el Ejército -y lo hacían forzadamente para cumplir con el reclutamiento obligatorio del Estado- o se van para la guerrilla porque en el campo no hay más opción”.
“Nos avergüenza lo que se dio, esa situación de los niños no nos hace sentirnos ni contentos ni orgullosos”, agregó.
La diligencia terminó a las 12 del día, mas la versión libre de Julián Gallo no ha concluido. En este proceso falta por escuchar el testimonio de la representante de las víctimas y las preguntas del Ministerio Público. La fecha y hora no se conoce aún.