Nación
Es oficial: Policía colombiana ya no podrá usar caballos ni perros en protestas
El proyecto de ley venía rondando los pasillos del Gobierno nacional desde hace varios meses.
Hace algunos meses, la Presidencia de la República había recibido el proyecto de ley manifestado por el representante a la Cámara Juan Carlos Losada que buscaba erradicar el uso de perros y caballos en las protestas que ocurren en Colombia. Tras un buen tiempo de análisis en las diferentes ramas del poder, el proyecto es oficial.
La argumentación para impulsar este proyecto, al que solo le resta la sanción por parte del presidente Gustavo Petro, fue que la participación de equinos y caninos en este tipo de operativos únicamente ha derivado en la afectación de los animales que no cuentan con ningún tipo de protección, ni están sujetos a protocolos que garanticen su salvaguarda. “Su utilización, además, no generaba ningún beneficio a los miembros de la fuerza pública en el control de las afectaciones al orden público en el marco de las protestas sociales”, dijo Losada.
Agregó: “Hoy le ponemos fin a una crueldad del más alto nivel, pues caballos y perros ya no estarán en medio de bombas de fuego, gases lacrimógenos, piedras y sonidos aturdidores”.
El ponente del proyecto fue el liberal Alejandro Vega, quien explicó que a partir de la sanción presidencial ya no se podrá hacer uso de estos animales y que la ciudadanía observa su utilización, podrá hacer la denuncia respectiva.
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Dicho aval por parte del jefe de Estado se recibió con sello el pasado 25 de agosto de 2023. Así las cosas, a la prohibición en cuestión se le conocerá como la Ley 2318.
“Lo logramos, ganamos una batalla más por quienes no tienen voz. Aprobada nuestra ley que prohíbe el uso de animales por parte de la fuerza pública en el marco de la protesta social. Nuestro compromiso es por la defensa de los animales”, indicó el representante por medio de su cuenta de Twitter tras la aprobación del Legislativo.
La nueva ley va muy en concordancia con la Ley 1774 del 6 de enero de 2016, la cual entabla un marco de “respeto, solidaridad, compasión, ética, justicia, cuidado, prevención del sufrimiento, en la erradicación del cautiverio y el abandono” en el trato de los seres humanos hacia los animales.
Además, estipula que quien lesione a un animal puede tener una multa entre los 5 y los 50 salarios mínimos. Si le provoca la muerte, podrían estar en prisión de 12 a 36 meses y una inhabilidad de estar en cualquier cargo profesional que implique el contacto con animales.
Propietario de un criadero de perros fue judicializado por maltratar a los animales que debía cuidar; este es el caso
A pesar de toda la legislación o consecuencias que existen para aquellos que deciden agredir a un animal, siguen presentando casos constantemente.
Uno de los que se reportó recientemente fue el que ocurrió en Guaduas, Cundinamarca, donde se identificó que Guillermo Caro Guerrero, el propietario de un refugio, tenía a los animales que se supone que debía proteger en condiciones lamentables.
Y es que entre marzo del 2019 y febrero de 2021, el hombre habría dejado de alimentar y cuidar a los canes que tenía bajo su custodia. A través de varias visitas de las autoridades ambientales se notó que los cuadrúpedos estaban hacinados, sucios, con pulgas y enfermos por consecuencia del abandono.
Las inspecciones también mostraron que los animales estaban recibiendo comida en mal estado, así como agua contaminada. No se tenía registro de la entrada de los refugiados, ni de sus vacunas, las cuales pudieron nunca haber recibido. En 2021 se habían rescatado 21 perros de ese lugar, 13 con problemas de salud y uno falleció.
Por otro lado, el Gelma logró dar con Víctor Fabián Zapata y Ayda Marina Zapata, quienes descuidaron desconsideradamente a un canino que vivía con ellos en el municipio de Palmira, en el Valle del Cauca.
Por fortuna, las denuncias de la comunidad alertaron a las autoridades y las llevaron hasta el lugar donde se dieron los acontecimientos, permitiendo el rescate.
“El perro fue rescatado para su atención veterinaria. Los especialistas detectaron un cuadro severo de desnutrición, dificultad respiratoria y dolor abdominal. Ante la gravedad del estado, el canino murió de un paro respiratorio”, indicó el ente acusador.