“Es un capricho de Petro”: tormenta política en el Concejo ante posibilidad que la primera línea del Metro sea subterránea

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, tras una reunión con el presidente de la República, Gustavo Petro y el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, en la Casa de Nariño, confirmó lo que venía siendo un secreto a voces: el gobierno le pidió al consorcio chino encargado de construir la primera línea del Metro de Bogotá que evalúe la posibilidad de que una parte del trazado sea subterránea.

Se trata del trazado que irá por la Avenida Caracas, desde la calle primera, hasta la calle 72. La intención del presidente Petro es que el consorcio evalúe la viabilidad técnica y financiera de que este trazado pueda hacerse subterráneo y que le entregue al Gobierno los resultados de esa evaluación para poder tomar la mejor decisión para el mega proyecto.

“Esta parte del trazado pasa por todo el centro histórico que es patrimonio de la ciudad, patrimonio de la nación, tiene varios bienes culturales, es el tramo más estrecho de la primera línea del metro, mientras es mucho más amplio en Kennedy, es mucho más estrecho sobre la Caracas”, aseguró López al dar a conocer los argumentos del jefe de Estado del por qué de esta petición.

“Al presidente Petro le preocupa el impacto urbanístico, el impacto ambiental y el impacto patrimonial, porque pasaría por todo el centro histórico de Colombia y por eso ha pedido que se evalúe esa posibilidad, pero es una evaluación”, agregó la alcaldesa.

López recalcó que la solicitud del presidente Petro no significa que ya se vayan a hacer modificaciones al contrato del Metro, pero en todo caso dio a conocer que el próximo 8 de enero de 2023 el consorcio chino presentará al Gobierno nacional y al Distrital el informe sobre la viabilidad de que el tramo de la zona de la Caracas de la primera línea del metro sea subterráneo, entregando estudios y costos adicionales que pueda traer las modificaciones. Será después de esta fecha que se tome una decisión final.

Esta solicitud formal al consorcio Chino Apca Transmimetro -integrado por las compañías de construcción China Harbour Engineering y Xi’An Metro-, generó una tormenta de reacciones políticas en el Concejo de Bogotá.

El presidente del Cabildo, el concejal Samir Abisambra, del Partido Liberal, aseguró que con esta decisión, el jefe de Estado lo único que busca es protagonismo político.

“Seguimos con los problemas políticos gracias al Metro de Bogotá, el cual todos los capitalinos añoramos y que esperamos que por divisiones políticas y egos personales, no se trunquen. Lo que necesitamos es que comience la construcción y la discusión si es subterráneo o aéreo ya tiene que ser superada”, dijo Abisambra.

El cabildante le pidió al presidente Petro que no frene el desarrollo de la ciudad, “simplemente por un tema personal, por protagonismo político”, toda vez que los problemas de movilidad de Bogotá no dan espera.

Por su parte, la concejal de la Alianza Verde, Lucía Bastidas, señaló que es inconveniente la solicitud de que un trazado de la primera línea sea subterráneo.

“Conejazo a la movilidad de los bogotanos es lo único que queda claro después de la reunión de la alcaldesa con el presidente Gustavo Petro. Todo ha sido clandestino, las reuniones con el consorcio chino, a las que no invitaron al Distrito, que es el socio fundamental del proyecto”, dijo Bastidas en un principio.

Y agregó: “Nueve kilómetros bajo tierra es un verdadero capricho del presidente Petro y que implican por lo menos seis billones de pesos más y adicionalmente, más tiempo de entregar, y perder el trabajo de redes. Con esto pierden los bogotanos”.

Así, Bastidas le mandó un mensaje contundente al primer mandatario: “no se burle de los bogotanos, no destruya”.

El concejal Óscar Ramírez Vahos, del Centro Democrático, por su parte, advirtió que esta modificación conllevaría a que la ciudad pase más años sin ni siquiera la primera línea del metro.

“Expresamos nuestra preocupación por los retrasos y sobrecostos que generaría esta eventual modificación en la primera línea del metro de Bogotá. Que no condenen a la ciudad a otra década sin metro por el capricho político de Petro”, comentó Ramírez.

De igual manera, la concejal Diana Diago, también del Centro Democrático, precisó que esta solicitud al consorcio chino es una falta de respeto con Bogotá.

“Gustavo Petro y Claudia López dejan en evidencia su improvisación y ganas de protagonismo evaluando la posibilidad de volver subterránea la primera línea del metro. No solo es desperdicio de dinero, sino de tiempo para la ciudad”, dijo.

El concejal de Colombia Justa Libres, Emel Rojas, también calificó de capricho político la solicitud del presidente Petro frente a la primera línea del Metro.

“Muy preocupante la injerencia politiquera del presidente Gustavo Petro en la primera línea del Metro de Bogotá. Su improvisación y capricho personal pueden poner en riesgo esta importante obra”, fueron las palabras de Rojas.

El vicepresidente del Concejo de Bogotá, Humberto ‘Papo’ Amín’ también cuestionó el anuncio y afirmó que tan la alcaldesa López como el presidente Petro, “son un desastre”.

“Le puede más el capricho a Gustavo Petro de cambiar la Primera Línea del Metro de Bogotá que hacer la tercera y tal parece que Claudia López no se atreve a plantársele”, aseveró el concejal del Centro Democrático.

De otro lado, la concejal Mafe Rojas, de la Alianza Verde, defendió la postura del presidente Petro y el respaldo que le dio la alcaldesa López a su solicitud. Para Rojas el metro de Bogotá no está en riesgo.

La concejal hizo un llamado a la calma y resaltó que en enero se conocerá la información para tomar una decisión viable técnica y financieramente.

“Es positivo que se haga una evaluación de las posibilidades de tener un tramo subterráneo en la línea uno, es verdad que en la estructuración de la línea entre 2016 y 2018 no se tuvieron en cuenta los impactos urbanos del mismo, tampoco en el presupuesto de la obra”, puntualizó Rojas.